Contenidos: Imágenes (algunas X-), Ideas (excesiva complacencia hacia el divorcio y la infidelidad conyugal F)
Dirección: Cécile Telerman. País:Francia. Año: 2014. Duración: 123 min. Género: Drama.Interpretación: Julie Depardieu (Joséphine Cortes), Emmanuelle Béart (Iris), Patrick Bruel (Philippe), Alice Isaaz (Hortense), Jacques Weber (Marcel), Karole Rocher (Josiane), Edith Scob (Henriette), Samuel Le Bihan (Antoine cortes), Quim Gutiérrez (Luca), Jana Bittnerova (Irina). Guion: Cécile Telerman y Charlotte De Champleury; inspirado en la novela de Katherine Pancol. Producción: Manuel Munz.Música: Fred Parker Aliotti. Fotografía: Pascal Ridao. Montaje: Marie Castro. Diseño de producción: André Fonsny. Vestuario: Carine Sarfati. Distribuidora: Vértigo Films.Estreno en Francia: 9 Abril 2014. Estreno en España: 9 Mayo 2014.
Reseña:
Tras debutar como directora en 2005 con la fresca e incisiva tragicomedia “¿Por qué las mujeres siempre queremos más?”, la belga Cécile Telerman bajó muchos enteros con su siguiente filme, el penoso culebrón “Toda la culpa es de mi madre” (2009). Ahora remonta un poco, sin recuperar plenamente la forma, con “Los ojos amarillos de los cocodrilos”, adaptación de la exitosa novela homónima de la francesa Katherine Pancol.
Las protagonistas son dos hermanas parisinas muy distintas entre sí. Joséphine (Julie Depardieu) es una tímida, bondadosa y poco agraciada historiadora medievalista, que un día echa a su parado e infiel marido (Samuel Le Bihan), que se marcha a Sudáfrica con su amante para criar allí cocodrilos.
De modo que Joséphine deberá cuidar sola de sus dos hijas, la mayor de las cuales Hortense (Alice Isaaz), la desprecia por débil. Su único consuelo es una incipiente relación con Luca (Quim Gutiérrez), un joven y cariñoso investigador italiano. Mientras tanto, Iris (Emmanuelle Béart), bella, vacía y con un pasado turbio, ignora a su único hijo Alexandre (Lucien Belves) y vive sin amor a costa de su rico marido Philippe (Patrick Bruel), un prestigioso abogado que hace todo lo posible para sacarla de su banalidad y sostener su matrimonio.
Una noche, Iris se jacta ante sus amigos de estar escribiendo una novela sobre la mujer en la Edad Media. Cuando no puede sostener la mentira por más tiempo, convence a su hermana para que le escriba la novela: Iris la firmará, y Joséphine se quedará con el dinero de las ventas.
Telerman sigue mostrando frescura narrativa y muy buena mano en la dirección de actores, sobre todo con Julie Depardieu y Patrick Bruel, cuyos personajes son los más positivos y los mejor dibujados por el guion. También se agradecen sus esfuerzos para no caer en un feminismo facilón y para matizar los peliagudos conflictos dramáticos que describe.
Sin embargo, en este último apartado, Telerman se queda muy corta, acumula crisis familiares hasta la caricatura —incluso los padres de las protagonistas sufren una— y las resuelve con una excesiva complacencia hacia el divorcio y la infidelidad conyugal, que suaviza demasiado sus duras consecuencias en los hijos. Con una mayor hondura moral, Telerman habría conseguido una gran tragicomedia, certera en sus críticas al individualismo hedonista y en sus elogios de la humildad, la comprensión, la paciencia, el cariño y el trabajo bien hecho. Pero se ha dejado llevar en exceso por lo políticamente correcto, y tampoco ha sabido compensar con un humor más rotundo el triste patetismo de la historia. Lástima. (Cope J. J. M.)