Dirección: Carlos Reygadas
Intérpretes: Cornelio Wall, Maria Pankratz, Miriam Toews, Jacobo Klassen, Elizabeth Fehr, Peter Wall.
Guión: Carlos Reygadas
Fotografía: Alexis Zabe
Distribuye en Cine: Golem
Duración: 132 min.
Género: Drama
Infiel
Sorprendente película del mexicano Carlos Reygadas, a años luz de Batalla en el cielo, un título donde su virtuosismo como cineasta quedaba fatalmente anulado por su sórdida trama de desamor. Aquí demuestra otra vez ser un mago con la cámara -véase el inicio a partir de un cielo estrellado, al que sigue el amanecer, que tiene su eco en el cierre, una puesta de sol que acaba llevándonos nuevamente a las estrellas de la noche-, manejador excelente del "tempo", pero además entrega una valiente reflexión acerca del significado del amor, y del dolor que acompaña, de modo inevitable, la existencia del ser humano.
Un matrimonio, Johan y Esther. Tienen seis hijos y viven en medio del campo, en una granja. Hablan entre ellos un dialecto parecido al flamenco. Son una familia austera, con un hondo sentido religioso. Y viven en México. Curiosamente, el director opta por no explicitar con claridad quiénes son los personajes y su contexto cultural, hay que escuchar a Reygadas para saber que son menonitas mexicanos, un grupo religioso derivado de los anabaptistas, y fijarse en un calendario para saber que estamos en el año 2007.
Aunque Johan actúa como si no pasara nada, algo le pasa y ocupa su mente. Tiene una aventura con una mujer, Marianne. Está a gusto con ella, cree que si pudiera elegir de nuevo la escogería como esposa... Pero al tiempo rompe a llorar, está hecho un lío. Pide consejo a su padre, pastor de la congregación. Sabe que tiene un compromiso con Esther que le obliga, y que debe ser justo con ella y con su prole...
El planteamiento sobrio de la narración, bastante pudoroso al mostrar la infidelidad, conecta con una larga tradición nórdica de representantes tan ilustres como Ingmar Bergman, Liv Ullmann o Carl Theodor Dreyer, por la presentación de dilemas morales, y la escasa ayuda que supone un Dios demasiado lejano, a quien parece que no se puede acudir con la esperanza de recibir auxilio.
Se habla con honradez de la vida conyugal y sus obstáculos, uno de ellos muy actual, el que se define como "la necesidad de sentir", que asalta cuando en la familia todo parece anodino, siempre igual, sin alicientes; en que se echa de menos el pasado, tal vez idealizado en exceso, en que dominaba el amor y la ilusión... En ese sentido es conmovedora la conversación de Johan con su padre, o la charla de los amantes en que se llega a decir que "la paz es más fuerte que el amor", señalando el sentimiento de culpa que preside su relación.
Este film es una gozosa experiencia estética, con momentos tan bellos como el del velatorio en que se encuentran esposa y amante. Otra de las sorpresas que depara Reygadas es la selección de un reparto de actores no profesionales... ¡que parece que no hayan hecho otra cosa en su vida que actuar! (Decine21 / Almudí)