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Dirección: Nigel Cole Guión: Colin Patrick Lynch Fotografía: John de Borman Montaje: Susan Littenberg Música: Alex Wurman Intérpretes: Ashton Kutcher, Amanda Peet, Kathryn Hahn, Kal Penn, Ali Larter, Taryn Manning, Gabriel Mann, Jeremy Sisto, Ty Giordano Distribuidora: Buena Vista. Oliver y Emily (Amanda Peet) son diametralmente opuestos. Él es un chico recién licenciado que tiene un plan para hacerse rico y que concibe la vida como una sucesión de prioridades inquebrantable. Ella es una joven desenfadada y alocada que se deja lleva por sus impulsos y que aprovecha todo lo que le ofrece el presente. Un aeropuerto será el punto de reunión de éstas dos personalidades que se atraen y se repelen al mismo tiempo. El amor es lo que tiene es el tercer largometraje del director Nigel Cole, responsable de la comedia El jardín de la alegría que le valió el reconocimiento en el Festival de Sundance 2000 con el premio Audience Award. Absorbido por las políticas veraniegas de Hollywood, Cole firma en esta ocasión una comedia romántica bastante insustancial que serpentea por los tópicos y fórmulas hechas del género. Concebido como un gran flash-back de más de 6 años, el guión del debutante Colin Patrick Lynch va perdiendo empuje a medida que se suceden los cortes temporales y que asistimos a la inconsistente evolución del personaje de Emily, a pesar de su atractivo y poderoso arranque. La idea de presentar a dos personajes contrapuestos que van reconciliando posturas con el paso del tiempo y los golpes de la vida, se ve diluida por la poca solvencia de una historia de amor que parece más una vía de escape a los problemas acuciantes de los protagonistas. Amanda Peet (Falsas apariencias, Identity) y Ashton Kutcher (Recién casados, El efecto mariposa) no consiguen salvar con sus respectivas interpretaciones ni la inconsistencia de un flash-back interminable, ni una serie de escenas con un alto grado de patetismo (la visita de Oliver al cementerio, la conversación con la azafata y la canción). Hollywood nos ofrece una comedia romántica insustancial fabricada en cadena para dejarse el cerebro en casa. No merece la pena verla. (Filasiete / Almudí)