Contenidos: Imágenes (varias X), Diálogos (frecuentes D), Ideas (referencias muy ideológicas sobre la contracepción F)
Dirección: Dominic Harari y Teresa de Pelegri. Países:España, Irlanda y Francia. Año: 2013. Duración: 91 min. Género:Comedia romántica. Interpretación: Richard Coyle (Oliver Byrne),Leonor Watling (Bibiana), Ginés García Millán (Fernando), Simon Delaney (Simon), David Wilmot (Padraic), Lorcan Cranitch (Eddie), Ger Ryan (Anna). Guion: Dominic Harari, Teresa de Pelegri y Eugene O’Brien. Producción: Mariela Besuievsky, Mary Callery, Ruth Coady y Carole Scotta. Música: Ray Harman. Fotografía: Andreu Rebés. Montaje: Irene Blecua. Diseño de producción: Tom McCullagh. Vestuario: Susan Scott.Distribuidora: Hispano Foxfilm. Estreno en España: 9 Mayo 2014.
Reseña:
A pesar de que tiene un gran éxito su columna multimedia sobre el buen comer y la búsqueda del amor, el popular periodista gastronómico dublinés Oliver Byrne (Richard Coyle) no acaba de encontrar su media naranja, y se enreda en efímeras relaciones de quita y pon. Él atribuye sus inseguridades afectivas a la tosquedad de su padre Eddie (Lorcan Cranitch) y al sometimiento de su madre Anna (Ger Ryan), aunque seguramente se deben a su incombustible egoísmo.
Su lastimosa situación parece dar un giro cuando conoce a Bibiana (Leonor Watling), una bella comisaria de arte española, de fuerte personalidad. Pero los dos son muy distintos. A ella la van las buenas causas; a él, la buena comida. Ella es una kamikaze en el amor, y se lanza de cabeza a relaciones imposibles; mientras que a él le aterra el compromiso.
Nueva comedia romántico-gastronómica, en la línea de “Comer, beber, amar”, “Deliciosa Martha”, “Sin reservas”, “Un toque de canela”, “Julie & Julia”, “Bon Appétit”, “Kebab Connection”, “Fuera de carta” y tantas otras. La han escrito y dirigido la barcelonesa Teresa de Pelegri y el londinense Dominic Harari, que ya rodaron juntos en 2004 “Seres queridos”, su primer largometraje para el cine. Su realización es fresca y fluida, y mima las esforzadas interpretaciones de Richard Coyle y Leonor Watling, que establecen entre ellos una buena química, arrancando así algunas secuencias bastante divertidas.
Sin embargo, ellos y el conjunto del filme sufren gravemente la superficialidad e inconsistencia del guion, que también firma el irlandés Eugene O’Brien. Por un lado, su tono romántico se rompe con numerosos diálogos subidos de tono, varias burdas escenitas sexuales —esa ridícula subtrama de la novia juvenil de Oliver…— y un par de referencias muy ideológicas a la contracepción.
Y, sobre todo, se fuerza caprichosamente el arco dramático del personaje de Bibiana, que pasa de mujer fuerte y decidida a frágil y enamoradiza activista vegetariana, para culminar en un artificioso desenlace, totalmente sacado de la manga. Más entidad tiene la dramática trama de Oliver con sus padres, aunque también pasa de lo grotesco a lo intensamente emotivo sin solución de continuidad.
Mucha corrección política, mucho trazo grueso, mucho pie forzado, y poca autenticidad, poca emoción auténtica y poca magia. Mucho buen rollito, en fin, y poco amor de verdad.(Cope J. J. M.)