Contenidos: Imágenes (varias S), Diálogos (varios D), Ideas (familias desestructuradas F)
Dirección y guion: Nat Faxon y Jim Rash. País: USA. Año: 2013. Duración: 103 min. Género: Comedia dramática. Interpretación: Steve Carell (Trent), Toni Collette (Pam), Liam James (Duncan), Allison Janney (Betty), AnnaSophia Robb (Susanna), Sam Rockwell (Owen), Maya Rudolph (Caitlin), Rob Corddry (Kip), Amanda Peet (Joan). Producción: Kevin J. Walsh y Tom Rice. Música: Rob Simonsen. Fotografía: John Bailey. Montaje: Tatiana S. Riegel. Diseño de producción: Mark Ricker. Vestuario: Ann Roth y Michelle Matland. Distribuidora: Hispano Foxfilm. Estreno en USA: 5 Julio 2013. Estreno en España: 25 Octubre 2013.
Reseña:
Zozobra adolescente
A Duncan, un chaval de 14 años, le toca pasar el verano con su madre Pam, el novio de su madre, Trent, y la hija de éste, en una zona playera, en una casa conlindante con la de Betty, mujer separada y de volcánica personalidad, madre de dos hijos. En plena crisis adolescente, no lleva bien la separación de sus padres y la nueva figura paterna resulta insoportable por sus nulos esfuerzos en mantener una relación normal. Encontrará un referente paterno inesperado en Owen, empleado de un parque acuático, que le ofrece trabajar como ayudante. Ese entorno en que se encuentra a gusto le irá proporcionando la suficiente confianza para moverse con más soltura en su incómodo hogar.
Brillante debut en la dirección de dos actores de comedia poco conocidos, Nat Faxon y Jim Rash –ambos se reservan pequeños papeles en la película–, que ya dieron prueba de su talento como guionistas firmando el libreto de Los descendientes, que les valió el Oscar, y con la que El camino de vuelta mantiene no pocos puntos de conexión. Aquí, de nuevo, la historia es suya. Y el planteamiento alrededor de la familia es muy “indie”, hace pensar en Pequeña miss Sunshine, tal vez por compartir con ese título dos actores, Steve Carell y Toni Collette.
Faxon y Rash destacan por armar bien la narración, con sus múltiples personajes, sus trabajadas escenas y sus brillantes diálogos, manteniendo el justo equilibrio entre lágrimas y risas. El dúo escribe bien y resuelve bien en la puesta en escena. Ello para describir con agudeza los problemas a los que se enfrentan tantas familias desestructuradas, cuya carga puede hacerse muy pesada para alguien que se encuentra a las puertas de ingresar en la edad adulta. Con un intenso aire de telefilme inflado, este melodrama desarrolla con honestidad las devastadoras consecuencias en los hijos de la falta de estabilidad en los matrimonios. (Decine 21 / Almudí JD) LEER MÁS