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Después de 9 temporadas en TV y el salto cinematográfico en 1998, los agentes del FBI, Fox Mulder y Dana Scully, regresan una vez más a la gran pantalla. "X-Files: Creer es la clave" supone un regreso a las raíces de la serie, cuando era un referente televisivo para los seguidores del género fantástico y de terror.
La trama sigue la tradición de algunos de los episodios más elogiados por el público, además de centrarse en la complicada relación entre los dos agentes mientras se producen giros inesperados. Mulder continúa su inexorable búsqueda de la verdad, y Scully, la inteligente y apasionada doctora, permanece inexplicablemente ligada a la labor investigadora de Mulder.
Tras acabar la serie de TV en 2002, nunca hubiéramos imaginado que volveríamos a ver a Mulder y Scully en la gran pantalla. Pero el milagro ha ocurrido aunque la historia del filme decepcione un poco a sus más fervientes admiradores. Con el reciente éxito de adaptaciones de series, el creador de "Expediente X", Chris Carter, decidió arriesgarse y acercar a sus protagonistas una vez más al público.
En esta película (la segunda basada en la serie), la historia transcurre en la actualidad conociendo qué ha sido de los agentes del FBI que investigaban fenómenos paranormales. Descubrimos que finalmente están juntos (viven en pareja) y viven sus vidas como cualquier otra pareja normal, alejados del FBI. Pero un extraño caso sobre la desaparición de un agente y un sacerdote católico que dice tener visiones de la mujer, cautiva a Mulder volviendo a formar parte de una investigación mientras Scully, escéptica como siempre, intenta mantener los pies en la tierra y procurar que la paz continúe reinando en sus vidas.
Los amantes de la serie podrán darse el gustazo de ver de nuevo a la pareja de investigadores en acción, aunque es de suponer que no van a quedar muy satisfechos con el resultado. Todo sigue igual, Mulder sigue "queriendo creer" y Scully se muestra reacia, aunque juntos son capaces de trabajar a las mil maravillas.
A diferencia de la serie, esta película se aleja bastante de la ciencia ficción para adentrarse más en el thriller sobrenatural, dado por la presencia del médium. Pero lo que realmente importa es que la película no da la talla. Obviamente, es entretenida, pero no cumple con lo que el público está acostumbrado a ver hoy en cine y, cada vez más, en televisión. Así pues, se trata de un título sencillito que bien sirve para pasar el rato, pero para nada más.
En lo que sí que esta película es fiel a sus orígenes es en la capacidad crítica. Sus argumentos han conseguido sembrar cierta polémica y este título no se queda atrás. Así, se tratan varios temas delicados como son la pederastia -practicada por sacerdotes- y la investigación con células madre. Se vuelve a plantear el tema de la existencia de Dios y su relación con los hombres, de la que se desprende una conclusión nada halagüeña. Por otra parte, también hay tiempo para la crítica más aguda contra el presidente de los Estados Unidos. (JD-AC)