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La ronda de noche

La ronda de noche

Nightwatching
Año de producción: 2007
País: Alemania, Canadá, Francia, Holanda, Polonia, Reino Unido
Dirección: Peter Greenaway
Intérpretes: Martin Freeman, Emily Holmes, Eva Birthistle, Jodhi May, Michael Teigen, Agata Buzek, Nathalie Press, Christopher Britton, Maciej Zakoscielny, Toby Jones.
Guión: Peter Greenaway
Música: Wlodzimierz Pawlik
Fotografía: Reinier van Brummelen
Distribuye en Cine: Manga Films
Duración: 134 min.
Género: Drama

Pintor flamenco 

    El británico Greenaway es un cineasta diferente del resto. Su cine es muy personal, a menudo transgresor, y se diría que lo que a priori pueda opinar el público le sale por una friolera. En este film da muestras de su particular y controvertida mirada cinematográfica con un tema ya de por sí complicado, como es el universo creador del artista. El personaje elegido es el pintor holandés Rembrandt van Rijn y la obra sobre la que gira la trama es el célebre cuadro "La ronda de noche", que da título a la película. 

    El extraño guión, escrito por Peter Greenaway (Las maletas de Tulse Luper), pivota sobre dos patas: por un lado, las supuestas intrigas y secretos -conspiración de asesinato incluida- en torno a la ejecución del lienzo; y por otro, las experiencias amorosas y sexuales de Rembrandt con las tres mujeres que influyeron en su vida: su esposa Saskia, y sus sirvientas Geertje y Hendrickje. 

    La película tiene una lacra que echa por tierra todo lo demás: es aburrida, muy aburrida. Al principio atrapa pero poco a poco la cosa se desinfla. Los enredos sobre el cuadro son confusos y poco interesantes; la definición de personajes, insuficiente y descuidada; y la duración del film, excesiva. La falta de contención se comprueba igualmente en el interés de Greenaway por mostrar con explicitud la sexualidad de Rembrandt y sus mujeres, con lo que la imagen del fabuloso pintor queda demasiado chata y burda. 

    Hay también una buscada artificiosidad en los diálogos, a menudo muy discursivos. Quizá tan sólo destaca la cuidada puesta en escena, tan teatral y "controlada". La casi totalidad de los planos están rodados en interiores, con un sabio uso de la iluminación -con profusión de claroscuros muy "rembrandtianos"-, unos escogidos encuadres y una utilización muy sobria de la cámara. (JD-AC)