Testimonios de los voluntarios de julio de 2010
Testimonios de peruanos del Voluntariado de 2010
Galería fotográfica Voluntariado julio 2010
Almudí – Voluntariado Perú 2010
En todos los viajes de grupo siempre hay alguna frase que hace fortuna y aparece con ocasión o sin ella. Este año, para los voluntarios deAlmudí en Perú, era: "Si Dios quiere y… yo quiero". Así acababa siempre su testimonio Alejandro García: "Si Dios quiere y… yo quiero, llegaré a ser sacerdote".
Lo cierto es que frase expresa bastante bien lo que han sido estos inolvidables días.
Salimos, según lo previsto, de España el 7 de julio. En Lima nos esperaba el Padre Alejandro Zelada que, un año más, nos atendió con dedicación y esmero. Nos apabullaba tanto cariño y desvelo. Le estamos muy agradecidos.
Catahuasi
Disfrutamos de una mañana para "ubicarnos" y saludar a Mons. Ricardo García, Obispo de la Prelatura de Cañete, Yauyos y Huarochirí. Pusimos el viaje a los pies de la Madre del Amor Hermoso. Comimos con los seminaristas y emprendimos nuestro viaje a Catahuasi.
Los españoles rodeados del cariño de todos. Foto: Galia Gálvez |
Es difícil narrar lo hermoso que es Catahuasi. Bañado por el río Cañete, que rodea tranquilamente el pueblo, está envuelto de plantas frutales, de dónde los vecinos obtienen no sólo el dinero para su sustento, sino también el modo de agasajar a sus visitantes. Era normal que te obsequiaran en cada casa con alguna fruta. Es fácil conocer a su gente, su humildad y su hospitalidad, oculta en un rostro aparentemente inexpresivo pero que pronto se vuelve sonriente. Se puede disfrutar de hermosos amaneceres, viendo asomarse el sol por unos de sus cerros elevados o de maravillosas puestas de sol, cuando se oculta tras otro cerro no menos alto. Impresiona, en especial a los que venimos de ciudades con gran contaminación lumínica, la iluminación del cielo por las estrellas que alumbran la ciudad escuchando el agitar del rio y el sonido de las luciérnagas...
Este maravilloso lugar se convirtió en el centro de nuestros trabajos. Diez días permanecimos en el valle. Para nosotros, se ha convertido, además, en un lugar difícil de olvidar por la cantidad de cosas vividas. Desde la misión desarrollada en diversos pueblos hasta la celebración, con el parabién de todo el pueblo, de la victoria española en el Campeonato mundial de fútbol. Vayamos por partes.
Nuestro cometido consistió en ayudar a las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima en su labor pastoral por esas zonas, preparando la cercana visita pastoral que en octubre llevará a cabo el Sr. Obispo.
Fieles a su Carisma, estas religiosas prepararan el camino al Sacerdote, para que llegue a los fieles más abandonados, tomando como modelo a Jesús Verbo y Víctima. Viven y trabajan en el apostolado en lugares alejados, abandonados y pobres que carecen de atención espiritual, por falta de sacerdotes o de otros grupos de vida apostólica. Nos encontramos en unos pueblos donde los sacerdotes no pueden acudir con mucha frecuencia. Había una gran labor preparada y un extenso trabajo que llevar a cabo.
Para prepararnos bien y para sacar fruto espiritual de este viaje, teníamos a diario, junto al Sagrario, la meditación. Después de desayunar, todos a trabajar: quién a dar clases en los colegios, quién a visitar familias en sus casas, quién en catequesis para cada uno de los sacramentos. Visitamos Canchán, Huayllampi, San Jerónimo, Poblado Antiguo y el propio Catahuasi.
Las Misioneras de Jesús Verbo y Víctima |
Canchán es el Pre-santuario del Señor de la Ascensión de Cachuy. Gran devoción le tienen en esa zona y en muchos otros lugares del Perú. Los que han emigrado de esa sierra lo llevan siempre en el corazón. Allí arranca el camino que los peregrinos venidos de zonas costeras, los más numerosos, emprenden hacia el Santuario a 3.560 metros. En Canchán es el último lugar en el que van a ver algo de vegetación.
