Violencia. Mayores. Tras un asesinato relacionado con un incendio, un veterano agente estrella de la policía de Nueva York y asiduo en los programas televisivos de sucesos, se une a un eficaz investigador de los bomberos, que desprecia a los periodistas. Deberán encontrar a dos locos asesinos, recién llegados del Este de Europa. Uno de estos matones comete asesinatos atroces, mientras el otro los graba en vídeo. Su peregrina idea es confesar y mostrar los crímenes ante las cámaras de televisión, previo cobro de una sustanciosa cantidad de dinero. Y con este dinero contratarán después a un abogado que los saque de la cárcel aduciendo transtorno mental transitorio. Como es lógico, los dos policías introducen una singular variante en esos planes. Entretenida. Buenas interpretaciones. Golpes de humor negro. Un asesino pide que le visite en su apartamento una chica de una casa de citas: imágenes que se deben suprimir.