“Por supuesto que no es lo ideal ser madre en la adolescencia, pero si te has quedado embarazada, eso ya no lo puedes decidir, porque ya eres madre”
El pasado sábado 14 de marzo, fue convocada en Madrid una manifestación por la vida, la mujer y la maternidad. En este contexto, Marta, una adolescente embarazada a los 16 años, quiso compartir su testimonio en Youtube para ayudar a otras chicas que pasen por su situación. En menos de una semana, el vídeo prendió en las redes como la pólvora.
Marta, en nuestra sociedad, tener relaciones sexuales en la adolescencia no supone ningún estigma. Ni siquiera quedarse embarazada. Sin embargo, si una chica joven decide seguir adelante con ese embarazo, muchas veces es blanco de críticas y juicios. ¿Por qué te has animado a compartir tu testimonio?
Porque creo que hace falta. En nuestra sociedad está muy asumido que tener relaciones sexuales a esa edad es normal, pero si te quedas embarazada y decides tener a tu hijo, te tachan de inconsciente, de complicarte la vida, e incluso parece que estuvieras haciendo algo malo a tu hijo.
Creo que el apoyo, la ayuda y la suerte que he tenido yo es lo que hace falta para que el aborto no se vea como una solución a un problema, porque no lo es. Hace falta apoyo y ayuda, y si hay chicas que están en mi situación, ojalá lo vean y se den cuenta de que vale la pena seguir adelante. Es terrible que la sociedad se empeñe en darte como única solución que elimines a tu hijo.
El otro día me escribió una amiga y me dijo que una amiga suya está embarazada y se estaba planteando el aborto. Cuando le enseñé el vídeo en el que cuento mi historia, decidió seguir adelante y tener a su hijo. Ya solo por eso, ha valido la pena.
¿Eras consciente de lo que hacías al tener relaciones con tu novio y de las consecuencias que podía tener?
Mi familia es cristiana y me han educado en un ambiente en el que se da valor al matrimonio. Mis padres me han enseñado que las relaciones sexuales son algo para el matrimonio, porque no se puede empezar a construir la casa por el tejado.
Yo sabía que las relaciones prematrimoniales no estaban bien, pero una cosa es la teoría, y otra tenerla de verdad interiorizada y hacerla tuya. Nunca tuve planeado llegar a esa situación, sin embargo, si no tienes cuidado y eres consecuente con lo que piensas, acabas haciendo lo que no querías. Luego necesitas justificarte y autoengañarte.
¿Cómo reaccionó tu entorno cuando supieron que estabas embarazada y que ibas a tener a tu hija?
Aunque en casa fue un shock, sabía que mis padres me iban a apoyar. Pero al principio fue una situación rara, fueron asimilándolo poco a poco.
En el colegio también me apoyaron. Estuve bastante tiempo sin ir a clase, durante el embarazo y cuando tuve a la niña. Pero me pusieron muchas facilidades, para ir a hacer los exámenes cuando pudiera, para enviarme apuntes… Mis amigas del colegio también.
En el ambiente en el que me he criado, en general hay mentalidad provida. Pero cuando he salido fuera, en la universidad, es cuando me he dado cuenta de que no abortar está mal visto. Hay quienes me ven como si estuviera loca: “Tú verás la decisión que tomas”, “Es que eres muy joven, ¿cómo vas a decidir tener a tu hijo?”. Nadie te dice “Qué ilusión, qué bien que tengas a tu hijo, enhorabuena”.
En estos temas, el hombre es el gran olvidado. Algunos apoyan a su pareja en la decisión de abortar. Otras veces son ellos los que presionan a la mujer para que aborte. Pero también hay casos en los que él está dispuesto a sacar adelante la vida de ese niño y la madre no. ¿Cómo fue el caso del chico con el que estuviste?
Mi novio me apoyó muchísimo. Fue el primero en saberlo y estuvo a mi lado para lo que quisiera. El apoyo del padre de tu hijo es importantísimo. Aun siendo un niño de 17 años, con todos los miedos que provocaba la situación, supo estar a mi lado, apoyarme y defender la vida de su hija. Creo que él también tiene mucho que decir a todos aquellos padres que se encuentran en una situación así, y a esos muchos cuya opinión no se tiene en cuenta a la hora de acabar con la vida de su pequeño. Saber que tu bebé va a tener un padre, aunque no sea en la situación ideal, es muy necesario. Aunque éramos unos niños y nos llegó de maneras distintas, él supo estar ahí y darme su apoyo.