Nos ofrecieron un gran recibimiento en el colegio. Luego visitas por las casas, catequesis y confesiones. A última hora la celebración con la bendición de la imagen del Señor de Cachuy que irá a la ermita que le van a erigir en el colegio. Hubo primeras comuniones.
El mismo trabajo se fue repitiendo en los otros poblados del mismo valle, a cual más acogedor. Bautizos, Primeras comuniones, Confesiones, visitas a enfermos y, lo que nunca falta, fútbol y juegos con los niños.
Es admirable la gran labor que la Prelatura de Yauyos lleva a cabo en estas zonas. Fácilmente se aprecia la sed de Dios de aquellos hombres y mujeres. El deseo de hablar con el sacerdote y poder recibir al Señor en la Comunión. El respeto a la Eucaristía, no acercándose si se encuentran en situación irregular, pero acudiendo a la Santa Misa y queriendo que sus hijos y familiares participen en la Eucaristía y reciban los sacramentos.
Allí pudimos "sufrir" la victoria española en el campeonato mundial de Fútbol y luego celebrarlo por todo lo alto, especialmente con los feligreses de la parroquia. Nos entregaron la "copa de oro" del Campeonato: una sencilla copa construida con dos piezas de botella de plástico llena de bombones, la mayoría de ellos en forma de balón de fútbol. Poco duraron entre el regocijo de los niños y de los mayores.
Difícil es relatar la despedida. Acabábamos de celebrar la fiesta de la Virgen del Carmen en Poblado Antiguo. Sólo le quedan a su iglesia las paredes. La Misa tenía un no sé qué de especial. Para ellos la celebración era grande pues podían tener la misa y la bendición del sacerdote. Confesiones durante largo tiempo. Ensayo de canciones y preparación de la fiesta. Se palpaba la presencia del Señor y de su Madre en aquel lugar. Agradecimiento final y peticiones de oraciones.
Bajamos a Catahuasi y nos despedimos con sabor agridulce. Nos habían ganado el corazón y todos volvíamos muy contentos del bien recibido:"Si Dios quiere y… yo quiero".
En medio de nuestra estancia en el valle del río Cañete, el 13 de julio, nos desplazamos a San Vicente de Cañete para asistir a la tertulia que el Prelado del Opus Dei, en visita pastoral en Perú, tuvo lugar con los cañetanos. Nos impresionó la cantidad y variedad de los asistentes. El calor de familia que se respiraba. La acogida que le brindaron. Sus palabras fueron meditación personal de cada uno, movidos por la gracia de Dios. Ese día, 36 años antes, había estado en el mismo lugar San Josemaría. Recordando lo que narraron entonces y vistas las fotografías de esa visita, al contemplar la reunión de ese día, se volvía a repetir el "Si Dios quiere y… yo quiero". Los que vinieron de lejanas tierras para comenzar la labor en Yauyos, con la conciencia cierta de que cumplían la voluntad de Dios, "quisieron" y fueron maestros de saber querer: ¡cuántos se han lanzado a esas aventuras por tierras peruanas y del mundo…!.
Unanue
[Vídeo extenso (11') del Voluntariado de este año]
La segunda parte de la misión se desarrolló en la zona costera de Cañete. Coincidió con las fiestas patrias. ¡Cuántas veces, junto el himno patrio, cantamos el himno de Cañete!:
En el centro de la costa peruana
rodeada de cerros y de mar,
se encuentra la provincia de Cañete
capital del Arte Negro de la papa y algodón.
Cañete, por nombre te pusieron
tierra bendita maternal,
eres crisol de hombres notables
que tu pueblo perenniza
como orgullo del Perú.Cañete, cuna del deporte
Cañete, tierra del landó,
eres orgullo de la Patria
por tu arte y tu belleza
por tu clima y producción.
