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Paisito

Paisito

Paisito
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2009
  • Dirección: Ana Díez
Contenido

Reseña:

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Dirección: Ana Díez
Intérpretes: Pablo Amoletti, María Botto, Andrea Davidovics, Mauricio Dayub, Ricardo Fernández Blanco, Emilio Gutiérrez Caba, Nicolás Pauls
Guión: Ricardo Fernández Blanco
Música: Lucio Godoy
Fotografía: Alfonso Parra
Distribuye en Cine: Altafilms
Duración: 84 min.
Género: Drama

Enfrentamiento civil 

    La navarra Ana Díez vuelve al largometraje de ficción, terreno que no pisa desde 2001, cuando rodó Algunas chicas doblan las piernas cuando hablan, ya que desde entonces sólo ha rodado el documental Galíndez y un fragmento del film colectivo electoralista ¡Hay motivo!. Parte la directora de un guión del uruguayo Ricardo Fernández Blanco, que se ha inspirado en su propia experiencia vital y la de sus padres, tras el golpe militar de 1973. 

    La acción comienza en Pamplona, donde Xavi, un futbolista, se incorpora a un equipo local. Una vez instalado se reencuentra con Rosana, que fue su primer amor, y con quien resurge la pasión. Juntos, rememoran su infancia, cuando eran vecinos en Uruguay. 
    
    Xavi era hijo de Manuel, un republicano español exiliado que ejercía de zapatero, mientras que el padre de Rosana es Roberto, jefe de la policía de Montevideo, un hombre recto y bastante moderado. La situación en el país es cada vez más tensa, pues el régimen reprime brutalmente a los opositores del movimiento Tupamaro, que ha sido derrotado. Ambos deciden enviar a sus hijos a un pueblecito más tranquilo, donde estos descubrirán que se sienten atraídos el uno por el otro. 

    Es notable el esfuerzo de la directora y el guionista por reflejar el momento histórico con imparcialidad. Sus personajes -muy bien interpretados por actorazos como Emilio Gutiérrez Caba y Roberto Severgnini- son de carne y hueso, sean de la ideología que sean, pues todos quedan retratados con humanidad. 

    Arremete únicamente la cinta contra los extremistas, culpables de la violencia que asoló el país, y que está presente en la cinta casi siempre fuera de campo, sin que se muestren los detalles más desagradables. Y es que está claro que a Ana Díez le interesa más mostrar la ruptura de la inocencia que provoca esa violencia. Aunque se desarrolle en Uruguay, queda claro que pretende hablar de cualquier situación de enfrentamiento civil. 

    Es una pena que todo se quede en buenas intenciones. El film resulta demasiado discursivo, lleno de diálogos pretenciosos y poco creíbles. Y acusa una enorme falta de presupuesto. A la trama de iniciación amorosa le falta lirismo, y el resto parece tratar de conseguir un tono nostálgico que nunca llega. Y si se suprime toda la parte que se desarrolla más o menos en el presente en España, con la reunión de los protagonistas, no pasaría nada (Decine21 / Almudí)