Dirección: Brett Ratner
Intérpretes: Chris Tucker, Jackie Chan, Max Von Sydow, Hiroyuki Sanada, Yvan Attal, Youki Kudoh.
Guión: Jeff Nathanson
Música: Lalo Schifrin
Fotografía: J. Michael Muro
Distribuye en Cine: Tri Pictures
Género: Acción, Comedia
Un americano (y un chino) en París
La primera entrega de Hora punta transcurría en Los Ángeles, donde Carter, detective de la policía de esta ciudad, se veía obligado a colaborar con Lee, un inspector chino. En la segunda, cambiaban las tornas, y el estadounidense se tenía que ir a China. Esta vez, la acción transcurre en terreno neutral, concretamente en París, ciudad a la que llegan Carter y Lee tras la pista de los tipos que dispararon al embajador chino, cuando estaba a punto de divulgar información secreta sobre las Triadas.
Los apasionados de Jackie Chan echarán de menos más coreografías de acción, que esta vez saben a poco. Los guionistas recurren en todo momento al humor zafio, y no sólo le dan frases en esta línea a Chris Rock, como en las anteriores entregas, sino que esta vez también le toca alguna a Jackie Chan. Además, la trama es mínima y previsible, lo que la convierte en la entrega más decepcionante. Queda, eso sí, algún momento divertido, como el primer encuentro con el taxista antiamericano, por lo que la disfrutarán más o menos los incondicionales de los protagonistas. No vale la pena verla. (decine21 / Almudí)
"Desde niño me gustan las películas de Jackie Chan (creo que la primera que vi fue "El mono borracho en el ojo del tigre" hace casi 25 años), pero hay que admitir que sus mejores obras se realizaron en Hong Kong y Asia en general. Las que ha hecho en América han sido, en el mejor de los casos, pálidas copias saboteadas por las rígidas fórmulas y procedimientos de Hollywood, negando así la creatividad y espontaneidad de este legendario artista marcial. Y, dentro de esas cintas norteamericanas, "Hora punta 3" se perfila como una de las peores (quizás no tan mala como "El esmoquin", pero muy cerca de ella), más costosa que las modestas "Impacto inminente" y "Shanghai kid, del este al oeste", pero de algún modo inerte y cansada. Y no me refiero sólo a las escenas de acción en las que ya se nota el peso de los 53 años de Chan, sino al guión completo, compuesto por escenas inconexas, arbitrariamente aderezadas con torpes rutinas "cómicas" de Tucker y esbozos de intriga y suspense totalmente fallidos" (La Butaca)