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Dirección: Joe Wright. País: Reino Unido. Año: 2012. Duración: 130 min. Género: Drama, romance. Interpretación: Keira Knightley (Anna Karenina), Jude Law (Alexei Karenin), Aaron Johnson (Vronsky), Kelly Macdonald (Dolly), Matthew Macfadyen (Oblonsky), Olivia Williams (condesa Vronsky), Alicia Vikander (Kitty), Domhnall Gleeson (Levin), Michelle Dockery (princesa Myagkaya), Emily Watson (condesa Lydia Ivanovna). Guion: Tom Stoppard; basado en la novela de León Tolstói. Producción: Tim Bevan, Paul Webster y Eric Fellner. Música: Dario Marianelli. Fotografía: Seamus McGarvey. Montaje: Melanie Ann Oliver. Diseño de producción: Sarah Greenwood. Vestuario: Jacqueline Durran. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en Reino Unido: 7 Septiembre 2012. Estreno en España: 15 Marzo 2013.
Reseña:
Son muchas las versiones cinematográficas, televisivas y teatrales que se han hecho de “Anna Karenina”, la famosa obra del ruso León Tolstoi, siendo la de Clarence Brown, con Greta Garbo, la adaptación más canónica y redonda desde el punto de vista cinematográfico. En 1997, Bernard Rose rodó la primera versión moderna para la gran pantalla, con Sophie Marceau en el papel protagonista. Ahora el londinense Joe Wright (“Orgullo y prejuicio”, “Expiación”, “El solista”, “Hanna”), que en cierto modo parece el nuevo James Ivory del siglo XXI, opta por distanciarse de los cánones clásicos de sus predecesoras, y ofrecer una puesta en escena original, basada en el espacio físico teatral, pero dilatado por la magia del cine.
El argumento es muy fiel a la historia original: en la Rusia de fines del siglo XIX, la aristócrata Anna Karenina sucumbe a una pasión adúltera que le lleva a la autodestrucción. Sin embargo, frente a unas lecturas más feministas de la obra, el guión de Tom Stoppard (“El imperio del sol”, “Vatel”) subraya el delirio irracional de esta mujer, y la injusticia infringida a su marido. También los aspectos religiosos aparecen con más personalidad que en otras versiones. Keira Knightley es una actriz excelente, aunque no llega a alcanzar la intangibilidad que mostró la “divina” en la versión sonora de 1935. Alekséi Karenin adquiere más ternura de la mano de Jude Law, y la madre del Conde Vronsky está convincentemente interpretada por la brillante Olivia Williams.
Lo más interesante es indudablemente el aspecto visual del filme: su puesta en escena, sus curiosas coreografías, su dirección artística y su iluminación.(Cope J. O.)