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Gordos

Gordos

Gordos
Contenidos X (varias imágenes), D ( diálogos frecuentes), F (caricatura de la religión)

Reseña:

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Dirección: Daniel Sánchez Arévalo
Intérpretes: Antonio de la Torre, Raúl Arévalo, Roberto Álamo, Fernando Albizu, Pilar Castro, Teté Delgado, Roberto Enríquez, Leticia Herrero, Verónica Sánchez, Pepón Nieto
Guión: Daniel Sánchez Arévalo
Música: Pascal Gaigne
Fotografía: Juan Carlos Gómez
Distribuye en Cine: Altafilms
Género: Comedia, Drama

Terapia de grupo
 
    Segundo trabajo de Daniel Sánchez Arévalo, considerado una de las más firmes promesas del cine español, tras su opera prima Azul oscuro casi negro. El joven cineasta reincide en el territorio de la comedia dramática, vuelve a ser el autor del guión, y recurre nuevamente a varios de los actores de su opera prima: Antonio de la Torre -que considera su actor fetiche-, Raúl Arévalo y Roberto Enríquez. Los tres tienen papeles de importancia, ya que ha vuelto a firmar una película coral. 

    Todos los personajes coinciden en el grupo de terapia para superar los complejos derivados de la obesidad organizado por Abel, un tipo felizmente casado con Paula, profesora de gimnasia, con la que está a punto de tener un niño. 

    Acude una joven católica a punto de casarse con su novio, un homosexual que poco antes se había hecho popular por su revolucionario método de adelgazamiento, una ingeniera de telecomunicaciones cuyo novio ha pasado un tiempo en Estados Unidos y no sabe que ha engordado, y un investigador de la policía científica, padre de dos chicos adolescentes que se pelean todo el rato. 

    Sánchez Arévalo tiene sobre todo mucha mano para dirigir a los actores. Destaca en este sentido el trabajo de Antonio de la Torre, que engordó más de 30 kilos para el papel, y resulta muy convincente, al igual que el resto del reparto. El realizador madrileño es también un hombre con inquietudes, que en principio parece querer tratar asuntos de interés, como los traumas y las obsesiones derivadas de la obesidad. 

    También parece que intenta criticar a una sociedad obsesionada por el culto al cuerpo, quizás en la línea de Las mujeres de verdad tienen curvas o la obra teatral 'Gorda', de Neil LaBute. 

    Pero las buenas intenciones del realizador se diluyen por su excesiva recurrencia al humor soez, tan simplón que acaba impidiendo que funcione la parte dramática del film. También carga su visión caricaturesca de la religión, aplicada a la relación de pareja. Los conflictos de los personajes no acaban de resultar interesantes, sobre todo por sus giros absurdos hacia derroteros poco coherentes con lo que se nos ha dicho antes de ellos.
 
    Todos los personajes tienen un denominador común: igual de egoístas, de primarios, de ordinarios y simples. Además, en el fondo de todas las historias solo hay un tema: una aburrida y tosca búsqueda del sexo. (Decine21 / Almudí JD-AC)