Dirección: Choi Dong-hoon. País: Corea del Sur. Año: 2012. Duración: 135 min. Género: Acción, thriller. Interpretación: Kim Yun-seok (Macao Park), Gianna Jun (Yenicall), Simon Yam (Chen). Guion: Choi Dong-hoon y Lee Gi-cheol. Producción: Ahn Soo-hyun. Música: Dal Pa-ian y Jang Young-kyu. Fotografía: Choi Yeong-hwan. Diseño de producción: Lee Ha-jun. Vestuario: Choi Se-yeon. Distribuidora: Media3 Estudio. Estreno en Corea del Sur: 25 Julio 2012. Estreno en España: 31 Mayo 2013.
Reseña:
Los amantes de los géneros y subgéneros denominan “heist movies” a aquellas películas de intriga que desarrollan una complicada trama en torno a un grupo de personas que planean un robo sofisticado. El cineasta surcoreano Choi Dong-hoon se dio a conocer con dos de esos filmes: “The Big Swindle” y “Tazza: The High Rollers”. Después, se tomó un respiro con la divertida comedia de fantasía “Woochi, cazador de demonios”, su primer filme estrenado en España. Ahora retorna a los “heist movies” con “El gran golpe”, que se ha convertido en la película más taquillera de la historia en Corea del Sur, con casi 14 millones de espectadores y 90 millones de dólares de recaudación.
Liderados por el misterioso Macao-Park (Kim Yun-seok), un grupo de ladrones coreanos, chinos y japoneses se dispone a poner en marcha un plan magistral para dar el golpe del siglo en un casino de Hong Kong: robar la Lágrima del Sol, un diamante de 318 kilates, que tiene un valor de 20 millones de dólares. Pero como el honor no existe entre ladrones, cada uno de ellos organiza por separado su propio y personal plan para ser el único que se quede con el ansiado botín.
A bote pronto, “El gran golpe” padece varios defectos importantes: le sobran arquetipos previsibles, es excesivamente larga, abusa de los diálogos groseros —algunos con expresiones irreverentes— y se parece demasiado a otras películas del género, sobre todo a la saga “Ocean’s Eleven”. Sin embargo, esos defectos se ven en buena parte compensados por unas notables interpretaciones, por el ritmo trepidante de la narración y por una docena de secuencias de acción espectacularísimas, entre la que destaca la antológica persecución y pelea en la fachada de un edificio. Además, su tratamiento de la violencia es mucho más suave que el habitual en el cine surcoreano. De modo que tendremos Choi Dong-hoon para rato.(Cope J. J. M.)