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Reseña:
Uno de los más asombrosos ejemplos históricos del triunfo de la fe sobre la violencia y la opresión se revive en “Liberando un continente: Juan Pablo II y la revolución de la libertad”. Esta novedosa película documental capta de manera conmovedora el papel decisivo que desempeñó San Juan Pablo II en la caída del comunismo y la liberación de Europa central y oriental.
Con los testimonios de líderes culturales como el biógrafo papal George Weigel, el historiador polaco Norman Davies, el caballero supremo Carl Anderson, el secretario de Juan Pablo II cardenal Estanislao Dziwisz, y el fundador de ”Solidaridad” Lech Walesa, esta inspiradora película ofrece una visión grandiosa de la caída de uno de los regímenes más brutales jamás conocidos.
El director y guionista David Naglieri, con una amplia trayectoria como documentalista de temática religiosa, ofrece un film muy cuidado, de mensaje claro y sin fisuras, acerca de la labor de Juan Pablo II en relación a la erradicación del comunismo. Para ello, Naglieri ofrece abundante material de documentación, con fotografías y películas históricas, donde el blanco y el negro se mezcla con el color en un montaje dinámico y atractivo, nada aburrido. Naglieri se reviste además de autoridad gracias a las entrevistas con eminentes personas que vivieron los acontecimientos esenciales de tales hechos.
Liberando un continente: Juan Pablo II y la revolución de la libertad sigue un orden cronológico, en el que se entrelazan someramente los hechos más relevantes de la vida de Karol Wojtyla y la historia de Polonia en el siglo XX.
Tras establecer el panorama general de la situación de Polonia y los demás países sometidos bajo la bota de la URSS, el film se centra en sus últimos sesenta minutos casi específicamente en los diez años que van desde 1979 a 1989, una década en donde la influencia de Juan Pablo II hizo posible el fin del comunismo. El Papa estaba convencido de que la persona humana estaba hecha para libertad y la búsqueda de la verdad, y su defensa de la dignidad humana fue una constante en su pontificado. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