Dirección: Oliver Hirschbiegel
Intérpretes: Nicole Kidman, Daniel Craig, Jeremy Northam, Jackson Bond, Jeffrey Wright, Veronica Cartwright.
Guión: Dave Kajganich
Música: John Ottman
Fotografía: Rainer Klausmann
Distribuye en Cine: Warner
Duración: 99 min.
Género: Thriller, Ciencia ficción
Extraña epidemia
La inquietante novela de Jack Finney en que se basa este film ha sido llevada repetidas veces al cine. Gloriosamente por Don Siegel en 1956, de un modo aceptable por Philip Kaufman en 1978, y sin demasiado tino por Abel Ferrara en 1993. Ahora es el alemán Oliver Hirchbiegel quien lo intenta en su debut en Hollywood, regresando al fantástico que le dio fama (El experimento) tras su dibujo de los últimos días de Hitler en El hundimiento.
Al poco de suceder una tragedia con el transbordador espacial americano, empieza a propagarse una extraña epidemia que las autoridades describen como una especie de gripe. Pero en realidad el virus que amenaza a la Tierra es algo bastante más serio.
Ataca a las personas en una primera fase de inoculación, y cuando se duermen, tras una curiosa transformación, se convierten en seres muy parecidos a los robots, que se dirían carentes de libre albedrío. La psiquiatra Carol, separada y con un hijo, es una de las primeras en darse cuenta del caso. Y la gran esperanza de combatir la preocupante "enfermedad" pasa por su crío, que parece inmune al peligroso virus.
La versión de Siegel de esta trama marcó una época por su condición de parábola política, en una época en que el miedo a la infiltración comunista en Estados Unidos rayaba a veces en la paranoia. Aquí esto se pierde, de modo que Hirschbiegel y su guionista, Dave Kajganich, idean una variante, de menor interés: las personas robotizadas serían muy eficaces en lograr la paz y armonía entre los hombres, pero al precio de la libertad.
La película tuvo algunos problemas de rodaje, y de hecho los hermanos Wachowski reescribieron parte del guión y el director James McTeigue filmó las nuevas escenas. Algo de esto se nota en el resultado final, al que falta cohesión. Queda un título de ciencia ficción entretenido, seguramente más si no se conocen otras versiones, con algunas buenas escenas de acción, y logrados momentos de suspense.
Pero lo mejor es el soberbio trabajo de esa gran actriz llamada Nicole Kidman, que se toma muy en serio su personaje de madre preocupada, y que borda las escenas en que debe simular ser una mujer robotizada, verdadera interpretación "al cuadrado"; eso sí, tiene mala suerte la chica con la ciencia ficción, pues tras el fiasco de Las mujeres perfectas, aquí está en otro film "imperfecto". Menos cancha tiene Daniel Craig, con un personaje bastante soso, con muy poca química con la Kidman.
Invasión es una producción de Joel Silver, uno de los más poderosos de Hollywood, para Warner Bros. Silver y sus socios han invertido 80 millones de dólares en un proyecto que han encomendado a la dirección del alemán Oliver Hirschbiegel (El hundimiento, El experimento) que ha contado con dos grandes estrellas como protagonistas.
El resultado es una película muy bien rodada, que arranca con enorme fuerza gracias a una atmósfera muy lograda que sabe inquietar al espectador. Los problemas se insinúan al final del nudo y se hacen patentes en un desenlace poco sutil y un tanto acelerado, con desacertados elementos comunes con películas recientes sobre zombies del estilo 28 semanas después.
La buena mano de Hirschbiegel se aprecia en el esmero del diseño de producción, sobrio pero muy impactante porque presenta una realidad urbana muy verosímil (excelentes las secuencias de exteriores en Washington y Baltimore). La fotografía y el montaje (firmados por profesionales alemanes) se desmarcan de esa aparatosa e infantiloide espectacularidad tan propia de Hollywood.
Quizás por un empeño excesivo por centrar la película en la psiquiatra interpretada por Nicole Kidman, el guión (de un debutante, que casi seguro habrán impuesto los productores norteamericanos cometiendo un tremendo error) pierde fluidez. La cinta, elegante y estilizada, no ha funcionado bien en la taquilla norteamericana, con solo 15 millones de dólares recaudados. Probablemente por ser una invasión sin platillos volantes y porque no hay eso que en argot de fantaterror se llama "casquería". Entretiene con estilo. Breves detalles sensuales: (minutos 3, 6, 48, 60). Valorar la conveniencia de suprimirlos o de advertir de su existencia antes de la proyección (decine21 / Filasiete / Almudí ER-JD)