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Dirección y guion:Ruben Östlund. Países:Suecia, Francia y Noruega. Año: 2014.Duración: 120 min. Género:Drama. Interpretación: Johannes Kuhnke (Tomas), Lisa Loven Kongsli (Ebba), Vincent Wettergren (Harry), Clara Wettergren (Vera), Kristofer Hivju (Mats), Brady Corbet (Brady). Producción: Philippe Bober, Erik Hemmendorff y Marie Kjellson. Música: Ola Flottum. Fotografía: Fredrik Wenzel.Distribuidora:Golem. Estreno en España: 27 Febrero 2015
Reseña:
Tras ganar el Premio del Jurado en la sección Un Certain Regard del Festival de Cannes 2014, este cuarto largometraje de ficción del sueco Ruben Östlund (‘Gitarrmongot’, ‘De ofrivilliga’, ‘Play’), obtuvo en el Festival de Sevilla 2014 el Giraldillo de Oro a mejor película y mejor guion. Después, ha sido candidato al Globo de Oro 2014 a la mejor película en habla no inglesa y a los Premios del Cine Europeo 2014 a mejor película y director. Unos reconocimientos merecidos, pues ofrece una certera radiografía de los males y desafíos de tantas familias jóvenes en las individualistas sociedades desarrolladas.
Un matrimonio danés y sus dos hijos, todavía pequeños, pasan cinco días de vacaciones en una lujosa estación de esquí de Los Alpes franceses, que goza de una nieve perfecta y un tiempo soleado. El marido trabaja mucho, de modo que su mujer le anima a que aproveche esa ocasión para tratar más a los chavales. Todo marcha bien hasta que un hecho traumático, aparentemente nimio, resquebraja gravemente la unidad familiar.
A veces desconciertan los saltos que da Östlund de la tragedia a la comedia, y viceversa. Y, ciertamente, irrita un poco el torno descarnado y exhibicionista de algunos breves pasajes eróticos, por lo demás, habituales en el cine escandinavo. En cualquier caso, sobre esos defectos se impone la poderosa planificación de Östlund —igual de intensa en los bellísimos planos generales que en los sangrantes primeros planos—, las conmovedoras interpretaciones de todo el reparto —tanto adulto como infantil— y la honestidad con que Östlund constata la inmadurez afectiva, la falta de referentes morales y la incapacidad de autocontrol de tantos hombres y mujeres, a menudo más graves que las que padecen sus propios hijos.
Se agradece, además, el tono realista pero positivo del conjunto, tan rotundo y directo en su afilado retrato de las miserias humanas —todos los personajes tienen sus momentos malos— como en su decidida exaltación de la humildad, el arrepentimiento, el perdón y el amor como los peldaños necesarios para dominar la “fuerza mayor” de los instintos, dar un sentido profundo al trabajo, sacar adelante una familia y ser feliz. (Cope J.J.M. Almudí JD). Decine21 LEER MÁS