Pio Santiago
• Numerarias auxiliares (en el sitio www.opusdei.es).
• Explicación breve de la vocación de numeraria auxiliar
• Palabras de San Josemaría sobre el trabajo que se desempeña en las Administraciones
• Videotestimonio de Andrea Feehery, una numeraria auxiliar norteamericana
• Videotestimonio de María, supernumeraria, y de Ana, numeraria auxiliar
• Palabras del Fundador del Opus Dei sobre la vocación de numeraria auxiliar
• Otros enlaces sobre numerarias auxiliares
• Testimonio de Isabel Angulo, numeraria auxiliar de Salamanca
• Entrevista a Katia Blondeau, numeraria auxiliar francesa
Explicación breve de la vocación de numeraria auxiliar
Las numerarias auxiliares son numerarias que se dedican profesionalmente al trabajo doméstico. Los rasgos que definen su figura son los mismos que en las otras Numerarias y Numerarios (celibato con la correspondiente especial disponibilidad para las labores apostólicas, etc.) con la peculiaridad de su dedicación profesional a la administración doméstica de los apostolados del Opus Dei, tarea en la que por otra parte, trabajan también otras Numerarias.
Las Numerarias Auxiliares, igual que las otras Numerarias que se ocupan de la administración doméstica de las sedes de los Centros del Opus Dei, no realizan ese trabajo como empleadas en casa ajena, sino como madres o hermanas de familia en su propia casa, aunque en atención a la profesionalidad con que lo desempeñan puedan designarse con nombres diversos, según las costumbres de cada lugar y tiempo.
Que la vocación al Opus Dei es la misma para las mujeres que para los hombres es evidente, a la luz de características peculiares de esta vocación. Es por eso igualmente idéntica la amplitud de acción apostólica; al Opus Dei pueden pertenecer, en efecto, y pertenecen de hecho, mujeres, solteras o casadas, de las más variadas condiciones sociales y de las más variadas profesiones: profesoras de universidad, campesinas, obreras, farmacéuticas, médicos, ingenieros, etc., llamadas cada una de ellas a santificar su propio estado y profesión.
La presencia de la mujer en el Opus Dei no sólo comporta el hecho obvio de que la espiritualidad y la misión de la Prelatura alcanza no sólo a hombres, sino, con idénticas intensidad y extensión, también a mujeres; sino que constituye además, un presupuesto necesario para que en el Opus Dei exista de hecho un espíritu de familia –de familia de vínculos sobrenaturales–, que no es otra cosa que un modo peculiar de realizarse una dimensión de la eclesialidad, es decir, de ser la Iglesia una verdadera familia de Dios.
Palabras de San Josemaría sobre el trabajo que se desempeña en las Administraciones:
La Administración doméstica en el Opus Dei es "Apostolado de apostolados" según el Fundador. Baste señalar que el Fundador expresaba la importancia objetiva de esta labor afirmando que es el apostolado de apostolados.
"Al trabajar en la Administración –escribía el Fundador a sus hijas–, participáis en todos los apostolados, colaboráis en toda la labor. Su buena marcha es una condición necesaria, el mayor de los impulsos para toda la Obra, si lo hacéis con amor de Dios. Sin ese apostolado vuestro, no se podrían poner en marcha los demás según nuestro espíritu".
Videotestimonio de Andrea Feehery una numeraria auxiliar norteamericana.
Andrea Feehery, que trabaja en el Shelbourne Conference Center (Indiana, EEUU), habla sobre su vocación como numeraria auxiliar, su vida en el Opus Dei, y la reacciones de su familia y amigos ante su vocación. Tomado de OpusDei.es.
Videotestimonio de María, supernumeraria, y de Ana, numeraria auxiliar.
María es supernumeraria, está casada y tiene cinco hijos. Ana es numeraria auxiliar. Las dos están convencidas de que el trabajo en la casa es fundamental para la buena marcha de la sociedad y por eso defienden que tenga un reconocimiento social y económico: "el mundo seguiría adelante sin banqueros o futbolistas, pero no sin personas que cuiden a los demás". Tomado deOpusDei.es.
Palabras del Fundador del Opus Dei sobre la vocación de numeraria auxiliar.
Conversaciones, 109.¡Es una cosa de primera importancia el trabajo en el hogar! Por lo demás, todos los trabajos pueden tener la misma calidad sobrenatural: no hay tareas grandes o pequeñas; todas son grandes, si se hacen por amor. Las que se tienen como tareas grandes se empequeñecen, cuando se pierde el sentido cristiano de la vida. En cambio, hay cosas, aparentemente pequeñas, que pueden ser muy grandes por las consecuencias reales que tienen.
Para mí igualmente importante es el trabajo de una hija mía del Opus Dei que es empleada del hogar, que el trabajo de una hija mía que tiene un título nobiliario. En los dos casos, sólo me interesa que el trabajo que realicen sea medio y ocasión de santificación personal y ajena: y será más importante la labor de la persona que, en su propia ocupación y en su propio estado, vaya haciéndose más santa y cumpla con más amor la misión recibida de Dios.
Ante Dios, igual categoría tiene la que es catedrático de una universidad, como la que trabaja como dependiente de un comercio o como secretaria o como obrera o como campesina: todas las almas son iguales. Sólo que a veces son más hermosas las almas de las personas más sencillas, y siempre son más agradables al Señor las que tratan con más intimidad a Dios Padre, a Dios Hijo y a Dios Espíritu Santo (...).
Entiendo el trabajo en el hogar como un oficio de trascendencia muy particular, porque se puede hacer con él mucho bien o mucho mal en la entraña misma de las familias. Esperemos que sea mucho bien: no faltarán personas que, con categoría humana, con competencia y con ilusión apostólica, harán de esa profesión una tarea alegre, de eficacia inmensa en tantos hogares del mundo.
Otros enlaces sobre numerarias auxiliares.
Petra Monterota: numeraria auxiliar del Opus Dei en Venezuela
Blog no oficial que explica la vocación de numeraria auxiliar
Preguntas y respuestas sobre las numerarias auxiliares
Testimonio de Isabel Angulo, numeraria auxiliar de Salamanca.
Mi trabajo contribuye decisivamente a que una casa sea un auténtico hogar.
Tiene 32 años y estudió Administración Hotelera. Nació en La Alberca, Salamanca, donde siguen residiendo sus padres, aunque ella vive en Madrid desde 1991, poco antes de hacerse numeraria auxiliar del Opus Dei.
Como ciudad elige San Sebastián, para leer Ana Karenina y en el cine opta por Los miserables. "Para comer no hay nada como unas patatas alpujarreñas", dice Isabel Angulo. Como numeraria auxiliar, su trabajo consiste en atender las necesidades de las personas que residen en centros de la Prelatura, contribuyendo a crear un ambiente familiar. Atiende con sentido profesional las necesidades de todos, como cualquier ama de casa. Aclara: "Vine a Madrid para estudiar y aterricé en un centro del Opus Dei porque podía compaginar trabajo y estudio. Y allí comencé a ver una serie de cosas que concordaban bastante con lo que yo pensaba. Al principio me llamó la atención la alegría de las que trabajaban allí. Aquella alegría no la había visto antes y entendí la diferencia entre pasarlo bien y ser feliz. Porque se puede estar pasando un mal rato y ser feliz, y se puede pasar un rato agradable y no ser feliz. Descubrí un horizonte nuevo para mí, me di cuenta de que Dios me pedía colaboración para sacar adelante precisamente esa familia. Y me fié de Él: "Si esto es lo que Tú quieres para mí, adelante...".
¿Numeraria auxiliar?
