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Dirección y guion: Pierre Duculot. Países: Francia y Bélgica. Año: 2011. Duración: 82 min. Género: Drama. Interpretación: Christelle Cornil, François Vincentelli, Jean-Jacques Rausin, Pierre Nisse. Producción: Denis Delcampe. Fotografía: Hichame Alaouie. Montaje: Virgine Messiaen y Susana Rossberg. Dirección artística: Françoise Joset. Vestuario: Gaetane Paulus. Distribuidora: Surtsey Films. Estreno en Francia: 22 Agosto 2012. Estreno en España: 14 Agosto 2013.
Reseña:
La isla anhelada
Christina, una joven de treinta años, trabaja como camarera y tiene una vida aburrida junto a su novio Marco. Cuando la abuela de Christina muere, le deja su casa en Córcega. Nadie parece saber cómo o cuándo la anciana compró la casa. Su familia y su novio tratan de convencerla para que la venda, pero ella se niega. Christina quiere entender por qué su abuela quería que tuviera esa casa. La herencia le da la oportunidad de poner en tela de juicio la monotonía de su vida, y ella decide abandonar su antigua vida para descubrir la casa y lo que ello conlleva. Este viaje va a cambiar su vida, y la de las personas que están a su alrededor….
El director Pierre Duculot debuta en el largometraje con este drama familiar que desentraña la importancia de las raíces, de recuperar quiénes somos y de dónde venimos, aunque eso suponga abrir heridas o lanzarse a una aventura con desenlace inesperado. Córcega es una preciosa opción para trasladar al espectador a un lugar en donde aún se puede vivir la vida sencillamente, al único confort de la naturaleza, aunque eso suponga también un sinnúmero de dificultades. La sencillez de Una casa en Córcega, cuyo argumento sería un simple inicio en multitud de películas, incide en la crisis, personal y familiar, que puede producir romper con las normas establecidas en la sociedad moderna: una casa, un trabajo, unos padres, un novio, una ciudad, etc., para aceptar que quizá nuestra vida y nuestro futuro está mucho más ligado a nuestros ancestros si queremos disfrutar la existencia en plenitud.
Desde luego estamos ante una reivindicación de la vida rural, de la belleza del paisaje, de la primacía del campo sobre la ciudad. La fotografía en este sentido está muy cuidada, aunque es real y se evitan las panorámicas bucólicas o de postal. La actriz Christelle Cornil, que lleva todo el peso de la película, está convincente. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS