Contenidos: Imágenes (algunas X), Ideas (familia postmoderna F)
Dirección: Lisa Azuelos. País: USA. Año: 2012. Duración: 97 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: Miley Cyrus (Lola), Demi Moore (Anne), Ashley Greene (Ashley), Thomas Jane (Allen), Jay Hernandez (James), Austin Nichols (Sr. Ross), Gina Gershon (Kathy), Douglas Booth (Kyle), George Finn (Chad), Lina Esco (Janice), Adam G. Sevani (Wen). Guion: Lisa Azuelos y Kamir Aïnouz. Producción: Michael Shamberg, Tish Cyrus, Esteban Martin y Stacey Sher. Música: Rob Simonsen. Fotografía: Kieran McGuigan. Montaje: Myron Kerstein. Diseño de producción: Happy Massee. Vestuario: Hope Hanafin. Distribuidora: Tripictures. Estreno en USA: 4 Mayo 2012. Estreno en España: 12 Abril 2013.
Reseña:
Tontuna intergeneracional
El original no era gran cosa, el remake americano menos.
La directora Lisa Azuelos, que en 2009 escribió y realizó en Francia la película “LOL (Laughing out loud)”, protagonizada por Sophie Merceau y Christa Theret, dirige su propio remake hollywoodiense, con Demi Moore y Miley Cyrus al frente. Se trata de la enésima radiografía de la familia posmoderna en el marco de una película de instituto. En realidad, es una versión light de “Thirteen”, de Catherine Hardwicke.
Lola (Lol) es la hija mayor de un matrimonio divorciado. Su madre, que sigue acostándose furtivamente con su ex-marido, se está enamorando de un policía latino. Con ellas vive la abuela, una liberal que ya está de vuelta de todo. Lol y sus amigas, en ese contexto de inmadurez crónica, afrontan los problemas de su edad: el primer amor, la presión por perder la virginidad, la confusión afectiva, las relaciones líquidas y los flirteos con la marihuana y el alcohol. Al igual que “Thirteen”, la película se puede ver como una lectura crítica de un modelo familiar nacido en el sesenta y ocho, y que ha dejado a una generación sin referentes adultos.
Curiosamente, esta nueva versión, aunque en casi todo es un calco de la primera, es algo menos relativista, quizá porque el contexto de los valores estadounidenses, en comparación con los franceses, así lo exige. Aunque Lisa Azuelos mantiene el mismo tono fresco y de cierto humor, el personaje de la madre parece un poco más sólido que el que hiciera Sophie Merceau, y lo mismo se puede decir de la hija. En ambas está más clara la urgencia de un amor verdadero, estable, por el que merezca la pena darlo todo. Por otra parte, la relación madre-hija es más intensa y rica que en la original. También en eso, en la búsqueda del abrazo cómplice y protector de la madre, es una copia de la película de Hardwicke.
En este proceso de reciclaje de las estrellas del Disney Channel, al que asistimos estoicamente, Miley Cyrus da la talla, y parece una actriz lo suficientemente madura como para afrontar papeles de entidad dramática en el mundo de la ficción cinematográfica. También la fría Demi Moore parece más cercana y permeable en esta cinta, y el elenco coral de jovencitos es sin duda resultón. Lo peor es el padre de Kyle, con un diseño absolutamente típico y un arco de transformación más previsible aún. ¡Lo hemos visto en tantas películas!
En fin, aunque la opinión pública ha machacado la cinta (un 3,7 tiene de calificación en la IMDB), creo que puede aprobar perfectamente, y como análisis de la posmodernidad es ciertamente interesante. (Cope J. O.)