Dirección: Tom Fernández
Intérpretes: Javier Cámara, Gonzalo de Castro, César Vea, José Luis Alcobendas, Malena Alterio, Mariana Cordero, Fanny Gautier, Emilio Gutiérrez Caba.
Guión: Tom Fernández
Música: Javier Tejedor
Fotografía: Carlos Suárez
Distribuye en Cine: Warner
Género: Comedia
El asturiano pródigo
Cuando su mejor amigo muere por sobredosis, Cundo regresa al sitio donde nació, un pueblecito minero de Asturias. Allí se reencuentra con sus padres, a los que no ve desde que partió hacia Argentina, diez años atrás. Su madre es una mujer que se siente muy sola, porque el padre está más interesado en tomar sidras que en estar con ella.
Además, el hijo recién regresado no le inspira ninguna confianza, porque fue un adolescente muy conflictivo, enganchado a las drogas. Suso asegura que ha cambiado, que ha tenido una hija en Argentina y que todo le va bien, aunque no se atreve a llamar a su teórica esposa... Tras reunirse con los amigos de su infancia, Cundo les pide que le ayuden a construir una torre de madera, tal como deseaba por razones incomprensibles Suso, el fallecido.
Prometedora opera prima de Tom Fernández, uno de los guionistas de Siete vidas, que precisamente ha escogido como protagonistas a Javier Cámara y Gonzalo de Castro, dos de los actores de esa serie televisiva. Ambos realizan un gran trabajo, al igual que otros jóvenes desconocidos y algunos veteranos, como Emilio Gutiérrez Caba.
El director, asturiano de nacimiento, recoge la situación actual de tantos pueblos del Principado, anteriormente dedicados a la minería, y que a pesar de su inigualable belleza natural sufren la emigración masiva de muchos jóvenes que no tienen claro a qué pueden dedicarse en sus localidades natales, fuera de la albañilería y el pastoreo.
Los protagonistas pertenecen a una generación que fue devastada por la heroína, un problema que en muchos casos se saldó con un agudo distanciamiento familiar.
Tom Fernández filma una cinta con un fondo muy positivo, que anima a luchar por salir adelante, y a superar como sea los más complejos problemas. Gracias a eso, se disculpan los pequeños arranques de humor grosero, y algún que otro error de principiante.
Por ejemplo, intenta abarcar demasiados temas y alarga el metraje innecesariamente, o a veces introduce demasiado humor, lo que está a punto de dar al traste con el tono tragicómico. Curiosamente, el film se estrena unos meses después de Bajo las estrellas, en la que otro director debutante, el navarro Félix Viscarret, narraba también el regreso al norte de España de otro joven impresentable con problemas para sentar la cabeza.
A parte de la dura temática, que está bien resuelta, es desaconsejable por el incontable número de blasfemias y tacos, así como por algunos diálogos subidos de tono que reflejan mucha desesperanza y el vacío existencial de los personajes.(decine21 / Almudí JPG-JD)