Wolf Creek

Dirección: Greg Mclean
Intérpretes: John Jarratt, Cassandra Magrath, Kestie Morassi, Nathan Phillips, Gordon Poole.
Guión: Greg Mclean
Música: Frank Tetaz
Fotografía: Will Gibson
Distribuye en Cine: Notro Films
Duración: 99 min.
Género: Terror, Thriller

El mal samaritano 

    Dos chicas británicas, Liz y Kristy, y un australiano de Sidney, Mick, hacen turismo en el sur de Australia. Como remate perfecto de sus vacaciones, preparan su regreso a la capital viajando en un coche de segunda mano por los hermosos y despoblados territorios de ese gran continente. Una de las "estaciones" de su periplo es el curioso cráter de Wolf Creek, de varios kilómetros de diámetro, causado por un meteorito. Tras la preceptiva excursión a pie, de vuelta al coche, éste no arranca. 

    Disgustados por el percance, en medio de ninguna parte en un lugar desierto e inhóspito, se disponen a pasar allí la noche. Pero tienen la suerte de que acierta a pasar casualmente un lugareño, que se ofrece a remolcarles. ¿Esconde algo este tipo, detrás de sus aires de simpático y rústico individuo de la Australia profunda, con marcado acento al más puro estilo 'Cocodrilo Dundee'? 

    Desasosegante thriller australiano, que arranca con un letrero sobre las cifras de desapariciones en Australia, y el pequeño porcentaje de aquellas que nunca se resuelven. A continuación se nos asegura que la trama del film se basa en hechos reales. Y el guionista y director Greg Mclean logra contarla con buen pulso. En una primera parte, aprendemos a conocer al trío que luego estará en apuros, con una buena definición de sus personalidades, y de la atracción que una y otro sienten, a pesar de que él tiene novia. 

    La música y la fotografía sirven para pintarnos unos paisajes de rara belleza, pero que se diría ocultan algo extraño y maligno, un poco al estilo de Picnic en Hanging Rock, film del también australiano Peter Weir, del que se diría que Mclean ha bebido, incluido el pequeño detalle de que los relojes no funcionan. 

    Luego viene la parte de "las apariencias engañan", con psicópata ultraviolento y sanguinolencias al uso, que aunque más convencional está bien llevada, con buen sentido del suspense y sustos a granel, que aquí se dirían inspirados en parte por El diablo sobre ruedas de Steven Spielberg y otros filmes de este jaez. Hay imágenes desagradables de asesinatos y torturas que exigen un estómago un poco delicado o ver a continuación “Sonrisas y lágrimas” para compensar.(decine21 / Almudí LM-JD)