Contenidos: Imágenes (bastantes V+, algunas X), Diálogos (varios D), Ideas (drogas, corrupción F)
Dirección: Amat Escalante. Países: México, Alemania, Países Bajos y Francia. Año: 2013. Duración: 105 min. Género: Drama. Interpretación: Armando Espitia, Andrea Vergara, Linda González, Juan Eduardo Palacios. Guion: Amat Escalante y Gabriel Reyes. Producción: Jaime Romandía. Fotografía: Lorenzo Hagerman. Montaje: Natalia López. Dirección artística: Daniela Schneider. Distribuidora: Emon. Estreno en México: 9 Agosto 2013. Estreno en España: 22 Noviembre 2013.
Reseña:
La vida puede ser muy, muy dura
Heli cuenta la historia de un remoto pueblo donde la población se encuentra dividida con dos únicas posibilidades para ganarse la vida: trabajar en una ensambladora de automóviles en un puesto mediocre en el que no podrán aspirar a mucho más, o trabajar para el cártel de drogas de la región. Una elección complicada entre la seguridad sin pretensiones, y vivir de forma holgada sabiendo que en cualquier momento todo puede acabar. Una mirada que acerca una realidad que se vive en el día a día de miles de familias en el país azteca.
Heli vive con su esposa y un bebé, su padre y su hermana adolescente Estela, en una casa en medio de un paraje desértico. La chica se ha enamorado de Beto, joven aspirante a policía que hace la instrucción ahí cerca. Y ambos tienen planes de fuga romántica para casarse. Lo que ignora Estela es que su novio ha “distraído” unos paquetes de droga que la policía debía destruir, lo que coloca a la entera familia en el epicentro de una terrible e inesperada espiral de violencia.
Durísima cinta de Amat Escalante, que pinta una cara de México nada halagüeña, donde domina la corrupción galopante, el respeto nulo a la vida o a la inocencia de una menor, la tortura salvaje... Resulta simplemente terrible ver la indiferencia de unos críos, testigos de la violencia más terrible, que convive con la que practican en los videojuegos. Por no hablar de los pasajes directamente violentos, no aptos para todos los paladares.
Escalante, que tiene talento narrativo y estilístico, fue premiado como mejor director en Cannes. El cineasta quiere con Heli, sobre todo, dar un puñetazo en el estómago del espectador que vive en “el limbo”, aunque sin proponer algún tipo de solución a cierto estado de las cosas. Quizá ése es el punto más débil de una película que intenta ser una desnuda radiografía social de denuncia, pero cuyos efectos podrían compararse -salvando todas las distancias que haya que salvar- a los de vídeos de tortura que cuelgan los propios torturadores en internet. Surge en el caso de Heli la pregunta de si resulta necesario ser tan gráfico a la hora de advertir de algo, si, como función social, sirven esas imágenes que hieren la sensibilidad para algo más que para provocar miedo entre las potenciales víctimas y cierto morbo en un determinado público. (Decine 21 / Almudí JD) LEER MÁS