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Dirección: Steven Quale.País: USA. Año: 2014. Género: Thriller. Interpretación: Richard Armitage, Sarah Wayne Callies, Matt Walsh, Alycia Debnam-Carey, Arlen Escarpeta, Nathan Kress, Jon Reep, Jeremy Sumpter. Guion: John Swetnam. Producción: Todd Garner. Música: Brian Tyler.Fotografía: Brian Pearson. Montaje: Eric Sears. Diseño de producción: David Sandefur.Vestuario: Kimberly Adams. Distribuidora: Warner Bros. Pictures International España.Estreno en USA: 8 Agosto 2014. Estreno en España: 29 Agosto 2014.
Reseña:
Bailando con tornados
Pete lidera un equipo de cazatornados, que se pasan el año de un lado para otro estudiando este devastador fenómeno metereológico, captando las imágenes más espectaculares que pueden. Pero llevan una temporada que no se comen una rosca en lo que a tornados se refiere, y Pete culpa de ello a Allison, pues confía más en su instinto que en las predicciones del tiempo que ella maneja. El caso es que Allison dice que lo suyo es ir a la pequeña población de Silverston, en la que nadie se está fijando. Y en efecto, allí se va a desatar una tormenta con una verdadera catarata de tornados, lo nunca visto.
Típica cinta catastrofista de serie B, en la línea de Twister –no confundir con "Twitter", por favor–, una producción de Steven Spielberg que contó con un guión de Michael Crichton. Aquí tenemos efectos visuales más sofisticados –han pasado 18 años, los FX han alcanzado verdaderamente su mayoría de edad–, y una trama coral bastante básica, donde los personajes principales son; los integrantes del equipo cazatornados, con el endiosado Pete, y sobre todo Allison, madre soltera cuya hijita está con los abuelos, y a la que no ve desde hace 3 meses; un padre viudo, subdirector del instituto de Silverston, y sus dos hijos adolescentes; y un par de cafres a los que les encanta hacer vídeos extremos a los Jackass para subirlos a YouTube, y que son el contrapunto cómico.
La cinta de Steven Quale –que dirigió Destino final 5 y aquí se vale del recurso de usar las cámaras que portan los personajes para justificar ciertos planos– es entretenida, pero absolutamente previsible, no arriesga ni un ápice. Y los actores poco tienen que hacer, más allá de ser naturales y decirse lo mucho que se quieren en una situación extrema.
En el ojo de la tormenta se ha estrenado en algunas salas de cine con el sistema iSense que aporta efectos adicionales para que el espectador se meta más en la película, básicamente ventiladores que ofrecen un vientecillo ligeramente huracanado y humificadores para replicar la sensación de la lluvia. Resulta exagerado que le entreguen a uno un chubasquero para el visionado, pero está claro que la idea ayuda a meterse en la película, y le concede el rasgo de "experiencia ferial", que es de lo que se trata. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS
