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Corrupción en el poder

Corrupción en el poder

Casino Jack
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2014
  • Dirección: George Hickenlooper

Contenidos: Imágenes (varias V, X), Diálogos (algunos D),  Ideas (amoralidad, corrupción F)

 Dirección: George Hickenlooper. País: CanadáAño: 2010. Duración: 108 min. Género: Comedia dramáticaInterpretación: Kevin Spacey (Jack Abramoff), Barry Pepper (Michael Scanlon), Kelly Preston (Pam Abramoff), Jon Lovitz (Adam Kidan), Rachelle Lefevre (Emily Miller), Graham Greene (Bernie), Maury Chaykin (Big Tony). Guion: Normam Snider. Producción: Gary Howsam, Bill Marks y George Zakk. Música: Jonathan Goldsmith. Fotografía: Adam Swica. Montaje: William Steinkamp. Diseño de producción:Matthew Davies. Vestuario: Debra Hanson. Distribuidora: Paycom MultimediaEstreno en España: 20 Junio 2014.

Reseña:

   El abogado judío Jack Abramoff (Kevin Spacey) fue un poderoso y corrupto lobbista republicano en Washington D.C., que se enriqueció injustamente durante años mediante múltiples fraudes y numerosos sobornos, realizados supuestamente para el bien de las tribus indias a quienes representaba en el Congreso. En 2010, Abramoff fue acusado y condenado por diversos delitos, como fraude, conspiración o evasión de impuestos. 

 

   Esta película recrea su historia, y especialmente las turbias relaciones de él y su socio Michael Scanlon (Barry Pepper) con el sinuoso Tom DeLay (Spencer Garrett) —líder de la mayoría republicana en el Congreso—, con el impresentable empresario Adam Kidan (Jon Lovitz) y con el violento Daniel Kash (Gus Boulis), un mafioso griego que regentaba en Florida una docena de casinos flotantes.

 

   Basada en hechos reales, esta demoledora radiografía de las cloacas de Washington D.C. ha tardado cuatro años en llegar a España. Se trata de una ambiciosa producción canadiense, con un notable reparto y dirigida con cierto vigor por el estadounidense George Hickenlooper (“Dogtown”, “La gran rueda del poder”, “Servicio de compañía”, “Factory Girl”), que despliega un estilo hiperrealista cercano al de Martin Scorsese en “El lobo de Wall Street”. 

 

   Sin embargo, el conjunto decepciona por la irregularidad de su ritmo narrativo, la parcialidad de sus constantes ataques el Partido Republicano, la crudeza de alguna escena violenta o sexual, y la ineficacia de su supuesto tono de comedia, que encaja mal con el patetismo de muchas de las situaciones dramáticas que se plantean.

 

    De todas formas, los temas que trata el filme son interesantes, y permiten disfrutar una vez más con el despliegue de recursos interpretativos que lleva a cabo Kevin Spacey, en un registro similar al que empleó en películas como “El pez gordo” o “Margin Call”. De hecho, en 2011, Spacey optó por este trabajo al Globo de Oro al mejor actor de comedia o musical. (Cope J. J. M.)