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La boda de mi novia

La boda de mi novia

Made of Honor
  • Público apropiado: Adultos
  • Valoración moral: Desaconsejable
  • Año: 2008
  • Dirección: Paul Weiland
País: EE.UU., Reino Unido
Dirección: Paul Weiland
Intérpretes: Patrick Dempsey, Michelle Monaghan, Kevin McKidd, Kadeem Hardison, Chris Messina, Richmond Arquette, Sydney Pollack.
Guión: Adam Sztykiel, Deborah Kaplan, Harry Elfont
Música: Rupert Gregson-Williams
Fotografía: Tony Pierce-Roberts
Distribuye en Cine: Sony
Duración: 101 min.
Género: Romántico, Comedia

El "damo" de honor 

    Típica película de lo que es ya un nutrido subapartado de las comedias románticas, el de los preparativos en torno a una boda. La película arranca en plena fiesta universitaria en los años 90, cuando el mujeriego Tom se dispone a meterse en la cama de su último ligue. ¡Horror y error! Se ha introducido en el lecho de Hannah, la joven que comparte habitación con esa novieta de quita y pon, y que le expulsa con cajas destempladas. 

    No hay relación amorosa entre Tom y Hannah, pero sí una amistad duradera, que llega hasta la actualidad. Ella sabe cómo es su amigo Tom: alérgico al compromiso, que contempla el sexo como un pasatiempo, mientras que para disfrutar de compañía inteligente cuenta con Hannah. Hasta aquí, una situación cómoda para Tom. 

    Pero... Tras un viaje profesional a Escocia, Hannah se presenta con una inesperada noticia: se ha comprometido en matrimonio con un joven de familia noble. Y le pide a Tom que sea... ¡su dama de honor! Tanto aprecia su amistad, que no importa que no sea chica. Es el momento en que Tom se da cuenta de lo idiota que ha sido durante tantos años, pues en realidad ama a Hannah y quisiera casarse con ella. Sabe que debe decírselo, pero deberá esperar al momento apropiado, y entretanto deberá comportarse como la perfecta dama de honor. 

    O se tiene talento para la comedia, o no se tiene. La trama es la clásica de enredo, Patrick Dempsey y Michelle Monaghan tienen madera para el género... Así que la clave sería dar con el timing, la mezcla perfecta de sentimientos almibarados y divertidos gags. Pero Paul Weiland no da con la fórmula, se muestra bastante torpe.
 
    Es difícil decir si existe ya un pecado original en esta comedia, el convencional guión de Adam Sztykiel, Deborah Kaplan y Harry Elfont, con ideas tan absurdas y sin gracia como la del "damo" de honor, o si hay que ceder el honor del muy irregular resultado a Weiland, en cuyo currículo figuran algunos episodios de la serie televisiva Mr. Bean (se nota en algunos pasajes físicos del film, que funcionan más o menos) y la muy fallida secuela de Cowboys de ciudad El tesoro de Curly. 

    El caso es que falta cohesión, se acumulan elementos perfectamente prescindibles y que una vez introducidos se desvanecen (los amigos de él, el cura), se acude a algún elemento zafiete (la broma clintonita, la despedida), y se juega la carta fácil del exotismo (Escocia). El típico suspense de cuándo se va a aclarar la situación tiene poca gracia, incluido el disparatado clímax en la capilla donde se celebra el casamiento. Quizá lo que funciona mejor, y no se explota hasta sus últimas consecuencias, es la complicidad femenina, el jijijí con las otras damas de honor, o las costumbres cazadoras y carnívoras del novio. (Decine21)
La frivolidad permanente en muchos tramos de la película la hacen desaconsejable. Dos imágenes a suprimir. Varios diálogos a suprimir. (Almudí JD-AC)