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Dirección y guion: Luc Besson. País: Francia. Año: 2014. Duración: 89 min. Género: Acción, thriller. Interpretación: Scarlett Johansson (Lucy), Morgan Freeman (profesor Norman), Choi Min-sik (Sr. Jang), Amr Waked (Pierre Del Rio), Analeigh Tipton (Caroline). Producción: Virginie Besson-Silla. Música: Eric Serra. Fotografía: Thierry Arbogast. Montaje: Julien Rey. Diseño de producción: Hugues Tissandier. Vestuario: Olivier Bériot. Distribuidora: Universal Pictures International Spain. Estreno en España: 22 Agosto 2014.
Reseña:
Capacidad cerebral
Durante unos años Luc Besson distinguía entre las películas que producía y casi siempre escribía, mucho más rutinarias, al estilo El beso del dragón oTransporter, y las que dirigía personalmente, más trabajadas, especialmente títulos como El gran azul y El profesional (León). Pero últimamente, resulta difícil distinguir unas de otras. Tras Malavita, el francés ha triunfado en las taquillas más de lo esperado con Lucy, cuyo título bien podría ser un autohomenaje.
La Lucy del film es una estudiante veinteañera estadounidense que vive en Taipei, cuyo novio le endosa un maletín que debe llevar a un capo de la droga. Éste la obligará a transportar a Europa una droga sintética que con una operación clínica le introducen en el estómago. Pero tras recibir un golpe, la bolsa que contiene el producto se rompe, y el organismo de Lucy absorbe una enorme cantidad, lo que sorprendentemente incrementa su capacidad mental hasta lo sobrehumano.
En sus declaraciones, Besson señala sin ningún pudor que se ha inspirado en Origen y 2001: una odisea del espacio. Sin embargo, Lucy se parece mucho más a un cómic de poco calado, y en concreto bebe de los mangas japoneses de mutantes, estilo Akira. Salvo en una escena, posiblemente la mejor del film, en la que la protagonista telefonea a su madre, apenas se detiene en los personajes y se centra en la acción.
Por desgracia, esta última no sorprende demasiado, pues está elaborada con efectos especiales muy rutinarios, y además apenas genera tensión, pues la protagonista acaba siendo una superheroína similar a las de Marvel y DC, excesivamente poderosa, con la que nadie puede. Scarlett Johansson en el rol principal y Morgan Freeman, apropiado como científico experto en capacidad cerebral, salen del paso con cierta dignidad, a pesar de sus planos personajes.
Algunos momentos de Lucy resultan surrealistas. El peor, un homenaje bastante ridículo a los homínidos del citado film de Stanley Kubrick. Sin ser redonda, le sacaba más tajada a una idea más o menos similar Sin límites, donde Bradley Cooper también ve multiplicado su potencial mental. (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS