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Dirección: Pawel Pawlikowski. Países: Francia, Polonia y Reino Unido. Año: 2011. Duración: 85 min. Género: Drama, thriller. Interpretación: Ethan Hawke (Tom Ricks), Kristin Scott Thomas (Margit), Joanna Kulig (Ania), Samir Guesmi (Sezer), Delphine Chuillot (Nathalie). Guion: Pawel Pawlikowski; basado en la novela de Douglas Kennedy. Producción: Caroline Benjo y Carole Scotta. Música: Max de Wardener. Fotografía: Ryszard Lenczewski. Montaje: David Charap. Diseño de producción: Benoît Barouh. Vestuario: Julian Day y Shaida Day. Distribuidora: Selected Films. Estreno en Francia: 16 Noviembre 2011. Estreno en España: 21 Marzo 2014.
Reseña:
Tom Ricks (Ethan Hawke) es un patético escritor estadounidense, en crisis creativa desde hace años, que viaja a París en un intento desesperado por recuperar el amor de su ex esposa Nathalie (Delphine Chuillot) y de la hija de ambos Chloé (Julie Papillon), a las que tiene prohibido acercarse.
Pero las cosas no marchan según lo previsto, y Ricks se ve obligado a hospedarse en una turbia pensión en los suburbios de la ciudad y a trabajar como vigilante nocturno para el siniestro mafioso Sezer (Samir Guesmi). Entonces entran en su vida la culta camarera polaca Ania (Joanna Kulig) —novia de Sezer— y Margit (Kristin Scott Thomas), una mujer bella, sensual y misteriosa, que despierta su dormida inspiración literaria.
Esta adaptación de la novela “The Woman in the Fifth”, del neoyorquino Douglas Kennedy, no le ha quedado bien al polaco afincado en París Pawel Pawlikowski (Varsovia, 1957), conocido por las premiadas “Last Resort” y “My Summer of Love”, y por la muy superior “Ida”, recientemente estrenada en España. Aquí vuelve a demostrar una fuerte personalidad visual —su planificación es muy sugerente— y una sólida dirección de actores.
Pero no logra dotar de ritmo, intensidad y veracidad a la trama, quizás porque deja siempre a medio cocinar su cóctel de drama familiar, melodrama erótico, intriga policial y fantasía literaria. Además, carga tontamente la mano en las tórridas escenas sexuales de los dos romances paralelos, y nunca adopta una perspectiva moral clara, lo que desconcierta al espectador. Así que, a pesar de su corta duración, la película se hace eterna.(Cope J. J. M.)