La vocación al Opus Dei es única: todos sus miembros responden a idéntica llamada y comparten los mismos ideales de santidad y de apostolado en medio del mundo, aunque en cada uno se concreta de modo diferente, según sus circunstancias. Además, en el caso de las numerarias auxiliares, su ocupación principal es el trabajo en los centros de la Prelatura, "cuidar de la familia, hacer de madres", añade Isabel. "Es un trabajo que conozco por mi preparación profesional y que ahora se enriquece por su enfoque de servicio a Dios y a los demás: dos objetivos muy importantes. Tuve claro entonces que mi sitio en el Opus Dei era éste: el de numeraria auxiliar". Tanto san Josemaría como el actual Prelado han hablado con especial cariño de las numerarias auxiliares, a las que se referían como la columna vertebral del Opus Dei.
Isabel recuerda que "Dios quiere que en la Obra se viva, se respire un ambiente de familia". Eso es precisamente lo que hace tan valiosas a estas mujeres, porque con su trabajo logran crear ese clima familiar que se vive en el Opus Dei: "Pretendo que quien sale de casa a trabajar por la mañana, al regresar por la noche se encuentre un hogar cuidado, en donde se le espera; y que lo noten en pequeños, o no tan pequeños, detalles: desde poner un centro de flores en un rincón hasta dejar una cena preparada para que vean el partido de fútbol, estén a gusto y disfruten estos días del Mundial. Y así sientan, a través del cariño que intentamos transmitir, cómo Dios les quiere".
En gran medida es cuidando estos detalles como se consigue el ambiente de familia del Opus Dei. Isabel es, sobre todo, una persona vital, muy sociable y que disfruta con cualquier cosa o, incluso, sin cosa alguna...: «Mis padres me decían que no me hacía falta nada ni nadie para divertirme", aunque la realidad es que siempre ha estado rodeada de amigos; una vez se puso muy mala y una de ellas decía "que no se muera, porque si no, vamos a aburrirnos mucho... "»
Una jornada habitual
Se levanta a las seis y media, se arregla, ordena su cuarto, reza media hora y va a misa. Desayuna y empieza su jornada: limpia la casa, cocina, atiende el teléfono o al fontanero, plancha... como una madre de familia, que es a lo que más se parece una numeraria auxiliar.
Pero no se ocupa sólo de la materialidad de la casa, "sino de lo que hay detrás de ella, y procuro hacer todo con un amor de Dios y a los demás muy grande". "Cuido la casa y procuro esmerarme con el oratorio, porque Dios está presente ahí. También atiendo a las personas que viven en ese centro cuidando su vocación, porque la gente, en la medida que está contenta en lo material, lo está en lo espiritual. Decía san Josemaría, citando un refrán, que cuando el cuerpo está bien, el alma baila y, cuidando del cuerpo y el entorno material, cuidamos la vocación de las personas que viven en ese centro.
Después de comer, un rato de descanso, de tertulia. «Es necesario, porque es una forma de coincidir con la gente que vive contigo, de enterarte qué les ha pasado durante el día". Suelo rezar otro rato antes de ir a Móstoles, donde colaboro en una actividad apostólica de la Obra. Allí doy clases de formación cristiana, ayudo en iniciativas de voluntariado o echo una mano en lo que haga falta; otras veces, simplemente quedo con mis amigas". ¿Y cuándo descansa? ·«Los jueves por la tarde trato de tener más tiempo y aprovecho para nadar, dar un empujón al libro que esté leyendo –ahora Las Crónicas de Narnia– o salir con mis amigas. Soy muy familiar: si voy a casa de ml hermano, disfruto jugando con mi sobrina y me carteo mucho con otro, José Manuel, que estudia Periodismo y así hace prácticas con su tía...»
Entrevista a Katia Blondeau, numeraria auxiliar francesa
¡Me gusta servir!
Katia Blondeau, 34 años, es una numeraria auxiliar del Opus Dei. Actualmente, trabaja en la Escuela de Hostelería Dosnon cerca de Soissons (Francia).
¿Qué significa para ti ser numeraria auxiliar?
Para mí, una numeraria auxiliar es una cristiana, una persona del Opus Dei que vive el celibato, y que procura poner a los demás (su familia, sus clientes, sus amigos) en el centro de su trabajo, –en mi caso, la hostelería– y de esa forma servir a Dios, conocerle y quererle.
Busco crear un ambiente familiar allí donde trabajo, y espero contribuir así al equilibrio y al bienestar de las personas a las que llego con mi profesión.
¿Cómo se concreta eso? En el cuidado que procuro poner en los detalles: por ejemplo, al poner la mesa para comer; o prestando atención para escuchar las necesidades de los demás. Es decir, se trata de hacer felices a los demás.
Actualmente, trabajo como monitor técnico de la Escuela de Hostelería Dosjon. En concreto, me responsabilizo de la atención y el servicio de los asistentes que acuden a las actividades de formación y a los retiros espirituales al Centro de Encuentros Couvrelles, vecino a la escuela de hostelería.
¿Cómo ha reaccionado tu familia ante esta elección vital tuya?
Mis padres no conocían el Opus Dei cuando yo comencé a frecuentar un centro, por lo que lógicamente quisieron informarse un poco. Me hicieron preguntas, y yo se las fui respondiendo. Poco a poco, pudieron conocer el espíritu de familia que hay en la casa donde vivo y se encontraron satisfechos y a gusto en el ambiente de la casa.
Hace poco, mi padre, cocinero de profesión, vino para preparar una cena de gala que ofrecíamos a una de nosotras por su cumpleaños. Y regularmente los dos vienen a la Escuela Dosnon a las actividades que organizamos.
¿Cuál ha sido tu recorrido profesional?
Cuando terminé mis estudios de hostelería, trabajé durante un tiempo en el restaurante de un gran grupo. Aprendí mucho y a buen ritmo, pues los trabajos de hostelería no se improvisan. Trinchar y flamear ante el cliente, el arte de la mesa, neología... todo iba muy bien, pero yo quería trabajar para mi familia, el Opus Dei. Así que comencé a trabajar las tareas domésticas de diversos centros de la Obra.
Actualmente, soy profesora de restauración en una escuela de hostelería donde, además, el Opus Dei ofrece a las alumnas que lo desean una formación cristiana. Allí es donde procuro transmitir todos mis conocimientos profesionales junto con la atención a los demás que considero tan interesante.
Hoy día ha aumentado el interés por las profesiones directamente relacionadas con el servicio a los demás, anteriormente menos valoradas. ¿Qué te parece este cambio de mentalidad?
¡Me parece muy positivo y, a la vez, lógico!
Es como redescubrir el valor que tiene cada persona y la necesidad que tenemos de ser amados. En mi opinión, gran parte de los problemas de la sociedad surgen de la indeferencia con que a veces nos tratamos unos a otros.
Considero que estas profesiones relacionadas con el servicio contribuyen muy directamente a crear una sociedad más humana y calurosa. Por eso me parece lógico que cobren un nuevo valor: es una ganancia enorme para la sociedad.
¿No te parece que en una época en la que todo el mundo busca tener cada vez más derechos y trabajar menos, vuestro ritmo de trabajo puede parecer excesivo?
Quienes trabajamos en el sector de servicios y en la hostelería sabemos que nuestras ocupaciones no tienen nada de ordinario: trabajamos cuando los demás descansan, tomamos las vacaciones a destiempo, etcétera.
En cuanto al ritmo, evidentemente es exigente: ¡basta con mirar al personal de sala o de cocina de un restaurante en un día de afluencia alta! Por mi parte, yo me siento satisfecha respecto a mis compañeros con mis 35 horas de trabajo.
