Año de producción: 2009 País: EE.UU. Dirección: John Hillcoat Intérpretes: Viggo Mortensen, Kodi Smit-McPhee, Guy Pearce, Charlize Theron, Robert Duvall, Michael K. Williams, Molly Parker, Garret Dillahunt Argumento: Cormac McCarthy (novela) Guión: Joe Penhall Música: Nick Cave, Warren Ellis Fotografía: Javier Aguirresarobe Distribuye en Cine: Universal Duración: 111 min. Género: Drama
Amor inextinguible
La película está basada en la novela de Cormac McCarthy, ganador del Premio Pulitzer en el 2007, del que ya se ha adaptado No es país para viejos. La historia transcurre en un mundo apocalíptico, en el que un padre y su hijo viajan hacia la costa para buscar un lugar seguro donde asentarse. Durante su travesía se cruzarán con los pocos seres humanos que quedan, la mayoría de los cuales se han vuelto locos o se han convertido en caníbales.
El australiano John Hillcoat (The Proposition) ha hecho una magnífica adaptación. En primer lugar porque ha mantenido intacto el espíritu de la novela: su radical dureza y su apertura a la esperanza; y, en segundo lugar, porque ha dirigido todos los elementos cinematográficos precisamente a conseguir la fidelidad al texto.
Cine de altura, inolvidable, brutal. Por su sencilla historia, por su hondura antropológica, por su impactante puesta en escena. Ha tenido suerte el escritor Cormac McCarthy en las dos últimas adaptaciones de sus libros. Si el chasco fue monumental en 2000 cuando Billy Bob Thornton rodó la discreta Todos los caballos bellos a partir de una novela extraordinaria, hay que reconocer la gran maestría con que los hermanos Coen filmaron No es país para viejos y también ahora la impresionante simbiosis conceptual que ha logrado el director John Hillcoat al convertir en imágenes la novela The Road, ganadora del Premio Pulitzer en 2007.
Un relato sencillo. Un viaje. Una odisea con destino incierto. Una increíble fábula sobre la dignidad humana. Sobre la lucha entre el bien y el mal en el mundo y en el corazón del hombre. Eso es The Road. Eso es también la vida, podría decirse. Y, aún así, quizá alguien opine que el guión es pobre, que en la trama apenas suceden cosas y que el periplo interminable de los protagonistas suena a repetitivo, a poco inspirado. Es posible. Sí.
Hay pocas historias tan optimistas como la concebida por Cormac McCarthy y ofrecida por Hillcoat con absoluta fidelidad al original. La película rebosa amor. El amor de un padre por un hijo, el amor de un hijo por un padre. El amor al bien y a la conciencia moral -ese eterno "fuego" que llevan en sus corazones- y a la postre el amor hacia el ser humano, la inmortal esperanza de que donde hay un hombre no está todo perdido. "Si fuera Dios habría creado este mismo mundo, no uno diferente", dice el padre en un momento trágico del film. Al final, el verdadero amor puede con todo (Decine21)
La película es atosigante y deprimente con el valor
del amor del padre por su hijo y de este
por su padre, y seguir luchando con la única esperanza de llegar al mar (aunque
no se llega a saber nunca para qué). Hay momentos de
violencia desagradable y sugerencia de canibalismo y violación. (Almudí JMM-JMV). LEER MÁS