El arca de Noé

Dirección: Juan Pablo Buscarini
Guión: Enrique Cortés, Barbara Di Girolamo, Axel Nacher, Fernando Schmidt
Música: Andrés Goldstein, Daniel Tarrab
Distribuye en Cine: Sony
Duración: 88 min.
Género: Animación, Comedia

El gran diluvio 

    Esta película rescata la historia bíblica de Noé, quien recibió el encargo divino de construir un arca donde navegaría una pareja de ejemplares de todas las especies animales. Esta gran empresa estaba motivada por la inminente llegada de un diluvio que asolaría la Tierra. 

    El arca de Noé muestra a un Dios dolido por la mala conducta humana, lo que le lleva a enviar un escarmiento en forma de diluvio. Aunque antes da una oportunidad a los seres vivos de la mano del bueno de Noé, cuya fe no flaquea en ningún momento, lo que hace que algunos le tomen por loco. 

    En cuanto a la animación, la película deja bastante que desear, sobre todo teniendo en cuenta las altas cotas que se alcanzan estos días. En lo referente a la historia, la película da continuamente la sensación de que podría haber dado más de sí, pues el guión es bastante flojo. La vertiente cómica queda bastante diluida, salvo por la presencia de Dios, que cae bien. 

    Noé es un bendito que no duda de la petición divina y embarca a toda su familia en el arca. Una dura prueba, pues sus hijos, aunque tienen buen corazón, luchan por sus intereses particulares. Por lo que la historia es una apología de la importancia del trabajo en equipo y el respeto por los demás. Este conflicto se extrapola a los animales que acuden a la llamada de Noé. 

    Éstos también aprenden que a pesar de las diferencias que existen entre ellos deben trabajar unidos si quieren que la empresa tenga éxito. La historia de los humanos resulta sosa y pobre, pues se pasa por encima, mientras que los animales se convierten en los auténticos protagonistas. La pena es que no interactúan humanos y animales, por lo que hay momentos donde se tiene la sensación de estar viendo dos películas distintas. 

    Más allá de los valores de convivencia, respeto y tolerancia que propugna la película, también se hace hincapié en el sentido de la responsabilidad y de la fe, no sólo religiosa, sino en los compañeros de viaje. La actitud infantil y despreocupada de Xiro, futuro rey león, tiene que desaparecer si quiere gobernar a los suyos como merecen. Por lo que la película también apunta a la necesidad de hacer frente a las responsabilidades, aunque eso sí, sin olvidar que de vez en cuando también es necesario disfrutar. 

    Los más pequeños serán los que más disfruten, pues el nivel de la historia no da para enganchar a los mayores de la casa a pesar de que hay un par de guiños cinematográficos a Titanic y La tormenta perfecta, y otro a la desaparición de los dinosaurios. 

    En general, la película resulta entretenida e inteligente, y afronta con buen humor la ecología, la familia, la religión y la relación con Dios, doblado en la versión española por el actor Alfredo Landa. Se desaconseja por falta de calidad. (decine21 / almudí JD-AC)