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La estrella ausente
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La estrella ausente

La estella che non c'è
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Con inconvenientes
  • Año: 2008
  • Dirección: Gianni Amelio
Contenidos Imagen (S 1:46:00-1:46:27); F(unión irregular)

Reseña:


Dirección: Gianni Amelio
Intérpretes: Sergio Castellitto, Tai Ling, Angelo Costabile, Catherine Sng, Enrico Vanigiani, Roberto Rossi, Biao Wang.
Guión: Gianni Amelio, Umberto Contarello
Música: Franco Piersanti
Fotografía: Luca Bigazzi
Distribuye en Cine: Filmax
Duración: 103 min.
Género: Drama

Buena voluntad 

    El italiano Gianni Amelio es uno de los grandes directores del cine social europeo actual. Tras la magistral Niños robados, describió la ruinosa situación de la Albania postcomunista, en Lamerica. Ahora, el cineasta vuelve a fijar su atención en otro país comunista, China, en este drama, que fue seleccionado para el Festival de Venecia de 2006. 

    Como suele suceder en el resto de sus películas, Amelio parte de una historia sencilla, con personajes cotidianos, como el protagonista de este film, Vincenzo Buonavolontà, responsable de mantenimiento de una empresa italiana que acaba de cerrar, dejando a sus trabajadores en el paro. 

    La empresa ha vendido una sofisticada máquina a una firma china. Vincenzo, un tipo con tan buena voluntad como indica su apellido, se da cuenta de que el artefacto tiene un fallo, y acabará yendo a China para convencer al comprador de que tiene que permitirle arreglarla, antes de que se produzca un accidente. Liu Hua, una joven intérprete, ayudará a Vincenzo en su periplo, que acabará convirtiéndose en toda una aventura. 

    Aunque el film no llega a la altura de sus mejores trabajos, Amelio vuelve a demostrar su dominio del lenguaje cinematográfico, pues es capaz de convertir en un momento entrañable, repleto de humanidad, el detalle de que un anciano chino le ceda su silla al italiano recién llegado. Asímismo, sabe sacar mucho partido a Sergio Castellito, uno de los grandes del cine italiano, muy bien secundado por la desconocida Tai Ling y por un correcto plantel de actores de reparto. 

    También hace gala el director de su enorme elegancia a la hora de denunciar injusticias en un tono amable. Su personaje central descubre realidades oscuras del país, como el hacinamiento de la población en los grandes núcleos urbanos, la marginación que sufren las madres solteras, o la monstruosa política demográfica de control familiar, que provoca que muchos niños estén en situación irregular, porque sus padres no les han registrado al estar obligados a tener sólo un niño. 

    El film arroja un original análisis de las consecuencias de la actual globalización, que favorece las transacciones comerciales, pero puede tener efectos secundarios inesperados. Amelio viene a concluir que es imposible que un operario controle una máquina que acaba vendiéndose a un país extranjero de cultura muy diferente a la occidental, como China, y que una vez allí puede ser trasladada a diversos destinos, hasta su uso definitivo. 

    En lugar de mostrarse pesimista, el director apuesta por la responsabilidad en el trabajo, y la profesionalidad. Éste es el gran tema del film, que acaba siendo una llamada de atención sobre la necesidad de mantener la ética en el trabajo cotidiano. 

    El guión de esta película es quizá más deslavazado y arduo que el de otras de Amelio. Pero, como en sus grandes obras, ofrece un abigarrado análisis social y moral, oxigenante en su exaltación de la deontología profesional del protagonista, y valiente en sus duras críticas al comunismo real, especialmente a su deshumanizado concepto del trabajo —en el que todo es inseguridad laboral— y a su demencial política del hijo único, que genera miles de niños abandonados u ocultos, sencillamente inexistentes para las autoridades. 

    Todo esto se relata, además, con una densa puesta en escena, llena de aciertos visuales, y se encarna en unos personajes entrañables, dramáticos y divertidos a la vez, muy bien interpretados por todos los actores, especialmente por el veterano Sergio Castellito y la debutante Ling Tai. (Decine21 / Aceprensa / Filasiete / Almudí FCR-JGM)