Los windtalkers

La Segunda Guerra mundial en el Pacífico. En las islas Salomón, en 1942, la derrota y casi exterminio de un destacamento USA expresaba una debilidad de los occidentales: sus mensajes cifrados eran leídos por los nipones. La nueva estrategia utilizaría el lenguaje de los indios navajos (norte de Arizona), indescifrable para los japoneses. Más de cuatrocientos voluntarios se incorporaron al ejército. La acción bélica es espléndida bajo el estilo fulminante, brillante y decisivo del chino John Woo, uno de los más occidentalizados maestros venidos de Oriente. El film es bélico, de modo directo: las batallas son su punto fuerte; pero, no una a una, como es lo común, sino varias simultáneas, inmediatas, verdaderas y violentas, como si estuviéramos presentes en una u otra isla. La acción está relacionada con otros temas importantes: el racismo contra los indios (más americanos que los mismos soldados), pero también la amistad, que llega a ser entrañable, y la entrega para salvar a cualquier otro compañero. Nicolás Cage está espléndido, con la bondad y naturalidad que le caracterizan a juicio de Woo, y le siguen el soldado navajo Adam Beach -en realidad, indio de una tribu canadiense- y los restantes intérpretes del grupo.