Cuando eras una adolescente embarazada, imagino que fueron muchos los temores que tuviste. A medida que pasaban los meses del embarazo, ¿qué miedos tenías?
Me agobiaba sobre todo ser madre, pensar que mi hija podía pasarlo mal por tener una madre de 17 años, porque realmente yo era una adolescente.
La primera vez que vi a mi hija en una ecografía aluciné. Las tengo todas guardadas. Es impresionante. Cuando notabas que se movía, era increíble pensar que llevabas dentro una persona, que había alguien dentro de ti que te quería, que te necesitaba, que estaba a gusto contigo.
También me agobiaba el día a día. Mi situación económica no es mala, pero eso no significa que mis padres me hayan pagado todo, o se hayan hecho cargo de todo. Al contrario, me dijeron que me buscara un trabajo y que el dinero que ganara lo utilizara en comprar pañales. Ahora que soy madre, todos mis planes, toda mi vida, gira en torno a Lucía, pero no lo cambio por nada, porque vale la pena.
El vídeo en el que cuentas tu testimonio se ha compartido en las redes sociales y ha reavivado el tema de la Cultura de la Vida en las conversaciones. ¿Te ha llegado algún eco? ¿La gente te está apoyando? ¿Has recibido críticas?
He escuchado de todo. Hay personas a favor del aborto que han visto el vídeo y se han enfadado. Me han llegado a llamar egoísta por haber tenido a Lucía, argumentando que las madres que abortan son más generosas. También los hay que me han dado las gracias por haber compartido mi historia.
¿Tú has sido siempre provida?
Antes es que ni me lo planteaba. El aborto me pillaba tan lejos, que no me importaba mucho. Nunca me había implicado, porque lo veía a años luz. Sabía que hay chicas que abortan, pero pensaba que nunca me vería en esa situación. Lo ves siempre como si a nadie de tu entorno le fuera a pasar. Y mucho menos a ti. Pero cuando me quedé embarazada es cuando me di cuenta de que es un tema en el que hay que implicarse.
Por supuesto que no es lo ideal ser madre en la adolescencia, pero si te has quedado embarazada, eso ya no lo puedes decidir, porque ya eres madre. Lo que sí puedes decidir legalmente es si dejas vivir a tu hijo o no. Creo que el aborto nunca es una solución, sino un error todavía más grave.
Para abortar todo son facilidades, socialmente es lo aceptado. La situación de una adolescente embarazada es muy complicada. ¿Qué crees que es lo que necesita una chica en esa situación?
En mi caso yo he tenido la suerte de tener buenos apoyos. Es verdad que muchas chicas no tienen el apoyo de sus padres. Entonces piensas: “Si no tengo apoyo en mi casa, ¿cómo lo voy a tener en el resto del mundo?”. Pero en ese caso, en casa están equivocados y tienes que buscar apoyo en otra parte. Busca el apoyo y lo encontrarás.
Aunque parezca que no, la gente está a favor de la vida. Incluso alguien que apoye el aborto en alguna ocasión, cuando ve que estás dispuesta a dar ese paso para tener a tu hijo, que sabes lo que vale su vida, no sé… Como que le contagias de amor a la vida. ¡Hay que buscar apoyo! También pasa que a veces nos parecen importantes cosas que no son tan importantes. Hay que tranquilizarse y tener confianza.
¿Se puede compaginar, siendo tan joven, una vida de estudio o trabajo con una hija?
Claro que sí. Lo primero que aprendes es a aprovechar el tiempo. Aprendes a estudiar con una mano, y con la otra mueves el tren chuchú. Ves las cosas de otra manera. Tu tiempo se multiplica, y sacas el bachillerato y la selectividad.
Puede parecer que tener una hija te impide hacer cosas grandes, pero es que lo más grande es cuando estás con ella… También te dices: “Igual yo no voy a poder hacer todo esto ahora, pero ella igual sí podrá hacerlo luego”. Te habías ilusionado con cosas, y luego te toca estar cambiando pañales.
Aunque a veces echas de menos tus sueños, son las cosas pequeñas que haces con tu hija las que te hacen crecer. Compaginar estudio y trabajo con niña, sí que se puede. A veces toca hacer malabares, pero como cualquier madre. Todo depende del valor que le des a la vida de tu hija.
Entrevista de María M. Orbegozo, en arguments.es.
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