¿Los días festivos, por lo tanto, son sinónimo de más trabajo para ti?
¡Claro! Ya que los días en los que se celebra algo piden un poquito más de atención, te tienes que volcar un poco más para, por ejemplo, preparar el plato favorito de alguien o imaginar una nueva decoración para la mesa, algo original e inesperado.
Me gusta dar esta dimensión familiar a mi trabajo y manifestarlo en estos detalles de cariño hacia mi gente. A mi, estos detalles no me suponen una carga de trabajo. Son más bien una alegría, porque sabes que los demás están disfrutando con ello.
Es algo que siempre he experimentado en los centros del Opus Dei: allí la gente intenta hacer la vida alegre a los otros, especialmente si están pasando un momento difícil, por motivos de trabajo, salud u otros. Creo que las numerarias auxiliares tenemos un papel muy importante en este campo y eso me estimula a llevar a cabo mi trabajo con mayor profesionalidad y cuidado.
¿Te parece que los trabajos de servicio están bien remunerados?
Mi sueldo se corresponde con mis conocimientos y mi trabajo. No es desorbitante, pero sí suficiente.
Actualmente, estoy contratada por la Escuela de Hostelería Dosjon. Yo me encargo de mi mantenimiento: vestido, alimento, libros, entretenimientos, etc.
Procuro gastar el dinero con sentido de responsabilidad, sabiendo que –al igual que cualquier persona en el Opus Dei– puedo ayudar económicamente, siempre que me sea posible, a un gran número de iniciativas sociales, culturales y educativas que personas de la Obra llevan a cabo en todo el mundo. Me gusta poder contribuir –aunque sea con pequeñas contribuciones– al desarrollo de iniciativas en países necesitados.
¿Cuál es la frase de San Josemaría que más te gusta?
"Que tu vida no sea una vida estéril. Sé útil. Deja poso. Ilumina con la luminaria de tu fe y de tu amor".
Pio Santiago
Explicación de la vocación de numeraria
Videotestimonio de una numeraria de Costa de Marfil
Algunas numerarias cuyo proceso de Canonización ha empezado
Las numerarias del Opus Dei
Las numerarias son personas del Opus Dei que se comprometen a vivir el celibato ?no se casan-, por motivos apostólicos. Las numerarias ordinariamente viven en centros del Opus Dei, porque las circunstancias les permiten permanecer plenamente disponibles para atender las labores apostólicas y la formación de los demás fieles de la prelatura.
Explicación de la vocación de numeraria
Desde el comienzo de su actividad fundacional, Mons. Escrivá de Balaguer advirtió no sólo que el espíritu del Opus Dei podía ser vivido en todas las situaciones humanas ?en el matrimonio o en el celibato?, sino también que, para cumplir con la misión que Dios quería que desarrollase, era necesario que hubiera en el Opus Dei personas que se comprometieran al celibato, con la disponibilidad que de ahí se deriva.
En consecuencia orientó así su labor fundacional, invitando a comprometerse en celibato apostólico ?según la expresión que le gustaba emplear? a quienes veía que podían tener esta vocación, al mismo tiempo que predicaba con fuerza y claridad el valor cristiano del matrimonio.
Se llaman Numerarias a aquellas fieles que, en celibato apostólico, tienen una máxima disponibilidad personal para las labores apostólicas peculiares de la Prelatura; pueden residir en la sede de los Centros de la Prelatura, para ocuparse de esas labores apostólicas y de la formación de los demás miembros del Opus Dei. También algunas colaboran con los Vicarios del Prelado en el gobierno de la Prelatura.
La vocación de numeraria no constituye el paradigma de la vocación al Opus Dei, ni su plenitud: todos los miembros tienen la misma vocación peculiar a la santidad y al apostolado.
Las obligaciones de una numeraria, para con el Opus Dei, son: esforzarse por vivir el espíritu del Opus Dei, cumplir las prácticas de piedad, vivir el celibato, y hacer apostolado de acuerdo con los modos propios del Opus Dei, entregar a la Obra el fruto de su trabajo profesional, así como obedecer ?en lo que se refiere a la vida espiritual- a los directores de la Obra.
Algunas numerarias cuyo proceso de Canonización ha empezado
Guadalupe Ortiz de Landázuri
Madrid, 1916 ? Pamplona, 1975.
Fue una de las primeras mujeres del Opus Dei y un importante apoyo para el Fundador durante toda su vida. Doctora en Ciencias Químicas, alternó la enseñanza con diversas tareas de servicio y gobierno en la Obra.
Montse Grases
Barcelona, 1941 ? 1959.
En plena juventud, Montse percibió la llamada de Dios a servirle en la vida ordinaria. Transmitió a sus amigos y parientes la paz de la cercanía a Dios, manifestada con ejemplaridad a raíz de la dura enfermedad que le produjo la muerte.
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Breve definición de mortificación
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Un sacerdote del Opus Dei explica el sentido de la mortificación corporal
Palabras de san Josemaría sobre la mortificación
Palabras de San Pablo sobre la mortificación
Breve definición de mortificación
¿Qué es la mortificación?
Se trata de una práctica cristiana consistente en negarse a uno mismo determinadas cosas, de suyo lícitas, que se desean.
La finalidad de la mortificación es triple:
- identificarse a Cristo en sus sufrimientos;
- desagraviar por los propios pecados y por los de todos los hombres;
- entrenamiento personal para vencer la tentación.
Explicación más detallada
La penitencia y la mortificación son una parte pequeña pero esencial de la vida cristiana. Jesucristo ayunó durante cuarenta días en preparación de su ministerio público. La mortificación nos ayuda a resistir nuestra tendencia natural a la comodidad personal, que tantas veces nos impide responder a la llamada cristiana a amar a Dios y a servir al prójimo por amor de Dios. Además, esas molestias voluntariamente aceptadas unen al cristiano con Jesucristo y con los sufrimientos que él voluntariamente aceptó para redimirnos del pecado.
El papel que la mortificación juega en la vida de los miembros del Opus Dei es muy secundario. Lo primero, para cualquier católico, es amar a Dios y al prójimo. En coherencia con su propósito de integrar la fe y la vida secular, el Opus Dei enfatiza los pequeños sacrificios, más que los grandes: seguir trabajando cuando uno está cansado, ser puntual, prescindir de algo que a uno le gusta en la comida o en la bebida, no quejarse.
Un sacerdote del Opus Dei explica el sentido de la mortificación corporal
http://www.opusdei.es/art.php?p=16657
Surco, 991
Cuidar las cosas pequeñas supone una mortificación constante, camino para hacer más agradable la vida a los demás.
Amigos de Dios, 8.
Convenceos de que ordinariamente no encontraréis lugar para hazañas deslumbrantes, entre otras razones, porque no suelen presentarse. En cambio, no os faltan ocasiones de demostrar a través de lo pequeño, de lo normal, el amor que tenéis a Jesucristo.
Camino 199.
Si el grano de trigo no muere queda infecundo. ¿No quieres ser grano de trigo, morir por la mortificación, y dar espigas bien granadas? ¡Que Jesús bendiga tu trigal!
Forja, 409.
El mejor espíritu de sacrificio es la perseverancia en el trabajo comenzado: cuando se hace con ilusión, y cuando resulta cuesta arriba.
Es Cristo que pasa, 139.
