Contenidos: Ideas (feminismo radical, laicismo militante, planteamiento ideológico muy parcial y partidista F+)
Dirección y guion: Pilar Pérez Solano. País:España. Año: 2013. Duración: 63 min. Género: Documental. Interpretación: Laura de Pedro (maestra). Música: Carlos Salas. Fotografía: Isabel Ruiz. Montaje: Andrea Ansola.Distribuidora: Karma Films. Estreno en España: 14 Marzo 2014.
Reseña:
Este escueto, pobre y parcial reportaje propagandístico ganó injustamente el Goya 2014 al mejor documental, por delante de filmes muy superiores, como “Guadalquivir” o “Món petit (Mundo pequeño)”. Escrito y dirigido por la alicantina Pilar Pérez Solano (“Mil y una Lolas”, “La fama y su séquito”), se basa en la unidad didáctica homónima, coordinada por Luz Martínez Ten, Secretaria de Políticas Sociales de la Federación Española de Trabajadores de la Enseñanza (FETE), adscrita a la Unión General de Trabajadores (UGT), el sindicato socialista, que ha producido el filme.
Como cabía esperar, se trata de otro demagógico ejercicio de la mal llamada “memoria histórica”, que exalta de un modo acrítico y confuso el papel de muchas maestras en la instauración durante la II República española (1931-1936) de un modelo “revolucionario” de educación pública, mixta y laica. Supuestamente, dicho modelo estaría basado en los valores de libertad, igualdad, democracia y justicia, y enfrentado a los modelos anterior y posterior, que son mostrados como cautivos de los dictados de la Iglesia católica y represores de los citados valores y de la liberación e integración de la mujer.
Ciertamente, “Las maestras de la República” ofrece valiosas filmaciones inéditas, jugosas reflexiones pedagógicas de Josefina Aldecoa en su libro “Historia de una maestra”, emotivas evocaciones de familiares de las maestras citadas y alguna declaración interesante de historiadoras de la Educación, sólo aderezadas por una muda e insustancial trama de ficción, protagonizada por la actriz Laura de Pedro.
Por otro lado, resulta sin duda condenable la dura represión que sufrieron en la postguerra muchas de las maestras homenajeadas. Y, desde luego, son elogiables el compromiso social, el deseo de aprender y enseñar, y el entusiasmo que demostraron, la mayoría inspiradas por el ideario ilustrado de la Institución Libre de Enseñanza. En este sentido, resulta inspiradora la rememoración de lema “Alma, alma, María”, con el que el pedagogo krausista Manuel Bartolomé Cossío arengaba a su discípula María Sánchez Arbós.
Sin embargo, cabe cuestionar el feminismo radical y el laicismo militante de muchas de esas maestras, así como el adoctrinamiento de ambas ideologías que realizaron entre la juventud de su época. Unas ideologías que, durante la II República y la Guerra Civil, generaron una cruenta persecución —ni citada en la película— de miles de maestros y maestras católicos. También cabe reprochar la demagógica oposición que se establece entre educación pública y privada, mixta y diferenciada, laica y religiosa, nada respetuosa de la libertad que se dice defender.
De hecho, durante su equívoco revoltijo de ataques al fascismo, al franquismo, al catolicismo y al nacional-catolicismo —todos ellos metidos en el mismo saco—, el filme alaba con entusiasmo el innovador Método Montessori, iniciado en 1907 por la prestigiosa pedagoga italiana María Montessori, a la que suele definirse —véase Wikipedia y otras decenas de webs— como “educadora, científica, médica, psiquiatra, filósofa, psicóloga, devota católica, feminista y humanista”. Una “devota católica, feminista y humanista” que tuvo que exiliarse a la India tras oponerse públicamente al régimen de Mussolini.
También se obvia sin pudor la ingente labor de mejora de la enseñanza pública que llevaron a cabo numerosos pedagogos católicos entre los años 30 y 70 del siglo pasado. Por ejemplo, los zaragozanos José María Albareda —uno de los fundadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, y su Secretario General de 1939 a 1966— y Tomás Alvira, que llegó a ser Vicedirector del Centro Experimental del Instituto de Ciencias de la Educación de la Universidad Complutense, y cuyo proceso de beatificación se inició en 2009, junto al de su mujer Paquita.
En fin, que defrauda “Las maestras de la República”, tanto en su plana resolución formal como en su ideológico planteamiento de fondo, enormemente parcial y partidista, más preocupado de hacer propaganda del modelo educativo socialista más radical —a las maestras comunistas y anarquistas tampoco se las nombra—, que de contar la verdad sobre la enseñanza en España durante el siglo XX.(Cope J. J. M.)