Mayores. El hijo de la novia es Rafa, propietario de un restaurante; divorciado y con una hija a la que ve poco. Pasa por momentos difíciles en el negocio y también en su vida personal. Además su anciana madre, Norma, está recluida con Alzheimer en una residencia. La trama coge cuerpo cuando su padre, Antonio, decide concederle a Norma la antigua ilusión de casarse por la Iglesia, y más aún cuando Rafa sufre un ataque al corazón que le lleva a replantearse su escala de valores en la vida. La película es un clásico melodrama, ése género capaz de contar historias sencillas de la gente, salpicadas de las penas y alegrías más cotidianas y que surcan el camino de la vida. Es grande la capacidad de ternura y de ingenio que derrocha este filme. Su esmerada construcción descansa en un impresionante guión, muy inteligente y humano, divertido y chispeante. A esto hay que añadir una galería de personajes extraídos como a voleo de la vida misma a los que encarna un plantel de buenos actores que parecen compinchados para dar un recital interpretativo. El relato recibe un tratamiento técnico sobrio, al servicio de la sencillez y la profundidad de la historia, con una cámara que parece penetrar en el alma de los personajes. El conjunto resulta sinceramente emotivo, entrañable, cautivador e inteligente y consigue no derrapar por los derroteros de la cursilería. El director aprovecha para dar un repaso profundo a muchos de los males que afligen al hombre de hoy: el trabajo devorador de la vida y de la familia, la ancianidad y sus problemas de atención, la educación en los hijos de padres divorciados...El realizador argentino se atreve a dar respuestas sencillas, claras y divertidas a este complejo conglomerado. Cabe reprocharle una excesiva condescendencia ante situaciones morales ambiguas, situaciones matrimoniales irregulares y el ridículo trato que recibe el sacerdote católico por su rígida y falsa respuesta a la propuesta de boda, convirtiéndole así en el único “malo” de toda la película, tan indulgente y comprensiva con los defectos de casi todos sus personajes. Esta falsa respuesta conduce a Rafa a organizar una parodia de boda con un amigo vestido de sacerdote como celebrante. Todo esto se debe advertir antes de la proyección para verla con visión crítica. Además hay dos escenas que se deben cortar: 3', besos pasionales; 19', breve escena muy sensual.