Roger Donaldson.- Guión: Roger Towne, Kurt Wimmer y Mitch Glazer. Intérpretes: Al Pacino, Colin Farrell, Bridget Moynahan, Gabriel Macht. 115 min. Jóvenes. Un thriller que abre las puertas de la CIA para que veamos lo que se cuece dentro: cómo se recluta a los agentes, cómo se entrenan para el espionaje y cómo aprenden las reglas de la supervivencia. Puede que James Clayton (Colin Farrell) no dé el perfil del agente tradicional, pero no hay duda de que es uno de los alumnos más aventajados del país y es la per-sona que Walter Burke (Al Pacino) quiere en la Agencia. Para James, trabajar en la CIA es una interesante alternativa para escapar de la rutina diaria. Lo que no sabe es que, antes de convertirse en Oficial de Operaciones, tendrá que superar el entrenamiento secreto de la Agencia donde los novatos adquieren los conocimientos necesarios para convertirse en veteranos experimentados Que la industria del cine aprovecha lo que sucede a su alrededor para captar el interés del espectador no es nuevo. Este thriller dirigido por Donaldson (Trece Días) aprovecha el desprestigio que ha caído sobre la CIA desde los atentados en suelo americano. El título original hace referencia a una historia sobre el proceso de captación, selección y formación de los reclutas de la Agencia en la mítica granja de Langley. Un Al Pacino sobreactuado (en parte por exigencias del guión) y el pluriempleado Colin Farell (Minority Report, Daredevil) protagonizan una película que funciona medianamente como entretenimiento y causa bastante risa cuando uno intenta tomársela un poquito en serio. Como película de género, La prueba tiene un guión que, en su empeño por encajar todas las piezas, pierde gas. La casi nula entidad dramática de los personajes impide que nos los creamos inmersos en unos conflictos bastante artificiales que se intentan salvar con giros y sorpresas de supermercado de guiones. A la película le pesa un excesivo tono propagandístico, moneda de uso común en las producciones de las majors norteamericanas, que no pierden de vista la sensibilidad y los gustos del público de su mercado nacional. Violencia, tortura, expresiones soeces y alguna escena sensual. (La Butaca y Pantalla 90). Se precisa sesión previa para superar los inconvenientes. Imágenes explícitas en 1,08´30”-1,09´10” y 1,14'-1,16', que conviene suprimir. (Aceprensa, Pantalla 90 y Almudí, JV-IY)