Contenidos: Imágenes (varias V, frecuentes S, algunas X), Diálogos (frecuentes D), Ideas (elogio y justificación de la vida irresponsable, la justicia está ausente, erotismo F)
Reseña:
Año de producción: 2010
País: España
Dirección: Fernando González Molina
Intérpretes: Mario Casas, María Valverde, Luis Fernández, Diego Martín, Álvaro Cervantes, Nerea Camacho, Andrea Duro, Marina Salas
Argumento: Federico Moccia (novela)
Guión: Ramón Salazar
Música: Manel Santisteban
Fotografía: Daniel Aranyó
Distribuye en Cine: Warner
Duración: 118 min.
Género: Drama, Romántico
El chico de la moto
Adaptación de la primera novela del italiano Federico Moccia, un fenómeno de ventas, sobre todo entre el público más joven, lo que propició una segunda parte titulada "Tengo ganas de ti". Dio lugar a una adaptación italiana, Tre metri sopra il cielo (2004), de Luca Lucini. La versión española está protagonizada por el ídolo del público más joven Mario Casas, y la dirige Fernando González Molina, que ya tiene experiencia en trabajar con el actor, pues fue el responsable de Fuga de cerebros, y de episodios de la serie que le dio a conocer, Los hombres de Paco.
El argumento tiene puntos en común con Crepúsculo, pero cambiando al vampiro por un chico problemático. Babi, niña pija de buenas maneras, estudiosa y con futuro, prepara su ingreso en la universidad. Al acudir con su novio a una fiesta, se cuela, junto a su grupo de amigos brutotes, Hache, un chico macarra, motero, rudo, con antecedentes judiciales. Hache intenta que ella le haga caso, a pesar de que está acompañada, lo que deriva en que acaba arrojando a Babi a la piscina, golpes brutales al novio y destrozo del coche de su chico. Sin embargo, Babi acaba sintiéndose atraída por el joven inadaptado, con el que volverá a reencontrarse en una carrera ilegal de motos a las que Hache es aficionado.
La cinta es de nula calidad cinematográfica. No tiene ritmo y hay pasajes de una cursilería que da vergüenza ajena. La actriz principal recalca tanto la vena pija y engreída de su personaje que cuesta entender que alguien pase un rato con ella. Su exhibicionismo resulta cansino, pues resulta difícil llevar la cuenta de las veces que se queda en ropa interior, con excusa o sin ella. La acción es predecible y poco creíble. Aparte de todo esto, se está vendiendo a los jóvenes un elogio de la vida salvaje demasiado irreal. Se ensalza la figura del delincuente violento, maltratador y bastante irresponsable. Las consecuencias a las que darían lugar sus acciones en la vida real no se ven en la pantalla, pues se libra 'milagrosamente' de un juicio por un acto tremendamente vandálico, con el testimonio de la chica que está enamorada de él, mientras que un acoso mafioso en toda regla a una profesora deriva en una pequeña riña de enamorados y ya está (Decine21 / Almudí JD). LEER MÁS