Alguien dijo una vez que “un hijo se lleva 9 meses en el vientre, tres años en los brazos y toda la vida en el corazón”
Alguien dijo una vez que “un hijo se lleva 9 meses en el vientre, tres años en los brazos y toda la vida en el corazón”. Ésta es una frase fantástica y totalmente cierta, pero creo que necesita un matiz, y es que cuando un embarazo es interrumpido, ese hijo también queda para siempre en la mente y el corazón de su madre. “Aaron” es un cortometraje que, en tal solo cinco minutos, transmite fielmente este hecho que se ha descrito
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Este vídeo plantea una pregunta que se hacen muchas mujeres que se han sometido a un aborto: ¿Qué pasaría si mi hijo estuviera vivo? Según Natalia López Moratalla, catedrática de la Universidad de Navarra, “Existe una comunicación natural entre madre e hijo en el embarazo, y romperla no es natural, por lo que el aborto supone una violencia sobre la mujer”.
Las secuelas físicas y psíquicas que deja un aborto son una realidad de la que apenas se habla hoy en día. La gran mayoría de mujeres −por no decir todas− que se somete a un aborto sufren el síndrome post-aborto. Esta afección psicológica tiene consecuencias como insomnio, pesadillas, depresión, agresividad, psicosis, alcoholismo e incluso tendencias suicidas. Un estudio realizado por la AEBI (Asociación de Bioética) indica que más del 80% de las mujeres que se suicidan han abortado.
Otro estudio habla del aumento del riesgo de sufrir cáncer a causa del aborto. En mujeres con antecedentes familiares, mayores de 30 años, la probabilidad es de 210% y en menores de 18, la probabilidad de desarrollar cáncer antes de los 45 es del 100%. Por otra parte, en mujeres sin antecedentes familiares, el riesgo de sufrir cáncer es de un 150%.
Las personas que defienden la vida del no nacido, no han sido los únicos en denunciar las consecuencias del aborto. Planned Parenthood −la mayor empresa abortista de Estados Unidos− ha confirmado esta realidad en varios de sus informes trimestrales.
Por fortuna, las secuelas que deja el aborto se puede superar. En la actualidad existen numerosas asociaciones que ofrecen ayuda gratuita para poder superar el síndrome post aborto.