Contenidos: Imágenes (varias V, algunas X), Diálogos (varios D)
Dirección y guion: Pierre Schoeller. Países: Francia y Bélgica. Año: 2011. Duración: 115 min. Género: Drama. Interpretación: Olivier Gourmet (Bertrand Saint-Jean), Michel Blanc (Gilles), Zabou Breitman (Pauline), Laurent Stocker (Yan), Sylvain Deblé (Martin). Producción: Jean-Pierre Dardenne, Luc Dardenne y Denis Freyd. Música: Philippe Schoeller. Fotografía: Julien Hirsch. Montaje: Laurence Briaud. Vestuario: Pascaline Chavanne. Distribuidora: Surtsey Films. Estreno en Francia: 26 Octubre 2011. Estreno en España: 26 Abril 2013.
Reseña:
El ala oeste del Eliseo
Este premiado drama político inspirado en la célebre serie de Aaron Sorkin no anima a dedicarse a la política, más bien a huir de ella.
El Ministro de Transporte francés, Bertrand Saint-Jean (Olivier Gourmet), es despertado en plena noche por su Jefe de Gabinete (Michel Blanc) y su Directora de Comunicación (Zabou Breitman). Un autobús ha caído por un barranco, y hay unos cuantos muertos. Bertrand se dirige inmediatamente hacia el lugar del suceso. Comienza así la jornada de un político dedicado y eficaz, que ha sacrificado su felicidad y la de su familia supuestamente en aras del bien común. Pero, en realidad, gran parte de sus energías se consumen en mantener la velocidad en un mundo cada vez más complejo, comunicado y agresivo; en mantener su posición dentro del torbellino de las constantes luchas por el poder; en mantener su popularidad en plena crispación social por la crisis económica y por el rumor de una inminente privatización de las estaciones ferroviarias... ¿Cuánto aguantarán el cuerpo y el alma de este buen hombre?
Premio Fipresci en Cannes 2011, Premio a la mejor película 2012 del Sindicato de Críticos de Cine de Francia y ganadora de tres Premios César 2012 —mejor guión, sonido y actor de reparto (Michel Blanc)—, este drama político consolida la carrera del director y guionista francés Pierre Schoeller, que se dio a conocer con “Zéro défaut” y “Versalles”. En “El ejercicio del poder” repite un tono hiperrealista, cortante, descarnado en sus diálogos y en su crudo tratamiento del sexo. Su intención es sumergir al espectador en el opresivo submundo de la política de altos vuelos, que Schoeller presenta con unos rasgos decididamente pesimistas, aunque moralmente bien enfocados. Esta perspectiva fatalista espesa todavía más la película, que a ratos se hace tediosa, aunque mantiene el interés del espectador gracias a los importantes temas que trata, a la tensión de su puesta en escena y a la buena labor de todo el reparto, especialmente del veterano actor belga Olivier Gourmet, magnífico tanto en los momentos sobrios como en los pasajes desatados de su patético personaje. En todo caso, “El ejercicio del poder” es la película menos indicada para intentar animar a alguien a dedicarse a la política.(Cope J. J. M.)