Dirección: James Wan. País: USA. Año: 2013. Duración: 112 min. Género: Terror. Interpretación: Patrick Wilson (Ed Warren), Vera Farmiga (Lorraine Warren), Lili Taylor (Carolyn), Ron Livingston (Roger). Guion: Chad Hayes y Carey Hayes. Producción: Tony DeRosa-Grund y Peter Safran. Música: Joseph Bishara. Fotografía: John R. Leonetti. Montaje: Kirk M. Morri. Diseño de producción: Julie Berghoff. Vestuario: Kristin M. Burke. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España. Estreno en USA: 19 Julio 2013. Estreno en España: 19 Julio 2013.
Reseña:
Cinta de terror inspirada en un episodio profesional de los demonólogos Ed y Lorraine Warren, un matrimonio de católicos que fundaron en 1952 la Sociedad de Investigación Psíquica de Nueva Inglaterra. Él (Patrick Wilson) era un estudioso de los fenómenos sobrenaturales, y ella (Vera Farmiga) era una vidente. Allí donde se daban casos de fenómenos paranormales susceptibles de interpretación sobrenatural, acudían los Warren como la mayor autoridad, y con el tácito apoyo de la Iglesia católica. En este caso, se centra en uno de los sucesos más inquietantes de su carrera profesional: la historia de los Perron —Carolyn (Lili Taylor), Roger (Ron Livingston) y sus cinco hijas (Shanley Caswell, Hayley McFarland, Joey King, Mackenzie Foy, Kyla Deaver)—, una familia de Rhode Island que, en 1974, al trasladarse a vivir a una gran casa de campo, comenzaron un angustioso periplo por el mundo de los fenómenos paranormales, hasta que la Iglesia reconoció que estaban ante la presencia de un demonio.
Basada libremente en el libro “House of Darkness, House of Light: The True Story”, de Andrea Perron, la película no hace ninguna aportación formal al género, y sigue los pasos de la filmografía previa de su director, el australiano de origen malayo James Wan (“Saw”, “Silencio desde el mal”, “Sentencia de muerte”). Su anterior película, “Insidious”, trataba también de un caserón en el que vivía una familia acosada por espíritus y demonios. Incluso la banda sonora es del mismo efectista compositor Joseph Bishara. Sin embargo, al delirio esotérico de aquella, aquí contrapone un guion de los hermanos Chad y Carey Hayes, basado en un caso real, y el resultado es incomparablemente mejor, incluso en su efecto aterrador. Se basa en una concepción cristiana del demonio, subraya la importancia del bautismo como primer exorcismo, y da un espacio a la libertad del poseído que no tienen las típicas cintas de terror oriental. La simbología cristiana llena la película, y los Warren siempre llevan consigo el rosario, y una cadena al cuello con la cruz. En ese sentido, se agradece la inexistencia de ambigüedad religiosa en el filme.
Por otra parte, y a pesar de los efectos especiales tan manidos, un buen reparto encabezado por Vera Farmiga y Patrick Wilson, contribuye a dar solidez a una película más seria de lo que podría esperarse de un director como Wan. Un poco más de contención habría beneficiado a esta cinta que, sin embargo, se cuenta entre las películas de exorcismos más interesantes.(Cope J. O.)