Dirección: Andy Wachowski, Larry Wachowski
Intérpretes: Emile Hirsch, Matthew Fox, Christina Ricci, Susan Sarandon, John Goodman, Scott Porter.
Guión: Andy Wachowski, Larry Wachowski
Música: Michael Giacchino
Fotografía: David Tattersall
Distribuye en Cine: Warner
Duración: 129 min.
Género: Acción, Deportivo
El as del volante
Desde pequeño, Speed Racer sueña con dedicarse a las carreras de coche, como el resto de su familia, pues su padre es diseñador de bólidos, y su hermano, Rex, un piloto de gran éxito. En lugar de concentrarse en sus exámenes, Speed sueña que su pupitre es un fórmula uno que adelanta a los demás, y espera ilusionado el momento en que suene la campana para poder irse con su hermano, que le lleva a dar vueltas por el circuito.
La carrera de Rex se va al traste, al ser acusado de hacer trampas, y éste se distancia de la familia y muere en un accidente. Muchos años después, Speed debuta como piloto de carreras y demuestra su enorme talento. Royalton, dueño de una gran empresa, le ofrece una tentadora oferta para que corra para él, a pesar de que el padre de Speed siempre ha desconfiado de los grandes patrocinadores.
Otro apabullante espectáculo visual de los hermanos Larry y Andy Wachowski, creadores de Matrix, que esta vez adaptan en imagen real Meteoro, una serie de carreras automovilísticas que pasa por ser la primera de animación japonesa que se emitió en España, mucho antes de que Marco buscara a su madre en Argentina.
Con su extrema fidelidad al original, los hermanos ofrecen un giro radical que desconcertará a sus seguidores habituales. Han optado por un tono familiar que contrasta con la oscuridad de sus anteriores trabajos, que son Lazos ardientes, y la trilogía de Neo, Morpheo y compañía.
Inspirados en las imágenes sesenteras de la serie original, los Wachowski han filmado con una estética kitsch y pop muy radical, marcada por los colores chillones y los diseños de videojuegos, que proporciona en todo momento una sensación de irrealidad. Los hermanos tienen una gran imaginación visual que propicia muchos planos potentes, que son el gran valor de la cinta.
En este mundo virtual, totalmente recreado por ordenador, encajan muy bien sus personajes, idénticos a los de la serie en su sencillez, pues son todos totalmente esquemáticos: el héroe, el villano sin escrúpulos, etc. Esto da pie a interpretaciones muy poco naturalistas, algunas un poco cargantes, como la de Paulie Litt (Una chica de Jersey), que interpreta a Spritle, el hermano pequeño del protagonista, que se enfrenta con ninjas si es necesario, con la ayuda inestimable de su mascota, un mono que se comporta como un humano.
Y es que la trama es premeditadamente pueril, al estilo de las series niponas para niños, donde los futbolistas realizan acrobacias sobrehumanas o los guerreros lanzan rayos con las manos, pues aquí los coches de carreras pueden ejecutar sofisticados saltos para evitar el vehículo que va a colisionar contra él. El plato fuerte son las carreras de automóviles, a las que le falta cierto suspense, quizás porque no llegan a ser creíbles, pero también por cierta confusión narrativa, muy propia del cine moderno.
Subyace de la serie original un sano mensaje que critica el juego sucio, la corrupción y los intereses empresariales que a veces enturbian el deporte. También proviene de los dibujos su exaltación de los valores familiares. Estos mensajes prevalecen a pesar de que no parecen del todo sinceros, porque los diálogos tienen cierto tono paródico, como si los Wachowski, también guionistas, quisieran imitar las frases del cine de Tarantino, mucho más ingenioso que ellos. (Decine21 / Almudí)