Sólo cuando el hombre, siendo fiel a la gracia, se decide a colocar en el centro de su alma la Cruz, negándose a sí mismo por amor a Dios, estando realmente desprendido del egoísmo y de toda falsa seguridad humana, es decir, cuando vive verdaderamente de fe, es entonces y sólo entonces cuando recibe con plenitud el gran fuego, la gran luz, la gran consolación del Espíritu Santo
Estoy clavado en la Cruz juntamente con Cristo. Y yo vivo, o más bien, no soy yo quien vive, sino que Cristo vive en mí(Gal. II, 19-20).
Traemos siempre en nuestro cuerpo por todas partes la mortificación de Jesús, a fin de que la vida de Jesús se manifieste también en nuestros cuerpos (II Cor. IV, 10).
Si vivís según la carne, moriréis; si con el espíritu mortificáis las obras de la carne, viviréis (Rom. VIII, 13).
Al presente me gozo de lo que padezco por vosotros, y estoy cumpliendo en mi carne lo que resta que padecer a Cristo, a favor de su Cuerpo, que es la Iglesia (Col. I, 24).
Los judíos piden señales, y los griegos buscan la sabiduría; pero nosotros predicamos a Cristo crucificado: escándalo para los judíos y necedad para los gentiles (I Cor. I, 22-23).
Hay muchos que andan, ya os lo decía con frecuencia, y ahora lo digo llorando, como enemigos de la cruz de Cristo: cuyo fin es la perdición, cuyo Dios es el vientre, y la confusión será la gloria de los que gustan de las cosas terrenas (Philip. III, 18-19)
Enlaces
Explicación de la mortificación en la página oficial del Opus Dei
Página que aborda detenidamente el tema, con numerosos testimonios de santos:
Blog de un sacerdote argentino que da buenas respuestas
Inicio
Pio Santiago
Qué son los medios de formación del Opus Dei
La importancia de la formación cristiana
Cuáles son los medios de formación del Opus Dei
Videotestimonio: Internet, formación cristiana y el Opus Dei
Palabras de San Josemaría sobre la formación
Qué son los medios de formación del Opus Dei
Son los cauces por los que la Prelatura transmite a las personas que lo desean formación cristiana, para buscar a Dios en su vida corriente y hacer apostolado. Son las clases semanales y los retiros.
La importancia de la formación cristiana
Vivimos en un mundo profesional de gran cualificación y competitividad. En ese entorno, se valora mucho la formación que cada persona tenga. La multiplicación de ciclos de formación profesional, titulaciones universitarias, masters diversos, cursos de formación continua, y un largo etcétera, a la que asistimos evidencia la importancia de una formación humana y profesional muy completa. En la vida espiritual no es distinto. También hay que ir formándose, poco a poco, en cada etapa de la vida. Muchos cristianos, que se afanan duramente por adquirir una formación profesional completa, se conforman con la homilía dominical en lo que a formación espiritual se refiere. Así, tanto las diócesis, como en este caso, la Prelatura del Opus Dei, tienen como desafío ofrecer a los cristianos una formación y conocimiento de las enseñanzas de Jesucristo y de la Iglesia que estén a la altura de los retos del presente.
?La formación no termina nunca?, decía San Josemaría, fundador del Opus Dei; y también: ?la ignorancia es el gran enemigo de las almas?. En el Opus Dei se ofrecen a las personas que libremente lo deseen unos medios para mantener actualizada su formación cristiana, profundizando en el conocimiento de la figura de Jesús y en el Magisterio de la Iglesia.
La Prelatura proporciona a sus fieles una formación continua, a través de unos medios de formación concretos. Estos medios de formación son compatibles con los deberes familiares, profesionales y sociales de cada uno.
Los medios de formación de la Prelatura facilitan a sus fieles la posibilidad de adquirir una profunda y sólida piedad de hijos de Dios que lleva a buscar la identificación con Cristo, un conocimiento hondo de la fe y la moral católicas, y, de acuerdo con su vocación, una progresiva familiaridad con el espíritu del OpusDei
La formación se imparte -por separado a varones y mujeres- en las sedes de los centros de la Prelatura del Opus Dei y en otros lugares que resulten apropiados. Por ejemplo, un círculo se puede tener en la casa de alguna de las personas que asisten; un retiro, en una iglesia que el párroco permita usar con este fin durante unas horas, etc.
Cuáles son los medios de formación del Opus Dei
Los fieles de la Prelatura asisten a:
Clases semanales o círculos: sobre temas doctrinales y ascéticos.
Retiro mensual: consiste en dedicar algunas horas, un día al mes, a la oración personal y la reflexión sobre temas de vida cristiana.
Curso de retiro o ejercicios espirituales, una vez al año, que dura de tres a cinco días.
Los cooperadores, o los jóvenes que participan en la labor apostólica de la Prelatura, o cualquier persona que desee recibirlos, tienen unos medios de formación análogos a los anteriores.
Videotestimonio: Internet, formación cristiana y el Opus Dei
Palabras de San Josemaría sobre la formación
Punto 338 de Camino:
Antes, como los conocimientos humanos ?la ciencia? eran muy limitados, parecía muy posible que un solo individuo sabio pudiera hacer la defensa y apología de nuestra Santa Fe.
Hoy, con la extensión y la intensidad de la ciencia moderna, es preciso que los apologistas se dividan el trabajo para defender en todos los terrenos científicamente a la Iglesia.
- Tú... no te puedes desentender de esta obligación.
Punto 376 de Camino:
"¡Influye tanto el ambiente!", me has dicho. -Y hube de contestar: sin duda. Por eso es menester que sea tal vuestra formación, que llevéis, con naturalidad, vuestro propio ambiente, para dar "vuestro tono" a la sociedad con la que conviváis.
- Y, entonces, si has cogido este espíritu, estoy seguro de que me dirás con el pasmo de los primeros discípulos al contemplar las primicias de los milagros que se obraban por sus manos en nombre de Cristo: "¡Influimos tanto en el ambiente!"
Punto 382 de Camino:
Al regalarte aquella Historia de Jesús, puse como dedicatoria: "Que busques a Cristo: Que encuentres a Cristo: Que ames a Cristo".
- Son tres etapas clarísimas. ¿Has intentado, por lo menos, vivir la primera?
Página explicativa de los círculos o charlas semanales en el Opus Dei
Blog no oficial con preguntas y respuestas sobre los medios de formación
Los obispos españoles piden un mayor esfuerzo en la formación de los laicos
Pio Santiago
¿Cómo se entiende la libertad en el Opus Dei?
Palabras de San Josemaría, fundador del Opus Dei, sobre la libertad
¿Cómo se entiende la libertad en el Opus Dei?
Los fieles del Opus Dei obran con libertad y con responsabilidad personal en sus actuaciones políticas, económicas, culturales, etc., sin involucrar a la Iglesia o al Opus Dei en sus decisiones ni presentarlas como las únicas congruentes con la fe. Esto implica respetar la libertad y las opiniones ajenas.
La libertad en el Opus Dei es esencial. En realidad, es una exigencia del ser humano, una condición para que nuestras acciones tengan valor y mérito. Sin libertad, nada vale. Libertad en qué, para qué, cuándo y cómo. Libertad siempre y con responsabilidad. Las personas del Opus Dei gozan de las mismas libertades que el resto de los ciudadanos: libertad ideológica, cultural, profesional, artística, de opinión, de movimiento, de vida. Incluso la libertad de equivocarse ?que el ser humano tiende a rehuir-, forma parte del sentido de libertad que se respira en el Opus Dei.
No hay más límites para sus miembros que lo que en cuestiones de fe y de moral exige la Iglesia a todos los fieles. La verdad y la libertad forman un tándem: una no puede mantenerse sin la otra. Desde esta perspectiva, el aparente dilema obediencia-libertad desaparece al hablar de santidad y apostolado. En relación con los demás, una consecuencia de lo anterior es el amor y defensa de la libertad ajena. La amistad y la lealtad emergen como valores de gran estima cuando predomina el clima de elegante respeto a la libertad individual de todos.
Palabras de San Josemaría sobre la libertad
Mesa Redonda: El Fundador del Opus Dei, defensor de la libertad
Artículo Pasión por la libertad, de Salvador Bernal
Palabras de San Josemaría, fundador del Opus Dei, sobre la libertad
Cuando, durante mis años de sacerdocio, no diré que predico, sino que grito mi amor a la libertad personal, noto en algunos un gesto de desconfianza, como si sospechasen que la defensa de la libertad entrañara un peligro para la fe. Que se tranquilicen esos pusilánimes. Exclusivamente atenta contra la feuna equivocada interpretación de la libertad, una libertad sin fin alguno, sin norma objetiva, sin ley, sin responsabilidad. En una palabra: el libertinaje. Desgraciadamente, es eso lo que algunos propugnan; esta reivindicación sí que constituye un atentado a la fe. (...)
Yo defiendo con todas mis fuerzas la libertad de las conciencias, que denota que a nadie le es lícito impedir que la criatura tribute culto a Dios. Hay que respetar las legítimas ansias de verdad: el hombre tiene obligación grave de buscar al Señor, de conocerle y de adorarle, pero nadie en la tierra debe permitirse imponer al prójimo la práctica de una fe de la que carece; lo mismo que nadie puede arrogarse el derecho de hacer daño al que la ha recibido de Dios.
Nuestra Santa Madre la Iglesia se ha pronunciado siempre por la libertad, y ha rechazado todos los fatalismos, antiguos y menos antiguos. Ha señalado que cada alma es dueña de su destino, para bien o para mal: y los que no se apartaron del bien irán a la vida eterna; los que cometieron el mal, al fuego eterno.(Amigos de Dios, 32-33).
Pio Santiago
La filiación divina en las enseñanzas de San Josemaría
Testimonio personal de San Josemaría
¿Qué es la filiación divina?
Un cristiano es un hijo de Dios, en virtud del bautismo. Esta verdad básica del cristianismo ocupa un lugar fundamental en el espíritu del Opus Dei, como enseña su fundador: «La filiación divina es el fundamento del espíritu del Opus Dei». En consecuencia, el Opus Dei fomenta la confianza en la providencia, la sencillez en el trato con Dios, un profundo sentido de la dignidad de todo ser humano y de la fraternidad entre los hombres, un amor cristiano al mundo y a las realidades creadas por Dios, la serenidad y el optimismo.
«Todos los hombres son hijos de Dios. Pero un hijo puede reaccionar, frente a su padre, de muchas maneras. Hay que esforzarse por ser hijos que procuran darse cuenta de que el Señor, al querernos como hijos, ha hecho que vivamos en su casa, en medio de este mundo, que seamos de su familia, que lo suyo sea nuestro y lo nuestro suyo, que tengamos esa familiaridad y confianza con El que nos hace pedir, como el niño pequeño, ¡la luna!».
Un cristiano es un hijo de Dios, en virtud del bautismo. La paternidad de Dios es una verdad revelada por Cristo en el Evangelio y forma parte importante de la doctrina cristiana. Quiso Dios que en el alma de Josemaría Escrivá de Balaguer se grabara esta verdad ser en Cristo, hijo de Dios- con gran intensidad en un momento concreto: «Aprendí a llamar Padre, en el Padrenuestro, desde niño; pero sentir, ver, admirar ese querer de Dios de que seamos hijos suyos..., en la calle y en un tranvía una hora, hora y media, no lo sé; Abba, Pater! tenía que gritar».
De modo especial en los momentos y situaciones más dolorosas el cristiano se sabe hijo de Dios: «Cuando el Señor me daba aquellos golpes, por el año treinta y uno, yo no lo entendía. Y de pronto, en medio de aquella amargura tan grande, esas palabras. Tú eres mi hijo, tú eres Cristo. Y yo sólo sabía repetir: Abba, Pater!; Abba, Pater!; Abba!, Abba!, Abba! Ahora lo veo con una luz nueva, como un nuevo descubrimiento: como se ve, al pasar los años, la mano del Señor, de la Sabiduría divina, del Todopoderoso. Tú has hecho, Señor, que yo entendiera que tener la Cruz es encontrar la felicidad, la alegría. Y la razón lo veo con más claridad que nunca- es ésta: tener la Cruz es identificarse con Cristo, es ser Cristo, y, por eso, ser hijo de Dios».
La filiación divina así sentida lleva a conducirse de acuerdo con ella: fomenta la confianza en la providencia divina, la sencillez en el trato con Dios, un profundo sentido de la dignidad de todo ser humano y de la fraternidad entre los hombres, un verdadero amor cristiano al mundo y a las realidades creadas por Dios, la serenidad y el optimismo.
«Descansad en la filiación divina. Dios es un Padre lleno de ternura, de infinito amor. Llámale Padre muchas veces al día, y dile -a solas, en tu corazón- que le quieres, que le adoras: que sientes el orgullo y la fuerza de ser hijo suyo. Supone un auténtico programa de vida interior, que hay que canalizar a través de tus relaciones de piedad con Dios -pocas, pero constantes, insisto-, que te permitirán adquirir los sentimientos y las maneras de un buen hijo».
Para vivir como hijos de Dios y sostener el empeño por santificar las ocupaciones ordinarias, los cristianos necesitan «la frecuencia de Sacramentos, la meditación, el examen de conciencia, la lectura espiritual, el trato asiduo con la Virgen Santísima y con los Angeles custodios...». Además, para identificarse con Jesucristo, buscan la penitencia que les lleva a ofrecer sacrificios y mortificaciones, especialmente aquellas que facilitan el cumplimiento fiel del deber y hacen la vida más agradable a los demás, así como la renuncia a pequeñas satisfacciones, el ayuno y la limosna. «Fomenta tu espíritu de mortificación en los detalles de caridad, con afán de hacer amable a todos el camino de santidad en medio del mundo: una sonrisa puede ser, a veces, la mejor muestra del espíritu de penitencia».
Testimonio personal de San Josemaría
El 16 de octubre de 1931, envuelto en preocupaciones, san Josemaría rezaba en un tranvía de Madrid. Aquella oración hecha en la calle- le llevó a comprender con especial hondura que era hijo de Dios. Abba, Padre!, rezó en voz alta.
El 16 de octubre fue jornada memorable, cuajada de oración. Uno de esos días en que apenas consiguió leer unas líneas del periódico, pues lo pasó arrebatado en unión contemplativa:
Día de Santa Eduvigis 1931: Quise hacer oración, después de la Misa, en la quietud de mi iglesia. No lo conseguí. En Atocha, compré un periódico (el A.B.C.) y tomé el tranvía. A estas horas, al escribir esto, no he podido leer más que un párrafo del diario. Sentí afluir la oración de afectos, copiosa y ardiente. Así estuve en el tranvía y hasta mi casa (...).
Cuando, más adelante, haya de dar detalles sobre la oración de ese día, la oración más subida que nunca tuvo, al explicar aquella extraordinaria gracia de unión con Dios yendo en un tranvía, deambulando por las calles, verá en ello una lección. El Señor le hizo entender que la conciencia de la filiación divinahabía de estar en la entraña misma de la Obra:
Sentí la acción del Señor, que hacía germinar en mi corazón y en mis labios, con la fuerza de algo imperiosamente necesario, esta tierna invocación: Abba! Pater! Estaba yo en la calle, en un tranvía [...]. Probablemente hice aquella oración en voz alta.
Y anduve por las calles de Madrid, quizá una hora, quizá dos, no lo puedo decir, el tiempo se pasó sin sentirlo. Me debieron tomar por loco. Estuve contemplando con luces que no eran mías esa asombrosa verdad, que quedó encendida como una brasa en mi alma, para no apagarse nunca.
En el mensaje del 2 de octubre de 1928, en la llamada a la santidad en medio del mundo, se volvía a repetir la vieja y nueva doctrina del evangelio: estote ergo vos perfecti, sicut et Pater vester caelestis perfectus est; sed perfectos, como lo es vuestro Padre celestial .
En aquella jornada percibió, en la hondura misteriosa de la filiación divina, el alcance de aquella asombrosa realidad. No del modo en que había venido viviéndola hasta entonces sino proyectada dentro de su específica misión fundacional, como explicaba a sus hijos:
Os podría decir hasta cuándo, hasta el momento, hasta dónde fue aquella primera oración de hijo de Dios.
Aprendí a llamar Padre, en el Padrenuestro, desde niño; pero sentir, ver, admirar ese querer de Dios de que seamos hijos suyos..., en la calle y en un tranvía una hora, hora y media, no lo sé; Abba, Pater!, tenía que gritar.
Hay en el Evangelio unas palabras maravillosas; todas lo son: nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquél a quien el Hijo lo quisiera revelar (Matth XI, 27). Aquel día, aquel día quiso de una manera explícita, clara, terminante, que, conmigo, vosotros os sintáis siempre hijos de Dios, de este Padre que está en los cielos y que nos dará lo que pidamos en nombre de su Hijo [...].
Todavía en 1971, dando una meditación, revivía el recuerdo pasmoso de aquella jornada, que fue una confirmación de la cualidad inefable de ser hijo de Dios y también de que la Obra era, verdaderamente, Opus Dei:
Entendí que la filiación divina había de ser una característica fundamental de nuestra espiritualidad: Abba, Pater! Y que, al vivir la filiación divina, los hijos míos se encontrarían llenos de alegría y de paz, protegidos por un muro inexpugnable; que sabrían ser apóstoles de esta alegría, y sabrían comunicar su paz, también en el sufrimiento propio o ajeno. Justamente por eso: porque estamos persuadidos de que Dios es nuestro Padre.
Enlaces relacionados
Filiación divina e intimidad con Dios
Monseñor Javier Echevarría habla de filiación divina
Juan Pablo II. Pentecostés y la filiación divina
Pio Santiago
Qué es la dirección espiritual
La dirección espiritual en el Opus Dei
Palabras de algunos santos sobre la dirección espiritual
Palabras de San Josemaría sobre la dirección espiritual
Qué es la dirección espiritual
La dirección o el acompañamiento espiritual es una práctica muy antigua en la tradición judeo- cristiana como un medio para encontrar a Dios.
La dirección espiritual es la asistencia o ayuda positiva que una persona recibe de otra que está especialmente calificada, por educación, experiencia y santidad personal, para discernir la voluntad de Dios.
La dirección espiritual en el Opus Dei
En el Opus Dei la dirección espiritual de los fieles está encomendada al director de cada centro. Lógicamente, en cuanto confesores habituales, los sacerdotes del Opus Dei también dirigen espiritualmente a los fieles de la Prelatura.
El proceso de dirección busca la aplicación de la voluntad de Dios a la vida personal contando siempre con la asistencia del Espíritu Santo, quién es el principal director de las almas.
La dirección espiritual debe partir de una búsqueda voluntaria de quién se compromete a progresar en la unión con Dios. La Iglesia, por su larga experiencia, reconoce la necesidad de la dirección espiritual ya que, como consecuencia del pecado, el hombre se confunde con facilidad, arrastrado por sus pasiones y con facilidad llega a justificar sus errores. El director espiritual, nos ayuda a ser objetivos, separándonos de los apegos que ciegan al alma, para poder ver con claridad la verdad aunque no nos guste.
Palabras de algunos santos sobre la dirección espiritual
San Juan Crisóstomo (Catena Aurea, vol. III, p. 132) recuerda que somos malos jueces de nosotros mismos.
"Uno comprende enseguida la culpa de otro, pero con dificultad se da cuenta de la suya; un hombre es imparcial en causa ajena, pero se perturba en la propia".
San Pedro de Alcántara (Tratado de la oración y meditación, II, 5) recuerda la necesidad de contar con la ayuda de un guía experimentado.
"Una de las cosas más arduas y dificultosas que hay en esta vida es saber ir a Dios y tratar familiarmente con Él. Por esto no se puede este camino andar sin alguna buena guía".
Santa Teresa (Camino de perfección, 18, 8) dice que con un buen director espiritual se avanza más rápidamente en unión con Dios.
"Si quiere o pretende ser contemplativa ha menester para ir muy acertada dejar su voluntad con toda determinación en un confesor que sea tal. Porque esto es ya cosa muy sabida, que aprovechan mas de esta suerte en un año que sin esto en muchos".
San Juan de la Cruz (Llama de amor viva, 3, n. 30) recomienda buscar como acompañante espiritual a una persona sabia, discreta y experimentada en el trato con Dios.
"Y adviértase que para este camino, a lo menos para lo más subido de él y aún para lo mediano, apenas se hallará a un guía cabal según todas las partes que ha menester, porque, además de ser sabio y discreto, es menester que sea experimentado. Porque para guiar el espíritu, aunque el fundamento es el saber y la discreción, si no hay experiencia de lo que es puro y verdadero espíritu, no atinará a encaminar al alma en el [camino que lleva hacia Dios], cuando Dios se lo da, ni aún lo entenderá".
Palabras de San Josemaría sobre la dirección espiritual
Camino, n. 59
Conviene que conozcas esta doctrina segura: el espíritu propio es mal consejero, mal piloto, para dirigir el alma en las borrascas y tempestades, entre los escollos de la vida interior. Por eso es Voluntad de Dios que la dirección de la nave la lleve un Maestro, para que, con su luz y conocimiento, nos conduzca a puerto seguro.
Conversaciones, 93
La tarea de dirección espiritual hay que orientarla no dedicándose a fabricar criaturas que carecen de juicio propio, y que se limitan a ejecutar materialmente lo que otro les dice; por el contrario, la dirección espiritual debe tender a formar personas de criterio. Y el criterio supone madurez, firmeza de convicciones, conocimiento suficiente de la doctrina, delicadeza de espíritu, educación de la voluntad.
Una explicación muy certera en Encuentra.com
Curso explicativo de la dirección espiritual
Testimonio de Paul Ybarra, bombero de Los Ángeles, sobre la dirección espiritual
Pio Santiago
Palabras de San Josemaría a un grupo de Cooperadores del Opus Dei
Margareth Emy Tanioka, cooperadora del Opus Dei.
Daniel Becante, cooperador del Opus Dei
¿Quiénes son Cooperadores del Opus Dei?
Los cooperadores del Opus Dei son hombres y mujeres que, sin pertenecer a la Prelatura, ayudan en la realización de actividades educativas, asistenciales, de promoción cultural y social, etc., junto a los fieles del Opus Dei.
¿Qué es un cooperador de la Prelatura del Opus Dei?
Los cooperadores del Opus Dei son personas que, sin ser miembros de la Prelatura, ayudan a los apostolados del Opus Deide diversas maneras. Para ser cooperador no se requiere una vocación específica. Por lo general, los cooperadores provienen de los parientes, amigos, colegas y vecinos de los fieles de la Prelatura, o bien de la gente que recibe o ha recibido algún beneficio espiritual del apostolado del Opus Dei, o se da cuenta de la tarea de promoción humana y social que se realiza a través de las diversas labores apostólicas que atiende la Prelatura. El Vicario Regional del Opus Dei nombra a una persona cooperador, a propuesta de un fiel de la Prelatura. Pueden ser cooperadores también los no católicos y los no cristianos.
¿Qué lleva consigo ser cooperador del Opus Dei?
El cometido de los cooperadores es ayudar a los apostolados de la Prelatura. Esta ayuda puede ser espiritual o material.
La faceta espiritual de la condición de cooperador se traduce en el compromiso de rezar, diariamente si es posible, por la Prelatura y sus trabajos de apostolado.
La aportación material puede concretarse en forma de limosnas, dedicación del propio tiempo o prestación de servicios para alguna labor apostólica de la Prelatura.
¿Qué beneficios reciben los cooperadores de la Prelatura del Opus Dei?
Se benefician de la oración que los fieles del Opus Dei ofrecen diariamente por todos los que de un modo u otro ayudan o han ayudado a la Prelatura.
En determinadas ocasiones, además, los sacerdotes de la Prelatura ofrecen el Santo Sacrificio de la Misa por el eterno descanso de las almas de los cooperadores fallecidos. Por otra parte, la Santa Sede ha concedido unas indulgencias que los cooperadores pueden ganar, en unas determinadas fechas del año, observando las condiciones establecidas por la Iglesia confesión sacramental unida a la conversión del corazón, comunión eucarística y oración por las intenciones del Papa y siempre que renueven, por devoción, sus obligaciones como cooperadores.
Palabras de San Josemaría a un grupo de Cooperadores del Opus Dei
Sois vosotros los que hacéis todo, y en todos los sitios sucede lo mismo. Sois encantadores. Sabéis responder a Dios, darle gusto, y ayudar, para que salvemos almas. ¡Dios os bendiga! ¡Gracias! ¡Gracias! ¡Gracias!.
Margareth Emy Tanioka, cooperadora del Opus Dei.
El día más feliz
Durante un curso de computación, aprovechando un intervalo de clase, hablé con una de mis compañeras de mis preocupaciones. Me hacía muy infeliz ver quecon frecuencia en mi profesión sólo se da importancia al dinero. Ella me habló del verdadero sentido de mi trabajo, de la posibilidad de hacerlo por Dios. Yo casi no conocía nada de Dios y menos aún del Dios de los católicos. Le hice muchas preguntas. Me dejó un libro sobre la fe, y a medida que lo iba leyendo, apuntaba mis dudas y las aclaraba en nuestros encuentros semanales. Comencé a rezar y recibí la gracia de la fe. Me bauticé a los 30 años y fue el día más feliz de mi vida. Me ha dado alegría colaborar en la instalación y puesta en marcha de Elca, una escuela para la capacitación profesional de gente joven.
Daniel Becante, cooperador del Opus Dei
Un apoyo para mi vida cristiana
En 1992 me invitaron a una Misa con ocasión de la beatificación de Josemaría Escrivá. Luego empecé a asistir a los medios de formación y a darme cuenta de lo que significa la vocación cristiana. Deseo colaborar para que estas actividades se desarrollen más. Personalmente, he encontrado un gran apoyo en la dirección espiritual. Fue un gran descubrimiento conocer la posibilidad de santificar el trabajo. También el espíritu de oración y la importancia del apostolado; que no se trata de hacer cosas extraordinarias, sino de aprovechar las relaciones familiares, profesionales, etc. para dar a conocer el mensaje de Cristo.
Explicación detallada en la página del Opus Dei
Reunión de testimonios de cooperadores
Asociación de Cooperadores del Opus Dei
Otras preguntas más frecuentes
Proyecto Harambee, iniciativa de cooperadores y personas del Opus Dei
Pio Santiago
Breve historia de Camino y algunos datos
Prólogo de San Josemaría en Camino
Dos Cardenales hablan sobre San Josemaría y Camino
Testimonio de Montserrat Caballé sobre Camino
El libro CAMINO
Este libro es el más conocido de San Josemaría, Fundador del Opus Dei, publicado en su forma actual en 1939. Está escrito en forma de breves consideraciones, y aborda temas como la educación del carácter, las virtudes, la oración, la mortificación, la devoción a la Virgen María, la vocación, etc.
Breve historia de CAMINO y algunos datos
Camino, fruto de la labor sacerdotal que san Josemaría Escrivá había iniciado en 1925, aparece por primera vez en 1934 (en Cuenca, España) con el título de "Consideraciones Espirituales". En la edición siguiente -realizada en Valencia en 1939-, el libro, notablemente ampliado, recibe ya su título definitivo. Desde entonces se ha difundido con un ritmo sostenido y progresivo. Actualmente, se han publicado de Camino cerca de 4.500.000 ejemplares en 43 idiomas.
Camino tiene un estilo directo, de diálogo sereno, en el que el lector se encuentra frente a las exigencias divinas en un ambiente de confianza y amistad. Cuando se publicó en Italia, L'Osservatore Romano comentó: "Mons. Escrivá de Balaguer ha escrito más que una obra maestra, ha escrito inspirándose directamente en el corazón, y al corazón llegan directamente, uno a uno, los párrafos que forman Camino."
Prólogo de San Josemaría en Camino:
Lee despacio estos consejos. Medita pausadamente estas consideraciones. Son cosas que te digo al oído, en confidencia de amigo, de hermano, de padre. Y estas confidencias las escucha Dios. No te contaré nada nuevo. Voy a remover en tus recuerdos, para que se alce algún pensamiento que te hiera: y así mejores tu vida y te metas por caminos de oración y de Amor. Y acabes por ser alma de criterio. (Camino, Prólogo del autor)
Dos Cardenales hablan sobre San Josemaría y Camino
Car. Crescenzio Sepe, prefecto de la Congregación para la evangelización de los pueblos.
Es preciso que seas "hombre de Dios", hombre de vida interior, hombre de oración y de sacrificio. Tu apostolado debe ser una superabundancia de tu vida "para adentro" (Camino, 961).
"Individuada en Dios la propia centralidad, el beato Josemaría hace de la oración la vía maestra de su maduración en la fe. Para él la oración será un diálogo ininterrumpido con el Señor y su respiración como creyente. La oración lo mantendrá con vida, y generará en su corazón un estupor siempre nuevo por el bien que Dios obra dentro y fuera de la Iglesia. La oración se transforma en él en alabanza continua al Padre, pero también en voz de intercesión por la incierta suerte de los pobres y por las ansias del presente".
Card. Darío Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación del Clero.
"Cuando veas una pobre Cruz de palo, sola, despreciable y sin valor... y sin Crucifijo, no olvides que esa Cruz es tu Cruz: la de cada día, la escondida, sin brillo y sin consuelo..., que está esperando el Crucifijo que le falta: y ese Crucifijo has de ser tú". (Camino, 178).
"Mons. Josemaría Escrivá predicó incansablemente que la hora de Jesús es la hora de todos los cristianos, llamados a glorificar a Dios dejándose atraer, como hijos, en aquel acto de amor paterno de infinito valor que se ha cumplido en la Cruz. Testimonió con su vida entera que el camino de la Cruz, el camino real de Cristo, es la senda que introduce al hombre en la felicidad de la amistad divina, en la gozosa aventura de la cercanía de la palabra de Dios que libera de la esclavitud del pecado y del engaño del demonio: el patíbulo del Verbo encarnado es fuente de vida; la muerte ignominiosa de Cristo, cumplimiento de la eterna alianza de Dios con toda la humanidad".
