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Dirección: Todd Haynes. Países:Reino Unido y USA.Año: 2015. Duración: 118 min. Género:Drama, romance. Reparto: Cate Blanchett, Rooney Mara, Sarah Paulson, Kyle Chandler. Guion: Phyllis Nagy; basado en la novela de Patricia Highsmith. Música: Carter Burwell.
Reseña:
La relación de dos mujeres muy diferentes en la década de 1950 en Nueva York. Una joven de 20 años, Teresa (Mara), trabaja en una tienda y sueña con una vida más plena cuando conoce a Carol (Blanchett), una seductora mujer atrapada en un matrimonio adinerado, pero sin amor. A medida que la historia se desarrolla, sus vidas empiezan a desmoronarse mostrando a Carol cada vez más temerosa de perder la custodia de su hija en caso de una separación.
En una época, los años 50 del siglo XX, en que las relaciones lésbicas no se podían ni mencionar, la relación entre ambas mujeres irá creciendo paulatina y discretamente, pero en Carol pesa lo que ocurrirá con su hija si estrecha lazos con Therese.
Adaptación de "El precio de la sal", novela de Patricia Highsmith. La escritora, ella misma lesbiana, publicó inicialmente la obra con el seudónimo de Claire Morgan. Se trata de un material perfecto para Todd Haynes, al que siempre le ha interesado abordar en su cine la homosexualidad.
En el haber del Carol de Haynes puede ponerse cierta delicadeza y el evitar un enarbolamiento demasiado obvio de la bandera de la causa LGBT. Pero tampoco es la obra maestra que algunos pretenden.
Cate Blanchett y Rooney Mara son dos grandes actrices, que contribuyen a mantener la credulidad del espectador, frente a otros aspectos más flojos, como son los muy desdibujados personajes masculinos, e incluso las razones que mueven a Therese y Carol, tan atrapadas por su flechazo que parecen olvidar otras cuestiones que deberían ser importantes en su vida. Sobre todo en el caso de Carol, donde la maternidad parece considerarse como un simple derecho propietario obviando que se trata de una importantísima responsabilidad. La historia avanza morosamente, y con bastante delicadeza hasta que, en el tramo final, una concesión –innecesaria– al sexo empaña el tono elegante de la película. Las interpretaciones son buenas. (Almudí JD). Decine21: AQUÍ
