Contenidos: Imágenes (varias X), Diálogos (algunos D), Ideas (Excesiva complacencia hacia las inmaduras actitudes de los personajes, ausencia de perspectiva ética, erotismo F)
Dirección: Jorge Torregrossa. País:España. Año: 2013. Duración: 108 min. Género: Comedia.Interpretación: Javier Cámara (Juan), Raúl Arévalo (primo),Carmen Ruiz (Sandra), Tammy Blanchard (Jojo), Sarah Sokolovic (Holly). Guion: Elvira Lindo. Producción: Beatriz Bodegas. Música:Lucio Godoy. Fotografía: Kiko de la Rica. Montaje: Alejandro Lázaro. Diseño de producción: Alexandra Schaller. Vestuario:Rocío Pastor. Distribuidora: Universal Pictures International Spain.Estreno en España: 25 Abril 2014
Reseña:
Tras debutar en el cine hace dos años con la estimable “Fin”, el realizador televisivo alicantino Jorge Torregrossa ha rodado en la Gran Manzana esta tragicomedia a lo Woody Allen, basada en un guion original de la escritora y periodista gaditana Elvira Lindo, creadora de las series infantiles sobre Manolito Gafotas y Olivia, y autora de las novelas “El otro barrio” (1998), “Algo más inesperado que la muerte” (2002), “Una palabra tuya” (2005), “Lo que me queda por vivir” (2010) y “Lugares que no quiero compartir con nadie” (2011).
Seguramente, en el guion de “La vida inesperada” haya incluido algún elemento de esa última obra, una novela experimental autobiográfica sobre su vida en Nueva York, donde ha residido y reside con frecuencia, sobre todo entre 2004 y 2006, cuando su marido, el escritor y académico jienense Antonio Muñoz Molina, dirigió allí el Instituto Cervantes.
El protagonista de la historia es Juan (Javier Cámara), un actor español que hace diez años marchó a Nueva York para buscarse la vida. Ahora malvive en un diminuto apartamento, que apenas puede pagar con sus precarios trabajos como comediante en un modesto teatro, profesor de cocina española y camarero en un bar de copas. Su vida da un giro inesperado cuando llega a la ciudad su primo Jorge (Raúl Arévalo), un joven asesor financiero a punto de casarse. El perdedor acoge en su pisito al triunfador, y con el paso de los días comprenden que las realidades de ambos son muy distintas a las que ellos mismos imaginaban y a las que suponen sus respectivas familias. Los también inesperados encuentros de Juan con la figurinista Jojo (Tammy Blanchard) y de Jorge con la independiente Holly (Sarah Sokolovic) les proporcionan una nueva oportunidad de encauzar definitivamente sus vidas.
Como en todos los trabajos de Elvira Lindo, se agradece el chispeante costumbrismo de sus retratos humanos y sus divertidas desmitificaciones de algunos modelos dominantes, impregnadas de una cierta incorrección política. Destacan, en este sentido, las divertidas conversaciones vía Skype de Juan con su madre (Gloria Muñoz), quizás lo más auténtico de toda la película.
Sin embargo, esta vez la excesiva —casi patética— perplejidad vital, afectiva y moral de todos los personajes debilita mucho la veracidad y hondura dramática de sus conflictos, que sólo se esbozan a un nivel muy superficial, casi exclusivamente sentimental, sin una certera mirada de fondo. Esta excesiva complacencia hacia las inmaduras actitudes de sus personajes entorpece los elogiables esfuerzos de los actores, que sólo tocan fibra a ratos, y mucho más en la trama de Juan y Jojo —Javier Cámara y Tammy Blanchard están magníficos—, que en la de Jorge y Holly, más convencional.
Por lo demás, Jorge Torregrossa cumple tras la cámara en su naturalista puesta en escena, que saca más sombras que brillos a las calles neoyorquinas, muy bien fotografiadas por Kiko de la Rica. También apoya la propuesta la jazzística banda sonora de Lucio Godoy y Federico Jusid. Pero ni unos ni otros logran hacer memorable una película sólo sustancial en contadas ocasiones, y que deja la sensación de ocasión perdida por falta de perspectiva ética y exceso de amargura y melancolía. Un defecto especialmente palpable en su superficial tratamiento del sexo, a menudo grosero y desvinculado del amor.(Cope J. J. M.) (Decine21 / Almudí JD) LEER MÁS