Testimonio de Montserrat Caballé sobre Camino
"Camino es un libro en el que se recogen pensamientos que ayudan a encontrar a Cristo"
Recogemos un testimonio de Montserrat Caballé publicado en el libro que se editó con motivo del centenario de San Josemaría Escrivá.
"Mi vida no tendría sentido sin el canto, sin el arte. Sin ese don de expresar de manera excepcional, privilegiada, el amor, la bondad, el patriotismo, mis sentimientos más íntimos, los más nobles, los más elevados. Poder hacer disfrutar a los demás es mi gozo.
Hace muchos años alguien me regaló Camino, un libro en el que se recogen pensamientos que ayudan a encontrar a Cristo, y allí leí: Es preciso convencerse de que Dios está junto a nosotros de continuo. Vivimos como si el Señor estuviera allá lejos, donde brillan las estrellas, y no consideramos que está siempre a nuestro lado.
Estas palabras de San Josemaría Escrivá de Balaguer, cuyo centenario se celebra en este año 2002, me han alentado a vivir de fe en mi trabajo, a no olvidarme nunca de rezar antes de subir a un escenario, a hablar con Dios, de un modo un otro, a lo largo de la jornada: a entender que mi fe puede trascender también mi ámbito personal.
Pero mi vida tampoco tendría sentido sin mi familia, sin todo el elenco de valores que configuran su entorno. Aunque, por imperativos profesionales, tengo que desplazarme y viajar de un extremo a otro del globo, siempre he procurado encontrar los espacios necesarios para cuidar esos valores: la fidelidad, la unión y el amor hacia los amigos (...).
Todo eso; mi trabajo, mi familia, he procurado enaltecerlo por medio de la fe que me ha hecho y me hace esperar el premio más grande, el éxito más sorprendente, la alegría en el corazón de los que buscan al Señor".
Enlaces sobre Camino
Libro que recoge diversos estudios sobre Camino
Melvin, estudiante de Puerto Rico, volvió a la fe gracias a la lectura de Camino
Editoriales en las que se encuentra Camino, en más de 40 idiomas
Pio Santiago
Textos de San Josemaría sobre el apostolado
El apostolado consiste en procurar que otras personas se acerquen más a Dios, a Jesucristo y a la Iglesia, mejorando su vida. Las personas del Opus Dei tienen el empeño de hacer apostolado allí donde están, en su trabajo, en su familia, con sus conocidos. San Josemaría procuró en todo momento recordar la llamada universal a la santidad y alapostolado.
El bien, ya lo decía Aristóteles, es de suyo expansivo. Cuando alguien tiene algo bueno, una alegría, tiende a compartirla. De ahí surge elapostolado. Un cristiano, por ello, desea comunicar el Evangelio (la Buena Nueva) a mucha gente, compartiendo con ellos esa noticia maravillosa: Dios se ha hecho hombre por nosotros.
El apostolado, la tarea apóstol, consiste en acercar a otras personas a Dios, a través del ejemplo y de la palabra. En una sociedad materialista, en la que todo parece decirnos que lo único existente es lo material, lo que se puede calcular, lo que se puede consumir, la voz del cristiano apóstol- tiene que hacerse oír de nuevo, anunciando el Evangelio. Jesús, antes de Ascender a los cielos, les encarga a los apóstoles y a todos los cristianos- esta misión: Id por todo el mundo y predicad el Evangelio a todas las gentes.
El principal apostolado que realizan los fieles de la Prelatura del Opus Dei es el que cada uno lleva a cabo en su propio ambiente, sin formar grupo, como expresión natural y espontánea de su compromiso cristiano. Elapostolado ennoblece los lazos de amistad: un buen cristiano se esfuerza por ser un buen amigo, sincero y leal. Con esa formación, cada uno ejercitará individualmente su acción apostólica, siendo a su alrededor testimonio de Jesucristo. Esta labor personal es siempre el apostolado más importante del Opus Dei. Se trata de unapostolado de testimonio y de ayuda concreta y eficaz en medio del trabajo diario y de las circunstancias habituales en que de desenvuelve la existencia de cada uno: un apostolado personal que une al ejemplo la palabra.
Además, como fruto del deseo de contribuir a la solución de los problemas de su entorno y de ayudar a los más necesitados, los fieles del Opus Dei, con muchas otras personas, promueven iniciativas educativas y asistenciales: escuelas, hospitales, centros de formación profesional, universidades... Son entidades muy variadas, que tienen la personalidad propia del país y de la cultura en que nacen.
Textos de San Josemaría sobre el apostolado
Camino, 971. Me parece tan bien tu devoción por los primeros cristianos, que haré lo posible por fomentarla, para que ejercites como ellos, cada día con más entusiasmo, ese Apostolado eficaz de discreción y de confidencia.
Camino, 974. "Apostolado del almuerzo": es la vieja hospitalidad de los Patriarcas, con el calor fraternal de Betania. Cuando se ejercita, parece que se entrevé a Jesús, que preside, como en casa de Lázaro.
Camino, 973. Esas palabras, deslizadas tan a tiempo en el oído del amigo que vacila; aquella conversación orientadora, que supiste provocar oportunamente; y el consejo profesional, que mejora su labor universitaria; y la discreta indiscreción, que te hace sugerirle insospechados horizontes de celo... Todo eso es "apostolado de la confidencia".
Es Cristo que pasa. 122.
Para el cristiano, el apostolado resulta connatural: no es algo añadido, yuxtapuesto, externo a su actividad diaria, a su ocupación profesional. ¡Lo he dicho sin cesar, desde que el Señor dispuso que surgiera el Opus Dei! Se trata de santificar el trabajo ordinario, de santificarse en esa tarea y de santificar a los demás con el ejercicio de la propia profesión, cada uno en su propio estado.
El apostolado es como la respiración del cristiano: no puede vivir un hijo de Dios, sin ese latir espiritual. Nos recuerda la fiesta de hoy que el celo por almas es un mandato amoroso del Señor, que, al subir a su gloria, nos envía como testigos suyos por el orbe entero. Grande es nuestra responsabilidad: porque ser testigo de Cristo supone, antes que nada, procurar comportarnos según su doctrina, luchar para que nuestra conducta recuerde a Jesús, evoque su figura amabilísima. Hemos de conducirnos de tal manera, que los demás puedan decir, al vernos: éste es cristiano, porque no odia, porque sabe comprender, porque no es fanático, porque está por encima de los instintos, porque es sacrificado, porque manifiesta sentimientos de paz, porque ama.
Forja, 945. Si los cristianos viviéramos de veras conforme a nuestra fe, se produciría la más grande revolución de todos los tiempos... ¡La eficacia de la corredención depende también de cada uno de nosotros! Medítalo.
Amigos de Dios, 260
Vamos a acompañar a Cristo en esta pesca divina. Jesús está junto al lago de Genesaret y las gentes se agolpan a su alrededor, ansiosas de escuchar la palabra de Dios. ¡Como hoy! ¿No lo veis? Están deseando oír el mensaje de Dios, aunque externamente lo disimulen. Quizá algunos han olvidado la doctrina de Cristo; otros -sin culpa de su parte- no la aprendieron nunca, y piensan en la religión como en algo extraño. Pero, convenceos de una realidad siempre actual: llega siempre un momento en el que el alma no puede más, no le bastan las explicaciones habituales, no le satisfacen las mentiras de los falsos profetas. Y, aunque no lo admitan entonces, esas personas sienten hambre de saciar su inquietud con la enseñanza del Señor.
Iniciativas sociales promovidas por personas del Opus Dei
Blog de un numerario del Opus Dei que cuenta experiencias
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