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El lobo detrás de la puerta

El lobo detrás de la puerta

O lobo atrás da porta
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: Fernando Coimbra

Contenidos: Imágenes (varias V, X), Ideas (amoralidad, fatalismo F)

Dirección y guion: Fernando Coimbra. País: BrasilAño: 2013. Duración: 100 min. Género: Drama.Interpretación: Leandra Leal (Rosa), Milhem Cortaz (Bernardo), Fabiula Nascimento (Sylvia). Producción: Caio Gullane, Fabiano Gullane, Debnora Ivanov, Gabriel Lacerda, Pablo Torrecillas y Rodrigo Castellar. Fotografía: Lula Carvalho. Montaje: Karen Akerman. Dirección artística: Tiago Marques. Vestuario: Valeria Stefani. Distribuidora:Alfa Pictures y Betta Pictures. Estreno en Brasil: 5 Junio 2014. Estreno en España: 18 Julio 2014.

Reseña:

   Un niño es secuestrado. En la comisaría, Sylvia ( Fabiula Nascimiento) y Bernardo (Milhem Cortaz), los padres, y Rosa ( Leandra Leal), principal sospechosa y amante de Bernardo, dan testimonios contradictorios. Rosa y Bernardo se conocieron en un tren de cercanías en Río de Janeiro. Se convirtieron en amantes. Obsesionada, Rosa inicia una amistad secreta con Sylvia, sin que ésta sepa la relación que mantiene con su marido. Sylvia, cansada de su rutinaria vida de ama de casa, ve en su amistad con Rosa un aliciente que le hace sobrellevar el tedio. Este fuego reavivado en Sylvia despierta de nuevo su pasión por Bernardo.

   Debut en el largo del cortometrajista brasileño Fernando Coimbra, que actualiza los parámetros del cine negro. En El lobo detrás de la puerta, la pequeña hija de Sylvia y Bernardo desaparece. Presuntamente la ha secuestrado una misteriosa mujer que la recogió de la guardería. Rosa, amante del padre, se convierte en la principal sospechosa de la policía.

   Coimbra tiene como principal punto de referencia películas clásicas como Obsesión o El cartero siempre llama dos veces, donde la trama policíaca acaba siendo una mera excusa para la descripción de una sociedad marcada por la falta de sólidos principios morales. También recuerda aRashomon, de Akira Kurosawa, al reconstruir una historia delictiva ofreciendo distintos puntos de vista de los implicados.

   El estilo hiperrealista de Coimbra impacta, y mantiene pegado al espectador en espera del desenlace. Además, sus reflexiones sobre las consecuencias del engaño alcanzan cierta solidez. Quizás pesa en cierta medida su tono fatalista y desesperanzado, en la línea de gran parte del cine actual. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS