Historia de un cuadro
Adaptación de la novela homónima de Tracy Chevalier, que imagina el posible origen del cuadro "La chica de la perla" de Vermeer. El film transcurre en la Holanda del siglo XVI, cuando la joven Griet (Scarlett Johansson) deja la casa paterna para servir en casa del pintor (Colin Firth).
Es una chica educada en un estricto protestantismo, espabilada (p. ej. al regatear en el mercado), recatada y celosa de su virtud. Dentro de su escasa educación admira los cuadros del maestro, y se le adivina una sensibilidad. El mismo maestro queda cautivado por ella cuando la ve iluminada en su estudio, garabateando en una ventana empañada.
Vermeer deberá conciliar los deseos de su suegra para que pinte un cuadro inspirado en la joven, para un potentado y vicioso cliente, con los celos de la esposa, que no debe saber que está trabajando en ese cuadro. Entretanto, la sirvienta empieza a salir con el hijo del carnicero.
Hermosa película, pelín académica y preciosista, pero de maravillosa fotografía de Eduard Serra, que reproduce muchos cuadros de Vermeer de modo asombroso, sin caer en el empalago. Narrada a modo de cuento, con trama mínima, el film responde al enigma de por qué una joven de baja extracción social llevaría unos prociosos pendientes de perlas.
El film habla del modo en que surge la inspiración, y de la tragedia íntima de Vermeer, que ya casado, encuentra un alma gemela, capaz de entender su arte, en su criada. Ella es una verdadera musa, que transmite una intensa vida interior, aunque al tiempo Vermeer es consciente de la imposibilidad de su amor por Griet. Y en ese drama se debate, como muestra bien el muy expresivo Colin Firth. Imagen a suprimir: 78'50'' (50''). (Decine21/Almudí AP-FC)