Director: Jonathan Mostow. Intérpretes: Arnold Schwarzenegger (Terminator), Kristanna Loken (T-X), Nick Stahl (John Connor), Claire Danes (Kate Brewster), David Andrews (Robert Brewter), Alana Curry (Novia de Bill).Producción: Mario F. Kassar, Andrew G. Vajna, Joel B. Michaels, Hal Liberman y Colin Wilson para Intermedia, IMF, C2 y Mostow-Liberman. Argumento: Una historia de John Brancato, Michael Ferris y Tedi Sarafian.Guión: John Brancato y Michael Ferris. Música : Marco Beltrani Fotografía: Don Burgess Montaje: Nel Travis y y Nicolas de Toth. Distribución::Columbia TriStar. Antes de arrasar con Titanic y hundirse de nuevo con el mítico barco para filmar espléndidos documentales, James Cameron inició y consolidó la saga de Terminator, una de las series de ciencia-ficción más populares y taquilleras de la historia. Rotas las relaciones de Cameron con sus productores, se ha hecho cargo de esta tercera entrega Jonathan Mostow, que ya mostró muy buenas maneras para el género de acción en sus anteriores películas: Breakdown y U-571. Una elección acertada, pues Mostow ha logrado un filme un poco diferente a sus antecesores, pero que no desmerece nada de ellos, ni en espectacularidad, ni en inverosimilitud, ni en su peculiar sentido del humor.Una década después del anterior salvamento del mundo de un holocausto nuclear, John Connor tiene 25 años, sufre constantes pesadillas apocalípticas y vive al margen de la sociedad, viajando de ciudad en ciudad a lomos de su mugrienta moto, y sobreviviendo con trabajos basura. Esto le permite estar prácticamente ilocalizable. Sin embargo, llega del futuro una T-X, sofisticada cyborg con forma de mujer escultural, alto poder destructor y casi indestructible, pues puede transformarse en todo lo que toca. Su misión es ejecutar a Connor y a todos los demás humanos que en el futuro son sus lugartenientes. Y, claro, tendrká que venir de nuevo otro viejo Terminator para proteger a la valiosa camada, en la que ahora también se encuentra una joven veterinaria, inteligente y audaz, que fue compañera de instituto de John Connor. Otra vez, el futuro del planeta Tierra y del género humano quedará en manos de unos pocos. Esta tercera entrega tiene los mismos defectos que sus antecesoras: un guión dramáticamente esquemático, pueril e inverosímil; unas cuantas secuencias groseras -incluidas las ya tradicionales exhibiciones nudistas de los terminators tras sus aterrizajes en la Tierra-, y, finalmente, una violencia brutal, concretada en una obsesión casi enfermiza por destruir cosas y mostrar armas de todo tipo. En cualquier caso, estos defectos se compensan en gran medida con un apabullante festival de secuencias de acción, magníficamente rodadas por Mostow y redondeadas por los espléndidos efectos visuales de Stan Wilson y la ILM. A esto se añade la poderosa presencia de la actriz noruega Kristanna Loken -muy bien en su papel de la mortífera y silenciosa T-X-, los elogiables esfuerzos dramáticos de Nick Stahl y Claire Danes -dos excelentes actores que salvan como pueden a sus planos personajes- y el divertido festival cómico que ofrece Arnold Schwarzenegger. Y es que la gran baza de Terminator 3 es su divertido sentido del humor, más abundante e incisivo que en las dos primeras partes. Gracias a ese humor, pierde virulencia la peliculera violencia del filme, emergen sin discursos lúcidas críticas sociales y se oxigena sin fracturas la trágica evolución del argumento. Queda así un espectáculo más bien tosco, pero narrativamente equilibrado y visualmente apabullante, que gustará de los fans de la saga y de otros muchos que no los son.
Nueva película de la saga, que hace posible otra continuación más. Garantizada la acción incesante. Público joven, y adictos a las películas de acción, al actor o a la serie Terminator. Hay unas imágenes iniciales de las “apariciones” de la TX y luego de Terminator (min. 6 y 8,14 y15), convienen evaluarlas (Aceprensa / Almudì JV y CR).