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Reseña:
Dirección: Lasse Hallström. País: Reino Unido. Año: 2011. Género: Comedia dramática, romance. Interpretación: Ewan McGregor (Dr. Fred Jones), Emily Blunt (Harriet Chetwode-Talbot), Kristin Scott Thomas (Patricia Maxwell), Amr Waked (jeque Mohamed ben Zaidi bani Tihama). Guion: Simon Beaufoy; basado en la novela de Paul Torday. Producción: Paul Webster. Música: Dario Marianelli. Fotografía: Terry Stacey. Montaje: Lisa Gunning. Diseño de producción: Michael Carlin. Vestuario: Jane Marcantonio. Distribuidora: Wanda Visión. Estreno en Reino Unido: 20 Abril 2012. Estreno en España: 20 Abril 2012.
¿Misión imposible?
“La pesca de salmón en Yemen” nos cuenta la historia del doctor Alfred Jones (Ewan McGregor). Jones trabaja en el Centro Nacional para el Fomento de la Piscicultura, donde realiza investigaciones sobre la reproducción de los moluscos. Mohamed ben Zaidi bani Tihama, un acaudalado jeque yemení, se interesa por la introducción del arte de la pesca con mosca en las montañas del norte de Yemen. Jones rechaza inicialmente la oferta, pero un asesor del primer ministro británico le obliga a aceptar con el fin de mejorar la imagen del país en el mundo árabe. Así pues, el doctor Jones se ve obligado a colaborar con una joven y atractiva representante del jeque y lanzarse a una aventura con final de intriga incluido
Adaptación de la divertida novela de Paul Torday a cargo del oscarizado Simon Beaufoy (Slumdog Millionaire) en lo concerniente al guión, y con la muy competente dirección del sueco Lasse Hallström. La idea de un proyecto descabellado, que da pie a pasajes muy divertidos, invita a reflexionar sobre la fe en un mundo donde, al menos en Occidente, se ha perdido en gran parte el horizonte de lo trascendente: no lo controlamos todo, pueden ocurrir sucesos que objetivamente considerados parecen milagrosos por lo improbable de su ocurrencia, en otras culturas se vive de otra manera, hay menos cinismo...
Está introducida con gran naturalidad la necesidad del entendimiento entre Oriente y Occidente, con la apertura a otras mentalidades y la lacra del terrorismo fundamentalista, pero también el oportunismo político y la obsesión por la imagen y las apariencias. Y todo ello traspasado por el humor, aunque no falta dramatismo cuando hace falta, especialmente en el último tramo, con un desenlace que funciona, y que en otras manos sonaría a tópico. La cinta se ve con agrado, el tema y el mensaje de fondo, aunque naif, es bonito (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS