Pingpong

Dirección: Matthias Luthardt
Intérpretes: Sebastian Urzendowsky, Marion Mitterhammer, Clemens Berg, Falk Rockstroh.
Guión: Meike Hauck, Matthias Luthardt
Música: Matthias Petsche
Fotografía: Christian Marohl
Distribuye en Cine: Sherlock
Duración: 89 min.
Género: Drama

Bajos instintos 

    A la lista de directores revelación que están saliendo de Alemania en los últimos años se une ahora Matthias Luthardt, que debuta con este drama. Obtuvo una buena acogida cuando se proyectó fuera de concurso en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes. 

    Paul, adolescente que intenta superar el dramático suicidio de su padre, se presenta sin avisar en casa de sus tíos, Anna y Stefan, matrimonio de clase media-alta con un hijo, Robert, que prepara una prueba de piano. Durante los días que pasa en su lujoso chalet, Paul jugará al ping pong con su primo y se ofrecerá a alicatar la piscina. Pero cuando su tío se marcha de viaje, se siente atraído sexualmente por su tía, lo que acarreará consecuencias dramáticas. 

    El tal Luthardt se perfila como un astuto narrador, sugiriendo con gran economía de medios las carencias de unos personajes muy bien definidos, interpretados por buenos actores, y que no salen durante todo el metraje de la casa y sus alrededores. Su ambientación resulta oscura, porque bajo la apariencia normal de los protagonistas subyacen conflictos complejos. 

    Lo que empieza como un film intimista sobre la búsqueda de la familia ideal de un joven que ha visto destruida la suya, toma un giro inesperado hacia el espinoso tema de las relaciones incestuosas. Aunque no es apropiada para los espectadores más sensibles, al menos evita abusar de los elementos más sórdidos de la trama. Luthardt se concentra en mostrar las secuelas que se siguen de los actos de los personajes, cuando se dejan llevar por sus bajos instintos, sobre todo en Robert, el primo, el personaje que resulta ser más débil. No merece la pena verla.(decine21 / Almudí JD-AC)