Dirección: Sam Raimi
Intérpretes: Tobey Maguire, Kirsten Dunst, James Franco, Thomas Haden Church, Topher Grace, Bryce Dallas Howard, James Cromwell, Rosemary Harris, J.K. Simmons, Dylan Baker, Bill Nunn, Theresa Russell, Cliff Robertson.
Guión: Sam Raimi, Ivan Raimi, Alvin Sargent
Música: Christopher Young, Danny Elfman
Fotografía: Bill Pope
Distribuye en Cine: Sony
Duración: 156 min.
Género: Acción, Cómic
El lado oscuro del superhéroe
Tercera entrega de las aventuras del hombre araña, que mantiene el alto nivel de los filmes anteriores, basados en el superhéroe del cómic de Marvel de Stan Lee y Steve Ditko. La clave del éxito, una vez más, es un guión elaborado, lo que no significa planteamientos sesudos ?no es eso lo que reclama la saga Spider-Man?, sino un buen puñado de ideas capaces de vertebrar la trama, y que suponen conflictos de entidad para los protagonistas.
El director Sam Raimi repite en la escritura del libreto, y a él se suman su hermano mayor Ivan Raimi, y Alvin Sargent, que ya participó en la segunda película, y que demuestra solvencia ?como hizo en los filmes Luna de papel y Gente corriente? para pintar personajes normales en situaciones extraordinarias.
El nuevo film arranca en una aparente situación idílica para Peter Parker y Mary Jane Watson. El primero al fin ha conseguido el favor popular de los neoyorquinos, que sencillamente le adoran; su noviazgo con Mary Jane se ha afianzado y parece que las campanas de boda pueden sonar en cualquier momento.
Mientras, ella ha sido seleccionada para cantar en un multipremiado musical de Broadway. Pero la felicidad perfecta en este mundo no existe, y pronto van a surgir obstáculos a esta felicidad: Mary Jane es expulsada del musical, y se siente anulada ante la popularidad de Spider-Man; y Harry Osborn sigue culpando a Peter de la muerte de su padre.
Las cosas se complican más con la aparición de nuevos supervillanos: allí están el Hombre de Arena, un delincuente común con mala fortuna en la vida, que a resultas de un experimento radioactivo ha mutado su estructura genética; y un parásito llegado del espacio exterior en un meteorito, del que nacerá Venom, que primero va a tentar a Peter Parker, que así va a descubrir su lado más oscuro, y luego a un nuevo fotógrafo del Daily Bugle.
Nadie es perfecto. No estamos marcados por el destino, cada uno se lo construye con sus propias decisiones. Hay que saber reconocer los propios errores y pedir perdón. El bien existe, y el mal también, y optar por el primero sirve para labrarse una felicidad duradera. Son ideas que todos reconocemos como auténticas, porque las tenemos grabadas muy adentro.
El éxito de las aventuras de este superhéroe, frente a otros quizá muy apreciados, pero no tanto, tienen que ver, y mucho, con estas nociones. A partir de ellas tenemos un guión sólido y muy dinámico, donde el encontrarnos en una tercera entrega permite un mejor desarrollo de los personajes.
En la referente a las escenas de acción, si bien hay algunas más convencionales ?hemos visto ya tantas secuencias de efectos visuales??, el Hombre de Arena es todo un hallazgo, y la escena de la grúa descontrolada es de una espectacularidad increíble. La trama combina bien esos momentos trepidantes con la exploración de los rincones más oscuros del superhéroe, la tentación de la venganza, el encerrarse en uno mismo y la capacidad de redención.
Hay muchos y buenos momentos para el humor ?el director del Daily Bugle siempre es una buena baza, pero también están propiciados por las escenas en que Parker ?se desmelena??, pero sin que esto lleve a dejar a un lado la idea del talento, que puede ser malgastado, o no.
Ya puede ser uno un gran superhéroe, que eso no le convierte en necesariamente bueno, es más, tiene bastantes posibilidades por equivocarse y optar por lo contrario. La idea de libertad es muy importante en este film, y desde luego la salvación de Harry no puede venir de ninguna manera a través de un golpe de fortuna, su inesperado estado de amnesia.
Tobey Maguire, Kirsten Dunst y James Franco tienen una estupenda oportunidad para dar una nueva vuelta de tuerca a sus respectivos personajes. Y la clave esta vez es una cierta soledad, que domina a cada uno. Los Raimi y Sargent aciertan al señalar la soledad como una de las grandes ?enfermedades? de las sociedades desarrolladas del siglo XXI, y es que cada uno tiene dificultades para abrirse y compartir sus tribulaciones con el otro: Mary Jane no le cuenta a Peter su despido, Peter no sabe pedirle que se casen con sencillez, Harry se reconcome por dentro por el afán de venganza. (decine21 / Almudí JD-AG)