Dirección: Juan Taratuto Intérpretes: Adrián Suar, Valeria Bertuccelli, Gabriel Goity, Marcelo Xicarts, Martín Salazar Guión: Pablo Solarz Música: Iván Wyszogrod Fotografía: Pablo Schverdfinger Distribuye en Cine: Festival Films Duración: 96 min. Género: Comedia, Drama
Crisis matrimonial
El argentino Juan Taratuto obtuvo un enorme éxito con la comedia No sos vos, soy yo, su primer largometraje, y tres años después repitió fórmula con la más discreta y descarnada ¿Quién dice que es fácil? Lo primero que llama la atención de su tercer largometraje como director es que ha decidido prescindir del actor protagonista de sus anteriores filmes, el divertido Diego Peretti, y además apuesta decididamente por una historia más clásica y menos 'modernilla'.
Junto a esto conserva por supuesto la frescura que le es característica, sobre todo en los diálogos, y la elaboración de su 'personaje tipo', el de un treintañero de buen corazón, tímido hasta el extremo, con un vida personal desastrosa, y que se siente superado por sus problemas pareja.
La vida de 'El Tenso Polsky' es un continuo aguantar a su mujer, 'La Tana Ferro', una chica llena de vitalidad, pero que dedica cada minuto de su vida a despotricar absolutamente de cualquier cosa. No trabaja, no sale de casa, no quiere hacer nada. Sólo habla y critica sin ton ni son.
Tanto se convierte esto en rutina, que 'El Tenso' llega al límite y decide que no puede más, que se tiene que separar. Pero el problema es que no se atreve a decírselo a ella. Para lograr su objetivo contrata a un seductor legendario, llamado 'El Cuervo Flores'. El plan es invertir los papeles: que sea su propia mujer quien le pida el divorcio, después de ser seducida por 'El Cuervo Flores'.
La película es entretenida y comienza con las altas perspectivas de las mejores comedias argentinas. Sin embargo, el guión de Pablo Solarz se va volviendo con los minutos más anodino, hasta desembocar en un final demasiado previsible, simplón. La puesta en escena, convencional, tampoco ayuda.
De todas maneras, se agradece el planteamiento romántico de la historia, que huye del cinismo un poco a la manera de la guerra de sexos del cine clásico de Hollywood. Lo mejor es sin duda el trabajo de los actores. El desconocido Adrián Suar clava su apocado personaje y la expresiva Valeria Bertuccelli (Luna de Avellaneda, XXY) está realmente fantástica.
Resultan muy hilarantes sus continuas verborreas pesimistas, llenas de ingeniosos vericuetos, que ella declama con gran rapidez y una asombrosa naturalidad (Decine21).
Sobra algún exceso de sal gruesa, que no devalúa esta comedia por encima de la media y con un enfoque bastante positivo de varios temas fundamentales (La Gaceta JJM/ Almudí CSN).