"Crisol de hombres notables". Analogía muy acertada para expresar lo que estos días hemos podido ver. Los cañetanos, cual crisol –recipiente hecho de material refractario, que se emplea para fundir alguna materia a temperatura muy elevada–, forman el conjunto de ingredientes necesarios para que con el fuego del día a día nazcan esos hombres y mujeres que harán un Perú nuevo. Son conscientes de que estan llamados a una gran empresa y agradecen toda ayuda que se les brinde para mejorar en sus vidas. ¡Cuánto aprendimos nosotros de los anhelos y del trabajo de estas gentes!
Por las mañanas teníamos clases en los colegios de San Vicente: Sepúlveda, Pedro Paulet, Mater Christi, Pajuelo, Sepúlveda de menores, Alfonso Ugarte, Santa Ana, San Luis, Roma, Cerro Alegre, etc. Versaban sobre todo en los valores humanos: tener anhelos grandes, respeto al prójimo, prevención del alcoholismo y de la violencia doméstica, papel de la familia, testimonios vocacionales y respuesta a tantas y tantas preguntas que hicieron los alumnos. Fueron unos ratos muy gratificantes.
Por la tarde nos esperaban en Unanue para llevar a cabo una gran labor catequética.
Lugar famoso por su Castillo:
«Solitario y de innegable y atípico aspecto medieval, el Castillo Unanue se yergue en medio del campo a solo cinco minutos al sur de San Vicente de Cañete; siempre dispuesto a recibir a contraluz, añadiéndole una carga espectral a su imponente silueta, a todo visitante que desee verlo en horas matutinas.
Castillo de Unanue en la actualidad |
Coloridos arcos, almenas, torres y balcones por doquier, nos transportan imaginariamente a lugares fuera de este tiempo y de estas tierras. Toda una obra de arte arquitectónico con una fuerte carga de historia y romanticismo; se comenzó a construir en 1843, por encargo de José Unanue, sobre la antigua casa hacienda del fundo, que a su vez estaba construida sobre una huaca precolombina. De ahí que la planta principal, a la que se llega por dos marmoleas escaleras curvas, este literalmente en el segundo nivel, y en cambio, el primer nivel accesible solo por trampas y pasajes ocultos, este minado por antiguos túneles por los que se traficaba con esclavos desde y hacia otros puntos del valle.
Actualmente habitado solo por recuerdos de épocas que le fueron más favorables y en manos de la comunidad campesina, que hace lo que puede con los recursos que no tiene, este innegable patrimonio histórico y joya arquitectónica clama por una urgente restauración y puesta en valor; cual doncella encerrada en su torre, presa de los dragones del tiempo que la devoran, a la espera de un caballero de brillante armadura que la rescate».
(Carlos García Granthon, en PeruFreelance.blogspot.com)
Durante años se celebraba la Misa en la capilla del Castillo pero quedó en amenaza de ruina con el terremoto de 2007. Actualmente utilizan una sede provisional, muy sencilla y pobre, dedicada a San Martín de Porres.
Colaboraron las Hijas de Santa María. Foto: Galia Gálvez |
Parece que ocho días no dan para mucho, pero los frutos han sido abundantes. Cuando llegamos ya había comenzado la recepción a la Virgen peregrina de Fátima, copia de la original, que guardan en la Catedral de Cañete. Nos encontramos a un buen grupo cantando y rezando a la Madre de Dios. Los recibieron con alegría y al llegar a la plaza del pueblo tuvieron lugar los parlamentos de bienvenida. Enseguida comenzó nuestra labor.
El párroco, el Padre Alejandro Zelada, ayudado por las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús y de los feligreses habituales de la parroquia habían llevado a cabo una gran preparación previa. Por eso pudimos emprender la misión desde el primer momento: visitas a las familias, catequesis, enfermos, etc. También estuvimos en el colegio.
Cada día tenían el rosario de la aurora a las 5,00 am. El número de asistentes aumentaba de día en día. Como nosotros vivíamos lejos, nos excusaron de participar: nos daba algo de vergüenza no ir, pero….
Por las mañanas, colegio o visitas. Por las tardes catequesis y más visitas. También juegos con los niños. Pronto, las colas para confesar. Al mismo tiempo, se animaban los niños y después del catecismo, juegos variados. Venía la preparación de la Misa. Concluida la ceremonia, nosotros nos íbamos pero seguían todos, niños y mayores, con la película de Historia Sagrada que les proyectaba el Padre Alejandro:"Proyecciones Padre Alejandro, SA" las denominábamos en broma…
El domingo tuvo lugar la ceremonia conclusiva. Bautismos de niños y adultos, Primeras comuniones y Confirmaciones. Celebración en la plaza del pueblo con numerosa asistencia. Parecía, una vez más, que Dios quería y que esa buena gente tiene un gran corazón, siempre dispuesto cuando se le llama con cariño y fortaleza.
El grupo de voluntarios con el Padre Alejandro Zelada. Foto: Galia Gálvez |
Nos sorprendieron con un "compartir". Nos habían preparado una sopa seca. Luego hubo bailes típicos de la distintas zonas de Perú y poemas, cartas, etc. Todo un plebiscito de cariño y agradecimiento, claramente inmerecido, por lo que habíamos hecho: a ellos les teníamos que haber agradecido nosotros tantas y tantas cosas.
Pudimos participar también en la ordenación sacerdotal de tres diáconos y en la de dos nuevos diáconos. Fueron momentos particularmente entrañables pues les conocíamos a los cinco. Nos conmovió el cuidado de la liturgia, el ambiente de oración de todo el pueblo, el cariño de esas gentes al sacerdocio. Para nosotros fue un buen colofón del Año Sacerdotal, estímulo para ser más fieles los que ya somos sacerdotes y de ánimo para los que están en camino o en fase de decisión: «la vocación de sacerdote aparece revestida de una dignidad y de una grandeza que nada en la tierra supera» (S. Josemaría)
No podía terminar nuestra estancia sin una celebración en Playa Hermosa. Allí había estado los dos años anteriores y allí nos esperaban, "como no". También la tradicional celebración al Señor de Cachuy en la ermita que tienen en Agua Dulce.
De regreso a España recalamos en Chaclacayo. El Colegio-Hogar "Lomas de Santa María", regentado por las Hijas de Santa María del Corazón de Jesús, posee una zona independiente de residencia donde pudimos alojarnos para acercarnos a Lima y contemplar sus monumentos y rezar en tantos lugares santos.
En Chaclacayo pudimos participar en la Santa Misa con las Novicias y las Aspirantes, así como con un número grande de religiosas. Misas solemnísimas, que han dejado en todos una viva experimentación de lo que afirmaba Benedicto XVI recientemente:
«Es preciso que en la liturgia se manifieste con claridad la dimensión trascendente, la del Misterio, del encuentro con lo divino, que ilumina y eleva también la "horizontal", o sea, el vínculo de comunión y de solidaridad que existe entre cuantos pertenecen a la Iglesia. En efecto, cuando prevalece esta última no se comprende plenamente la belleza, la profundidad y la importancia del misterio celebrado. Queridos hermanos en el sacerdocio, en el día de la ordenación sacerdotal, el obispo os confió la tarea de presidir la Eucaristía. Apreciad siempre el ejercicio de esta misión: celebrad los misterios divinos con intensa participación interior, para que los hombres y las mujeres de nuestra ciudad puedan ser santificados, puestos en contacto con Dios, verdad absoluta y amor eterno». (Roma, 15-VI-2010)
Se quedan en el tintero tantas y tantas cosas, pero lo que sí está claro que a todos se nos ha grabado en el corazón que "Si Dios quiere y… yo quiero" se vive la gran aventura de la vida. Además, Dios quiere –¡lo hemos visto!–. Nos encontramos en la hora del "yo quiero" .
Carlos Cremades
[email protected]
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